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Semanas Después

Sarah se había instalado en la casa de su madre, pasando tiempo con su abuela hasta que ella viajara a Chiang Mai nuevamente. Becky le tomó un gran cariño a la pequeña siendo correspondida, la amistad que floreció entre ellas se hacía más fuerte y sus sentimientos por Freen también.

A la pequeña le gustaba mucho el aroma de su madre y el de Becky juntos, cada vez que la castaña venía a conocer más a su madre trataba de que estuvieran juntas para oler esa deliciosa combinación.

—Lo haré—. Una alfa determinada a confesarse se acababa de levantar para visitar a su amiga.

Luego de cambiarse llamó a la pelinegra para poder salir a un lugar bonito y confesarle su amor, esto estaba planeado desde hace un tiempo tenía todo listo.

—Aló Freen.

—Buenos días Bec.

Una voz adormilada se escuchó por parte de Freen haciendo sonreír a la alfa.

—Perdón por despertarte.

Se disculpó aun sabiendo que eran las 8 de la mañana.

—Ya estaba despierta no te preocupes ¿Me querías decir algo?

—Quería invitarte a salir hoy a las 6pm ¿Puedes?

—¡Claro que si Bec!

La respuesta emocionada de Freen la hizo sentirse de la misma manera, nada podía salir mal no en ese día. Tiene que ser especial.

—Está bien, te mando la dirección, hasta la tarde

—Igualmente Becca.

La llamada había terminado y ella fue a arreglar todo luego de mandar la dirección en donde se encontrarían. Por otro lado la omega estaba con su mejor amigo quien había llegado de viaje hace unos días para que pudiera cuidar a su hija durante la tarde.

5:30 pm

La dirección fue mandada, estando todo listo solo faltaba que Freen llegara al lugar. Ambas se encontrarían en el Parque, según el plan de la inglesa era dar un paseo por el parque y llegar a aquel puente, y confesarle su amor. Si era rechazada lo aceptaría, si era aceptada sería la alfa más feliz del mundo.

Freen llegó al lugar y se encontró con la abogada, ambas comenzaron un recorrido por el hermoso parque, aquel era un lugar turístico podían encontrar a extranjeros y no sería algo especial saber que todos van a ese lugar con sus parejas, sin embargo, Becky Armstrong tenía planeado otra cosa.

Pasearon durante un rato, la alfa la invitó a comer sintiéndose feliz al ver que la omega no dejaba de sonreír durante toda la salida. El cielo comenzaba a oscurecerse anunciando la llegada de la noche, los faroles de aquel parque se prendieron.

Ya es hora...

Comenzaron a caminar en dirección opuesta a la mayoría de las personas que salían del parque, la omega sentía curiosidad por saber lo que la alfa quería hacer. Nunca había ido a ese parque y la verdad era realmente hermoso.

—¿El King Power Mahanakhon ?—. Preguntó sorprendida. —¿Crees que nos dejen entrar? Todos están saliendo.

—Vamos a averiguarlo ¿Te parece?—. Becky le mostró una sonrisa y actuando como si tuvieran 17 años se tomaron de la mano y corrieron hacia la torre entrando sin que les digan nada. —Al parecer si—. Dijo con una sonrisa contagiando a Freen.

Comenzaron a recorrer el lugar tomando bastantes fotos, antes de cumplirse los 48 minutos Becky la llevó a lo alto de la torre obteniendo una vista hermosa de toda la ciudad.

—Es realmente hermoso—. Dijo apreciando la vista mientras le tomaba una foto rápida.

Becky tomó el valor necesario para abrazarla por la cintura apoyándose en el hombro de la omega.

—Necesito decirte algo...

—D-dime.

Los lobos de ambas se mostraban inquietos, la omega estaba esperando a que Becky hablara mientras Freen moría de nervios, durante las semanas anteriores la abogada no había dejado de llevarla a citas despertando algo más que interés en ella.

—Me gustas Freen.

—Becky....

—Si me rechazas lo aceptaré, solo quiero decirte lo que siento—. Al no escucharla hablar continuó hablando. —Desde que tomé tu caso me llamaste la atención, lo que viviste no es algo que puedas repetir, con cada sonrisa que me dabas mostrabas tu belleza única, no queremos que vuelvas a sufrir nunca queremos ver esa sonrisa siempre, quiero ser la razón de esa sonrisa, darte la vida que merece una hermosa omega como tú, ser parte de tu hermosa familia.

La omega estaba sonrojada a más no poder, sabía a lo que se refería cuando decía queremos, su loba y ella pensaban igual y al seguir escuchando más palabras las ganas de llorar le estaban ganando.

—Quiero arriesgarme y tratar de ganar tu corazón. ¿Puedo cortejarte?—. Preguntó cuando vio a la pelinegra llorar.

Beckysecó aquellas cristalinas lágrimas que caían por sus mejillas esperando unarespuesta por parte de la omega

Enamorada de mi abogada 「 Freenbecky 」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora