Enamorada de mi abogada 「 Freenbecky 」

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Freen tiene una hija de 5 años quién ahora vive con su padre y su amante, la omega había descubierto la infidelidad de su pareja y le pidió que se alejara de ellas.

Aquel alfa una noche se llevó a la niña para que viviera con él y su pareja. Una tarde Freen había ido a la casa del alfa para pedir que su hija viviera con ella, cuando tocó la puerta y una sirvienta la dejó pasar escuchó el llanto de su hija. Su loba reaccionó y comenzó a buscarla, llegó a la sala y la escena que presenció la hizo enfadar.

Fue corriendo hasta su hija y la apartó de esa omega quién hace un momento le había pegado a la pequeña, se arrodilló para verla mejor.

—Sarah amor ¿estás bien?— Comenzó a ver el rostro de su pequeña logrando ver una marca rojiza en su mejilla.

—Mami— escuchó hablar a su hija quién tenía lágrimas en los ojos.

—¿Qué estás haciendo aquí?— Preguntó la omega. —No tienes ninguna relación con ella vete de este lugar.

—¿Disculpa?— Contestó Freen cargando a la menor quién se ocultó en el cuello de su madre olfateando su aroma. —Soy su madre, ¿Quién eres tú para pegarle a mi hija?— Comenzó a tranquilizar a la pequeña quién no dejaba de llorar.

—Soy su futura madre.

—Destruiste mi familia Sasi, no eres nada de ella.

—El abogado de tu exesposo dice todo lo contrario.

—No ganarán la demanda—. Habló secando las lágrimas de su hija.

—Tienes razón tu abogado es bueno, espera...—. Una sonrisa se instaló en los labios de la omega. —Según lo que sé tú abogado renunció por miedo al poder de tu exesposo luego del divorcio.

Freen no dijo nada y Sasi soltó una risa viendo con desagrado la escena de Freen y la pequeña Sarah.

—Ahora vete de una vez.

—Quiero hablar con mi hija—. La miró de manera seria logrando que las dejaran solas.

—Mami...— Escuchó la voz débil de su hija y la miró con enojo, miedo y tristeza.

—Prometo sacarte de este lugar pequeña. Confía en mami ¿Sí?— Su hija la abrazó y ella correspondió. —¿Me permites tomarte una foto pequeña?

Si quería que su hija estuviera con ella debía de tener pruebas de la manera en la que era tratada.

—Si mami...

Su hija se limpió las lágrimas mientras su mamá sacaba su celular para tomarle la foto especialmente a su mejilla izquierda.

—Listo— Habló de manera triste. —Ahora tengo que irme, pequeña.

Freen se despidió de su hija para dejarla en su habitación, bajo y vio a Sasi en la sala, fue en busca de una de las sirvientas para poder hablar con ella.

—Por favor, es lo único que te pido—. Habló Freen juntando las manos en forma de súplica. —Si ves que a mi hija le pegan o le alzan la mano por favor promete que me llamarás, te daré mi número.

—Está bien señorita yo le llamaré—. Recibió el papel con el número de la omega y también un abrazo de esta sintiendo pena por aquella omega.

—Muchas gracias, confío en usted muchas gracias.

Freen salió del lugar con la seguridad de saber que sabría el estado de su hija. Una vez llegó a su casa comenzó a buscar números para hablar con algún abogado que pudiera ayudarle, era de buena familia por esta razón era capaz de pagar el mejor servicio y así lo hizo. Buscaría al mejor abogado y ganaría la custodia de su hija.