Tu, eres única

Capitulo 45

Era una mañana con demasiado frio en Canadá, esa mañana en particular Lucila se encontraba acostada en el pecho de Draco, estaban cubiertos por demasiadas cobijas tratando de controlar el frio que los rodeaba. Lucila acariciaba su vientre, si sus cuentas iban bien esa mañana estaba cumpliendo sus 22 semanas de embarazo y sus pequeños remolinos se movían demasiado, para la mala suerte de Draco siempre que intentaba sentir los movimientos estos se detenían.

-el bebe de la izquierda siento que da una vuelta completa y el de la derecha le encantar patear- decía Lucila mientras tocaba su vientre- mira mira

rápidamente Lucila tomo la mano de Draco y a coloco del lado derecho de su vientre

-se detuvo- dijo triste Draco

-shhh

Lucila dejo la mano de Draco en su vientre y ella daba pequeños masajes alrededor de su pancita, esperando que su bebe pateara, la habitación estaba en completo silencio, los dos miraban el vientre de Lucila bajo las cobijas esperando pacientemente un movimiento, aunque fuera uno pequeño.

Y de la nada su bebe del lado izquierdo empezó a moverse, provocando que el bebe del lado derecho empezara a soltar patadas

-Draco, ¿lo sentiste?- dijo Lucila volteando a ver a Draco

El rubio tenia los cristalizados, su corazón empezó a sentir demasiadas emociones

-lo sentí Lu, lo sentí- el rubio subió sus manos a las mejillas de su chica- Te amo Lucila, te amo, gracias por dejarme ser parte de esto, seré el mejor padre para estos pequeños

Draco unió sus labios con los de Lucila, en un beso cargado de emociones, un beso que se volvió desesperado de forma rápida, el rubio con cuidado se coloco encima de Lucila, abriendo un poco las piernas de esta. Los besos ardían, pues ambos se deseaban con mucha lujuria, Draco pasaba sus manos por las piernas de Lucila, llegando a su centro y acariciando por encima de short su pijama, provocando pequeños jadeos por parte de su amada.

Mutuamente empezaron a quitar ropa, las prendas volaron hasta caer en el piso de la habitación, Draco besaba un pecho, mientras lo succionaba y mordía, con su otra mano masajeaba el otro pecho, las manos de Lucila estaba en la espalda de Draco, enterrando un poco sus uñas.

Con un solo movimiento, Draco quedo acostado en la cama con Lucila sentada a horcajadas del rubio

-vamos a ir a tu ritmo mi amor, tu mandas- dijo Draco colocando la punta de su miembro en la entrada de esta

Lucila bajo lentamente, sintiendo como la longitud de Draco la llenaba, sentia como sus paredes abrazaban el miembro de Draco, una vez todo dentro de ella, coloco sus manos en el pecho de Draco y comenzó a dar pequeños saltos, dejando caer su cabeza hacia atrás

-si Draco, te necesitaba

-eres hermosa, eres tan perfecta para mi- decía Draco con dificultad, soltando varios gemidos

Lucila se inclino besando a Draco, mientras ambos movían las caderas en total sincronía, los movimientos de Draco comenzaron a tomar velocidad, ambos cuerpos se sentían apasionados, deseosos...

-Draco, voy a correrme

-Vamos nena, dámelo

En la habitación solo se escuchaban los gemidos de ambos, ambos estaban a punto de llegar a su punto de clímax, cuando un fuerte ruido se escucho en la cabaña, como si algo de vidrio se hubiera roto, el sonido provoco que ambos se detuvieran al instante.

-¿Qué fue ese ruido?- dijo Lucila saliendo de Draco

Este se paro rápidamente y se coloco la ropa interior