¿Qué pasa si tú y tu mejor amigo se enamoran de la misma chica?
Eso mismo les pasa a JungKook y a TaeHyung quienes jamás se imaginaron que terminarían por compartir también el gusto por la misma chica. Ellos nunca se han guardado secretos, así que l...
Sabía que no había nadie en el mundo que pudiera tolerarlo"
—Dancing With Our Hands Tied – Taylor Swift—
Las pruebas dentro de una relación son bastante comunes.
Aunque JiMin y JungKook eran capaces de superarlas.
Eran jóvenes, pero eso no significa que sean tontos. Sabían que no todo sería fácil en su relación, aunque nunca se imaginaron que se verían afectados por Min YoonGi. Realmente no esperaban que terceros tuvieran la intención de meterse, pero sabían que la gente hablaba de ellos. Ya sea de frente o a sus espaldas.
No, no sería fácil. Pero eso no significaba que dejarían que los malos les afectaran.
Tenían que tolerarlo.
JungKook estaba dispuesto a todo para hacer que su relación con JiMin sea duradera, si es posible, para toda la vida. Pero para eso tenía que enviar un mensaje claro a los opositores. Algo que no se viese posesivo, pero sí que todos entendieran que ellos no dejarían lo que tenían.
Así que, primerio que nada, despertó muy a gusto en la cama de JiMin. Con sus piernas enredadas en posición de cucharita. Aspirando su aroma natural y el de los jabones que suele usar. Despertó cálido y esbozó una amplia sonrisa por eso.
En su estómago aparecieron mariposas revoloteando por todos lados. Estaba emocionado y feliz... muy feliz.
Despertar con su enano era uno de los mejores sentimientos de la vida. Amaba sentir su calor corporal y su piel desnuda pegada a la suya. Amaba la sensación que le brindaba escuchar su relajado respirar. Pero sobre todo, amaba cuando lo despertaba con pequeños besos húmedos que repartía en su mejilla. Amaba ver cómo iba a despertando y cómo hacía pucheros en el proceso.
Sus ojos se encontraron y ambos sonrieron contentos, con los mismos sentimientos que les invaden cada vez que despiertan juntos.
Esperan que sea así para toda la vida.
—Buenos días, enano—le dijo y besó su nariz— ¿Amaneciste bien?
—Buenos días—sonrió embobado. JungKook por las mañanas era bastante sexy—Estoy bien ahora.
De pronto el recuerdo de cómo fue que terminaron en estas condiciones le invadió y se giró por completo para aferrarse a él como si fuera un coala.
—No quiero que volvamos a pelear—dijo y enterró su rostro en el pecho del mayor—Pero sí quiero que tengamos mucho sexo—se burló.
—Eso último no está en discusión—sonrió y deslizó lentamente una de sus manos hacia el trasero del rubio—Y en cuanto a las peleas...—lo tomó y lo subió encima suyo al tiempo que amasaba su trasero de manera obscena—Sabremos cómo solucionarlo.
JiMin sonrió, porque le encantaba recibir esas atenciones por la mañana y porque podía sentir la seguridad de que momentos tan catastróficos como este no se volverán a repetir. Así que besó a JungKook con mucho amor y devoción. No tardaron demasiado en hacer que la situación subiera de nivel, así que decidieron terminarlo en la ducha antes de marcharse al instituto, lugar donde JungKook dejaría algo muy en claro de una forma sutil, pero determinante.
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