Transmigración rapida : robando a los gons para tener s*xo en grupo

Arco 7.4

Tang Tang estaba absolutamente aterrorizado. Cuando escuchó sobre los dos penes del Rey Serpiente, se emocionó un poco, ipero trece horas! ¿Era eso algo que un conejito como él podría soportar?

Pero a pesar de que Tang Tang le gritaba al sistema para ver si respondía, el sistema parecía estar fuera de línea en los momentos más casuales, lo que hizo que Tang Tang sintiera que lo había hecho a propósito.

(Voz mecánica del sistema: Su sistema se encuentra actualmente fuera de línea. AFK.)

El conejito distraído comenzó a sentir que los penes en su ano estaban creciendo ligeramente de nuevo. De repente se sintió abrumado y lastimoso, gimiendo suavemente con los ojos llorosos mientras enterraba su rostro en el hombro de Bai Xuan.

"Estoy tan lleno.... Por favor, no... No te hagas más grande... Wuu."

Una nariz congestionada acompañó los suaves y tristes sonidos, y los dos grandes Yokai no pudieron resistirse al adorable conejito. Los ojos de Bai Xuan se suavizaron y tocó suavemente las orejas de conejo de Tang Tang. Lang Chuan también se inclinó para besar su hombro sonrojado.

El nudo estaba atascado en el interior. La suave carne abrazaba con fuerza los grandes penes, haciéndolos palpitar. El ano sensible y lubricado de Tang Tang seguía estrechándose alrededor de sus penes, y estaban a punto de ceder a la tentación de otra ronda.

Pero, por desgracia, el conejito acababa de perder la virginidad y era joven. Después de eyacular varias veces hoy, ya no tenía fuerzas para soportar sus afectos.

Los gongs se resistían a detenerse, controlando sus deseos hasta que terminaron. Sin embargo, sus cuerpos permanecieron muy inquietos, a veces besando las largas orejas de Tang Tang y otras acariciando su cola redonda. Estas dos bestias carnívoras no pudieron resistirse a tocar al pequeño conejito, haciéndolo sonrojar y regañarlos.

La voz suave y melódica del conejito sonaba como una melodía alegre, como si hubiera estado dando vueltas en un tarro de azúcar cubierto con una capa de glaseado de azúcar. Lang Chuan estaba disfrutando sorprendentemente de la reprimenda, su mano grande y caliente se movía centímetro a centímetro sobre la suave espalda de Tang Tang.

-Ah... -Tang Tang jadeó sorprendido, murmurando en protesta-: Estás tocando mi espalda otra vez, tú, malvado... ¡Lobo feroz!

Después de todas las burlas y regaños, finalmente llegaron al final. El sensual recto apretó con fuerza los dos grandes penes. La inevitable fricción cuando sus penes se retiraron hizo que el pequeño conejito alcanzara el clímax una vez más.

Esta vez, no había ningún pene bloqueando el ano. La visión clara y lujuriosa era intensa, y los dos Yokai con una visión excepcionalmente aguda podían incluso ver el ano rosado del conejito palpitando como una fruta madura. Durante el clímax, sufría espasmos, liberando abundantes cantidades de fluidos turbios.

Las nalgas de Tang Tang se tiñeron de rojo y su ano no pudo cerrarse correctamente, permaneciendo como un agujero abierto. Los fluidos blancos y translúcidos se deslizaron por sus piernas debido a su posición y gotearon poco a poco sobre las sábanas, manchándolas antes de desaparecer. La mirada que lo observaba desde atrás era demasiado intensa y el conejito blanco, desconcertado, se sintió un poco tímido y trató de esconderse debajo de la manta.

-Bebé.. -Los ojos de Bai Xuan eran seductores, su largo cabello se deslizaba por sus hombros. Tenía un encanto cautivador cuando preguntó-: ¿Aún quieres comer zanahorias?

El zorro Yokai, mientras la persuadía, usó su gran pene para burlarse descaradamente del suave y tierno rostro de Tang Tang. El gran pene con forma de zanahoria se erguía alto, largo y grueso, luciendo claramente jugoso.