CAP 12

71 2 1
                                    

El reloj marcaba las 7:00 am cuando llegué al restaurante. Era uno de esos lugares exclusivos, reservado para aquellos con dinero o poder. Me senté en una mesa apartada, esperando al capo de la mafia con quien debía firmar unos papeles antes de mi viaje a Berlín con Anthea y Ryan.

El camarero me ofreció café, el cual acepté con un leve asentimiento. Mis pensamientos iban y venían, centrándose principalmente en la reunión que tendría después. Berlín no era precisamente un destino de vacaciones, especialmente con Ryan involucrado. Sabía bien lo que ese loco era capaz de hacer.

A los pocos minutos, el capo llegó. Don Vasiliev era un hombre de mediana edad con una presencia intimidante y una mirada que podía helar la sangre menos la mía. Se sentó frente a mí sin decir una palabra, y el camarero, sabiendo que no debía interrumpir, se retiró discretamente.

—Buenos días, Hunter— dijo Don Vasiliev, rompiendo el silencio con su acento ruso marcado.

—Buenos días, Don Vasiliev— respondí, tratando de mantener la calma—Gracias por tomarse el tiempo para reunirse conmigo hoy

El capo asintió, sus ojos analizándome con detenimiento.

—Los negocios no esperan. Tengo entendido que tienes un viaje importante hoy

—Sí—confirmé. —Berlín Con dos socios... Ryan y Anthea

Don Vasiliev alzó una ceja al escuchar el nombre de Ryan.

—Ryan... ese nombre no me es desconocido

Me recosté en la silla, anticipando su reacción. 

—Sí, usted y yo descubrimos algunos de sus... negocios paralelos. No es alguien en quien se pueda confiar fácilmente

El capo soltó una risa seca

—Sabía que ese chico era un problema desde el principio. Un loco, un maniaco. ¿Y la otra? ¿Anthea?

—No la conoce— respondí rápidamente—Ella es... diferente. No está involucrada en esto

Don Vasiliev asintió lentamente

—Bueno, vamos a lo nuestro, entonces. Los papeles están listos—Sacó un maletín de debajo de la mesa y extrajo un par de documentos—Firma aquí y aquí

Revisé los documentos con atención. Eran acuerdos sobre la distribución de ciertos bienes y ajustes en algunas operaciones conjuntas. Todo parecía en orden, pero algo me molestaba.

--Veo que hay un incremento en las tarifas de transporte -- señalé, levantando la mirada hacia él. --No estaba al tanto de este cambio.

Ivanov sonrió, una sonrisa que no alcanzó sus ojos. 

--Es una medida necesaria, Hunter. Los tiempos cambian, y nosotros debemos adaptarnos. Estoy seguro de que entiendes.

--Entiendo la necesidad de adaptarse, pero un incremento tan abrupto podría causar problemas,--respondí, manteniendo mi tono firme. --Necesitamos asegurarnos de que nuestros socios también estén de acuerdo.--

Ivanov asintió lentamente

--Todo en orden--dijo Don Vasiliev, guardando los papeles--Hunter, una cosa más. Mantente alerta. Ese Ryan no es de fiar.--

--Lo sé-- respondí, agradeciendo el consejo--Haré lo posible por mantener todo bajo control.

El capo se levantó y me ofreció la mano. 

--Buena suerte en tu viaje. Nos vemos a tu regreso

Apreté su mano firmemente. "Gracias, Don Vasiliev. Hasta pronto."

si los demás supieranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora