Tu, eres única

Capitulo 8

Era como la quinta vez que Lucila se acomodaba nuevamente en su asiento, el estar sentada a un lado de Tom la ponía nerviosa, su mente daba vueltas y solo quería salir corriendo del salón para respirar, por que cada segundo que pasaba sentía que le quitaba el oxigeno.

-Así que Malfoy eh?- Menciono Tom sin despegar su mirada del profesor

-que?- dijo Lucila saliendo de sus pensamientos y mirándolo

-te dije, así que Malfoy eh?- repitió pero esta vez la volteo a ver con una mirada profunda y su boca en una linea recta

Lucila trago saliva sin saber que decir, ¿por qué Tom causaba todo ese en ella? ¿por qué la hacia sentir como una idiota a su lado?, Lucila nunca había tenido problema para platicar con los chicos, al contrario se llevaba mejor con los chicos que con las chicas, pero Tom Riddle era una cosa diferente, el simple hecho de estar sentada aun lado de el, la ponía a temblar, ni el rubio causaba ese efecto en ella.

Tom sonrió con satisfacción al ver el nerviosismo de Lucila y susurro

-Malfoy es un idiota si cree que eres de el

Lucila agradecida profundamente a Salazar Slytherin porque ya faltaban escasos 5 minutos para acabar la clase, quería correr lejos de Riddle lo antes posible

-El día viernes, me tiene que entregar un ensayo de 10 hojas sobre las maldiciones imperdonables- comento el profesor

"es muy poco tiempo", "son muchas hojas", son algunos comentarios que se escucharon en clase

-SILENCIO, entonces se entrega el jueves, yo les recomiendo que se pongan a leer, en vez de perder su maldito tiempo quejándose. -

-En la biblioteca a las 5:00 Berkshire, se puntual- dijo Riddle parándose de su asiento y retirándose del salón

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-ultimo curso y parece que Snape nos quiere hacer la vida imposible- mencionaba Mattheo

-Nunca entregas trabajos de que te quejas- le contesto Draco

Estaban platicando en lo que comenzaba la próxima clase, Lucila se encontraba callada, perdida en sus pensamientos y la mirada perdida, todo ese efecto causaba Tom en ella.

-Lu...Lu... oye lu- dijo Lorenzo moviendo sus hombros

-si dime- dijo asustada

-estas bien?-

Lucila solo lo miro, ese mirada que su hermano conocía a la perfección, sabia que algo pasaba por la mente de su hermana.

-Lolo- menciono Lucila

Lorenzo sintió algo en su interior, desde que Lucila se había enojado con el, no lo había vuelto a llamar "Lolo"

-Crees que..-continuo diciendo Lucila- que podamos platicar tu y yo mas tarde

-Claro mi Lu ya sabes- dijo con una gran sonrisa

Lucila seguía molesta con su mellizo por sus acciones, pero sabia perfectamente que no podía estar enojada con el toda la vida, lo necesitaba, necesitaba a su mejor amigo, y justo en ese momento que ella necesitaba un consejo y el apoyo de el.

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Las clases terminaron, aun quedaba tiempo para ver a Riddle en la biblioteca, así que se encontraba Lucila y Lorenzo, sentados en el lago negro, alejados de los demás, ya que necesitaban aclarar su situación.

Lorenzo se encontraba muy entusiasmado, ya que en el fondo de su corazón sabia que iba a arreglar las cosas con su hermana. Por otro lado Lucila no sabia por donde iniciar, necesitaba a su hermano demasiado, pero una parte de ella seguía herida.