CAP 11

88 4 0
                                    


HUNTER

Después de la reunión, aproveché la oportunidad para acercarme a Ryan mientras Anthea estaba distraída con unos documentos. Necesitábamos hablar, y no precisamente de negocios. Nos dirigimos a un rincón más apartado de la sala de juntas, donde nadie podía escucharnos.

—Ryan, tenemos que aclarar algo —dije, manteniendo mi voz baja pero firme.

Ryan me miró con una sonrisa ladeada, ese gesto arrogante que siempre me había irritado.

—¿A qué te refieres, Hunter?

Respiré hondo, manteniendo la calma.

—Sabes perfectamente a qué me refiero. Nuestra historia no ha sido precisamente amigable, y no quiero que eso interfiera con este proyecto.

Ryan soltó una risa seca.

—¿Todavía estás resentido por lo de antes? Vamos, eso fue hace años.

—No se trata solo del pasado. Se trata de tu comportamiento, Ryan. Sigues siendo el mismo idiota irresponsable de siempre.

Ryan se cruzó de brazos, su mirada desafiante.

—Y tú sigues siendo el mismo arrogante de siempre. Pero ahora que mencionas comportamientos, debo decir que Anthea es realmente encantadora. Muy linda, ¿no te parece?

Mi sangre se heló al escuchar sus palabras. Sabía exactamente a dónde quería llegar, y no lo iba a permitir.

—Ryan, escúchame bien —dije, acercándome un poco más, mi voz apenas un susurro amenazante—. Si te atreves a acercarte a Anthea con esas intenciones, te juro que te arrepentirás. Mantente lejos de ella.

Ryan levantó las manos en un gesto de falsa inocencia.

—Relájate, Hunter. Solo estoy haciendo una observación. No tienes que ponerte tan agresivo.

—No me conoces si piensas que esto es agresivo —le espeté—. Estoy aquí para asegurarme de que este proyecto salga adelante. Pero no dudaré en hacer lo necesario para proteger a Anthea y a esta empresa de alguien como tú.

Ryan me miró con una mezcla de irritación y diversión.

—Eres demasiado protector, Hunter. Anthea puede cuidarse sola, ¿sabes?

—Eso no es asunto tuyo —respondí, tratando de controlar la rabia que se acumulaba en mi interior—. Solo asegúrate de mantenerte en tu lugar, Ryan. No quiero tener que recordártelo de nuevo.

Antes de que la conversación pudiera escalar más me di la vuelta y me diriji hacia la salida

Dejé la empresa sintiéndome más agotado de lo habitual. La tensión entre Ryan y yo era insoportable, y aunque intenté mantener la calma, su actitud siempre lograba sacarme de quicio. Conduje hacia casa, intentando liberar la mente de toda la basura acumulada durante el día.

Al llegar, me serví un trago y me dejé caer en el sofá, mirando el techo mientras intentaba despejar mis pensamientos. No pasó mucho tiempo antes de que mi teléfono sonara, sacándome de mi intento de relajación. Al ver el nombre de mi padre en la pantalla, suspiré y contesté.

—¿Sí?

—Hunter, necesitamos hablar —dijo mi padre sin preámbulos, su voz sonando más seria de lo habitual.

—¿Qué pasa?

—Hay un viaje de negocios importante que debes hacer. Será en una semana y necesitarás a Ryan y Anthea contigo.

Me incorporé en el sofá, la sorpresa reemplazando momentáneamente el agotamiento.

—¿Un viaje? ¿A dónde?

si los demás supieranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora