Enamorada de mi abogada 「 Freenbecky 」

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Una omega entusiasmada salió de su casa para ir a visitar a su hija, al llegar la abrazó sin saludar a la pareja presente en la sala y fue a la habitación de su hija para poder jugar con ella. Pasaron más de 3 horas en las cuales Freen estuvo junto a su hija, feliz por pasar tiempo con ella al igual que la pequeña. Luego de jugar, ver películas, leer cuentos y otras cosas que la niña disfrutaba, Freen tomó a la menor y la sentó en sus piernas para poder peinarla por pedido de Sarah.

—¿Mami por qué no podemos vivir juntas?— A pesar de tener 5 años, Sarah no soportaba a la omega que estaba con su padre y tampoco a su propio padre.

—Pronto mi princesa, estoy hablando con tu papá para poder vivir juntas—. Acarició su cabello y comenzó a peinarla. —¿Por qué? ¿Te han vuelto a... pegar?—. No podía ni decir la palabra.

—No—. Respondió la menor dándose vuelta para abrazar a su madre. —Simplemente no quiero vivir con ellos, quiero vivir contigo mami.

—Muy pronto mi princesa

En ese instante la puerta sonó interrumpiendo ese lindo momento entre madre e hija, sabiendo el significado por el cual tocaron la puerta dejó a su hija en su cama para levantarse y quitar lo ganchos rosados que decoraban sus cabellos.

—¿Vendrás mañana mami?

—Sabes que sí mi pequeña hermosa—. Besó las mejillas de su hija escuchando su dulce risa.

Salió del cuarto viendo al alfa en frente de ella con una mirada seria, no le dio importancia y pasó de largo sin dirigirle la palabra ni siquiera un saludo.

—Freen tenemos que hablar—. La voz del alfa llegó hasta los oídos de la pelinegra logrando que sonriera un rato para luego voltear a verlo.

—Yo tengo nada que hablar contigo—. Respondió molesta y seria para luego retirarse, cuando vio a la morena sentada en aquel sofá mostró una sonrisa ante su reacción.

Sasi la vio y no dudó en bajar la cabeza ante ella, a pesar de ser una omega desde aquel día la morena le debía respeto. Freen salió con una sonrisa de la casa no solo por haber jugado con su hija sino también por contradecir a su ex, algo que nunca se había animado a hacer hasta ahora.

Una llamada la hizo volver a la realidad, al notar de quien se trataba su loba comenzó a aullar y a mover la cola mientras ella sonreía al ver el nombre en su pantalla Becky Armstrong.

—Aló

—Hola Freen, necesito hablar contigo.

El tono usado por la pelinegra hizo desaparecer la sonrisa de la pelinegra, tal vez algo andaba mal, tal vez el juez no aceptó las pruebas porque Nikon lo había comprado. Un montón de cosas pasaron por su cabeza en ese mismo instante.

—¿Hola? ¿Freen sigues hay?

—S-si, ¿En dónde nos vemos?

—Te mandaré la dirección.

—Está bien. Adiós

—Por cierto Freen, tranquila no pasó nada malo.

Freen mostró una sonrisa nuevamente y se despidió de la abogada, entró a su chat personal con Becky y vio la dirección. Al llegar vio a la alfa sentada con una taza de café y mirando unos papeles, entró a la cafetería y saludó tomando asiento frente a ella.

—Freen tengo que decirte cómo va el caso—. Habló la castaña y pudo percibir algo de preocupación en la pelinegra. —No es nada malo es todo lo contrario.

—Te escucho—. Respondió un una sonrisa.

—El juez tomó en cuenta las fotos que le tomaste como prueba, ahora necesito que vayas a hablar con el juez sobre la relación que mantenían.

Freen se mostró algo confundida ante lo que decía la pelinegra.

—Su crianza se ha puesto en juego y necesitan saber la manera en la que él se comportaba contigo—. Tomó un poco de su café. —También te preguntarán sobre la persona que golpeó a tu hija y la relación de ellos.

—Esto es algo difícil—. Suspiró tratando de ordenar sus ideas. —¿Cuándo tendría que hablar con el juez?

—¿Mañana a la 1pm, puedes?—.

—Claro—.El mesero llegó y ambas pidieron algo más para comer y tomar, pasarían un ratode esta manera tratando de conocerse mejor.