Capitulo 9

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Un nuevo día en Hogwarts estaba comenzando, los Slytherin se encontraban entrando a su clase, con su amado profesor Snape, Lucila entro al salón y para su sorpresa Tom aun no había llegado, desde que se fue furioso de la biblioteca no lo había visto.

La clase inicio y el asiento de Tom se encontraba vacío, no había llegado a clases. Eso solo dejo pensativa a Lucila, ya que a Tom se lo conocía por ser muy dedicado a los estudios. Durante la clase en mas de una ocasión Lucila volteaba a la puerta, a ver si de casualidad entraba Tom.

-Berkshire- menciono el profesor al finalizar la clase

-SI- contestaron los mellizos

- Lucila Berkshire- corrige volteando los ojos el maestro- venga a mi escritorio

-te espero afuera cariño- menciono el rubio a Lucila

Lucila tomo todas sus cosas y se acerco al escritorio del profesor Snape

-si dígame profesor

- el día de ayer en la noche- comenzó a decir sin levantar la vista de unos pergaminos- me comento el joven Riddle, que ayer terminaron su trabajo sobre las maldiciones imperdonables, y me lo entrego -le entrego unos pergaminos a Lucila- hay que corregir las indicaciones y me lo vuelve a entregar el día de mañana sin falta

-profesor- dice Lucila, logrando que el profesor levante su vista hacia ella- usted sabe porque no asistió Tom el día de hoy

-así es- menciono regresando la vista a unos pergaminos

-me podría decir?

-no, ahora largo de mi salón de clases

Lucila camino hacia fuera del aula, encontrándose a Draco y Mattheo platicando

-que quería- dijo el rubio, colocando su mano en la cintura de Lucila

-solo me dijo algo del trabajo que estamos haciendo Tom y yo-

Lucila estaba confundida, Tom había entregado 12 pergaminos, cuando en la biblioteca no lograron ni terminar 2, sabia que había hecho enojar a Tom pero no sabia a que magnitud

-Oye Mattheo- menciono Lucila- tu sabes donde esta Tom

Draco miro celoso a Lucila

-¿para que quieres saber?- dijo rápidamente el rubio

-por que tenemos trabajo pendiente, relájate rubiecito

-no la verdad, tenia mucho que no desaparecía así- dijo Mattheo sin darle importancia

-como que desaparecía así?

-si, normalmente cuando algo le enoja se va, o cuando lo llama nuestro padre

Lucila solo bajo la mirada, aun mas confundida, Draco noto como Lucila estaba pensativa, eso solo provocaba que el rubio se llenara de celos

-bueno iré a fumar, vienes hurón?

Draco solo negó con la cabeza

******

La semana siguió transcurriendo, semana donde Tom nunca apareció, la única preocupada por el, era Lucila, ya que constantemente le preguntaba a Mattheo sobre el, provocando que el rubio solo se molestara.

Una semana más se había terminado, era un sábado por la mañana, Lucila se encontraba en su habitación sola, ya que Astoria estaba con Theo, y Pansy en algún lugar del castillo con algún chico, siempre era alguien diferente, Lucila no se tomaba ya ni el tiempo de preguntar con quien iba.

Lucila estaba en el escritorio de su habitación, se tomo como cada mañana una pastilla color rosa que le había dado Narcissa, y estaba leyendo una carta que le había llegado.

Tu, eres únicaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora