𝐎𝐧𝐞 𝐒𝐡𝐨𝐭𝐬 © ʜᴀʀʀʏ ᴘᴏᴛᴛᴇʀ

ꜰʀᴇᴅ ᴡᴇᴀꜱʟᴇʏ | ᴇꜱᴄᴜᴀᴅʀᴏɴ ᴠᴏʟᴀᴅᴏʀ

Advertencia: Ninguna

—Emma, llevas mucho tiempo aquí, vamos —se quejó Fred una vez más. Lo imitaste en voz baja antes de suspirar y volver a colocar el libro sobre la mesa.

Fred, estoy tratando de estudiar.

—¿Para qué? —preguntó Fred incrédulo—. ¡Son vacaciones y no tenemos tarea!

—Tú no, pero yo sí —respondiste con calma, cogiendo tu pluma y reanudando la tarea de tomar notas en tu pergamino.

—Bueno, hazlo más tarde. ¡Vamos! Ya casi es la hora del almuerzo.

Pusiste los ojos en blanco, sabiendo que él no dejaría de molestarte hasta que obedecieras. "Bien."

—¡Genial! ¡Vamos! —Sonrió y se puso de pie. Resoplaste, luchando contra una sonrisa mientras te tomabas tu tiempo para guardar tus plumas y libros. Fred gimió y puso los ojos en blanco mientras colocabas lentamente tus últimos libros en tu bolso—. ¡Por la barba de Merlín! —exclamó, agarrando los libros que quedaban en la mesa y caminando hacia la salida.

Te reíste levemente y sacudiste la cabeza mientras lo alcanzabas.

*********

Frunciste el ceño mientras doblabas los pies debajo de ti en el sofá, con el fuego crepitando frente a ti, manteniéndote caliente en la fría tarde de octubre.

—¿Alguna vez no lees? —bromeó Fred, dándote un codazo en el costado mientras se sentaba a tus pies, George se unió a su lado.

—Cállate, ya estoy llegando a la parte buena. —Retiraste su mano con un gesto, sin apartar la vista del libro ni un momento.

Fred puso los ojos en blanco y miró a su hermano, que había comenzado a repartir las cartas para jugar al Snap Explosivo.

—¿Qué libro es, de todos modos? —preguntó George, mirándote.

" Kokain Nästet de Edgar Wallace. Trata sobre una rama del Servicio de Policía Metropolitana de Londres que intenta acabar con una banda de narcotraficantes". Respondiste simplemente, mirándolos. "¿Qué?"

—Eso no era inglés. ¿Qué demonios significa eso?

"Es sueco. Dumbledore me dio la traducción al sueco de La brigada voladora. En realidad, no está nada mal".

"¿Sabes sueco?" preguntó Fred sorprendido.

—Me aburrí hace unos veranos —te encogiste de hombros—. Dumbledore descubrió que aprendí sueco y me lo dio. Volviste a centrarte en el libro y te sumergiste en él una vez más.

"¿Alguna vez no lees?", preguntó Fred, dejando su tarjeta sobre la mesa. Marcaste la página que estabas leyendo y la cerraste con un suspiro, sabiendo que Fred y George no te permitirían leer tranquilamente mientras ellos estuvieran allí.

—Por supuesto —Pusiste los ojos en blanco.

—Nunca te había visto sin un libro —respondió Fred, golpeando rápidamente con su varita las mismas cartas—. ¡AHA!

—¡Maldita sea, Fred! —gruñó George, colocando otra carta en la pila con más fuerza de la necesaria.

Fred se rió: "Hola, Emma".

"¿Sí?"

"¿Alguna vez te duele el cerebro si lees demasiado?"

Pusiste los ojos en blanco y dije: "¿Tienes siquiera cerebro?"

—Sí, lo hago. No, en serio, ¿alguna vez te duele la cabeza por leer demasiado? ¿Cómo haces para retener toda la información en la cabeza?

"No, no me duele la cabeza leer. Las únicas cosas que me dan dolor de cabeza son tú y George".

—¡Oye! —exclamó George, poniéndose una mano en el corazón y fingiendo estar herido.

—Sí, tú también, Gred. —Te reíste y le diste un golpecito en la cabeza.

—Entonces, ¿cómo recuerdas todas esas cosas? —preguntó Fred mirándote con humor en sus ojos.

"¿Qué cosas?", respondiste arqueando una ceja.

"Otros idiomas. Trabajos escolares, todo " .

—Simplemente lo hago. —Te encogiste de hombros—. Me interesan.

—Nunca hubiera pensado que terminarías saliendo con un nerd, Freddie —dijo George sonriendo.

"¡Oye!" exclamaste, "¡Estoy aquí!"

—Sí, yo tampoco —respondió Fred.

Miraste a Fred con burla y levantaste una ceja mientras lo mirabas fijamente. "Ya no lo harás si sigues así", bromeaste.

—No me dejaste terminar. —Fred puso los ojos en blanco—. Pero lo encuentro extremadamente atractivo.

—Claro que sí —te reíste, inclinándote hacia delante y dándole un beso en los labios.

—Chicos asquerosos, no delante de mí —gruñó George.

Simplemente te reíste del gemelo y decidiste tomar tu libro otra vez, con una mano sosteniéndolo abierto mientras con la otra jugaba distraídamente con el cabello de Fred.