Capítulo seis

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Me despierto después de un largo sueño en mi cama estrecha, en la habitación que comparto con Fany y otra chica, llamada Rosalinde, que me enteré ayer que es una de las hermanas de Jake. Es mucho más atractiva que Fany y yo, aunque aún así se mantiene soltera ya que según ella los hombres lobo son muy posesivos y tóxicos. Y tiene razón, esa descripción calza a la perfección con Jake.

-En la cocina de este edificio dejé ayer tu comida humana, debes de tener hambre. -Dice Fany con amabilidad.

-Sí, de hecho, lo primero que haré hoy será desayunar.

La cocina está bastante sucia como el resto de la instalación, aún así dejo a un lado el asco y como unas galletas con mermelada soportando el maloliente olor. En parte estoy acostumbrada a esto por mi infancia, mamá nunca tenía tiempo para limpiar ya que lo que reunía mi padre se lo gastaba en drogas y fue cuando murió de una sobredosis el momento que mi padre empezó a beber, a partir de ahí comenzó a abusarme sexualmente a partir de los seis años. Menos mal que conseguí independizarme, esa vida era inaguantable.
Una vez termino de desayunar y limpiar decido explorar un poco el lugar.
Llevo teniendo todo este tiempo la sensación de que alguien me observa. Es cuando quedo en un laboratorio apenas iluminado cuando siento una mano posarse en mi hombro, me giro y el extraño individuo me tapa la boca.

-Tranquila, no te haré daño, solo vengo a salvarte de este tirano. -La voz de este joven es suave y tranquila.

Su aspecto es como el de un metalero, melena negra que le llega a la cintura,
ojos castaños, ropa negra con cadenas y joyería con calaveras y lunas. Lo más irrisorio es que varios tatuajes de hadas adornan su blanquecina y pálida piel. Esa contradicción me provoca la mueca de una sonrisa.

-Jake quiere colonizar a los humanos, someterlos a su voluntad. Por eso lleva años teniendo hijos sin parar, te piensa transformar después de que des a luz para que tengáis hijos según él más puros -Me explica apresurado-. Sé que no quieres ser madre y que quieres abortar. Fuguemonos juntos a tu antigua casa, yo tampoco soporto más esto y te ayudaré a salir indemne en nuestra huida de los vampiros que inundan estos lares.

No sé qué respuesta darle, por una parte quiero ser libre de este mujeriego y no ser madre pues no me siento preparada para serlo. Pero por otra parte, no me agrada la idea de separarme muchos kilómetros de él.
De pronto se escuchan unos pasos en el pasillo que pega al laboratorio.

-Vamos Betty, no huyas de mí -es la voz de Jake.

-Yo antes era tu favorita hasta que llegó esa maldita zorra humana, no sé qué se te pasó por la cabeza para pensar que acostarte con una de su especie era buena idea. Ella ha ocupado mi lugar. -La chica que me insulta llora desconsoladamente.

-Sigues siendo mi favorita cariño, vamos a disfrutar un poco aquí que no hay nadie. -Dice consumido por la lujuria.

El misterioso chico y yo escuchamos un largo rato su sesión de sexo matutino. Estamos rojos como tomates, y yo no sólo lo estoy de la vergüenza sino del enfado y los celos que van creciendo en mis entrañas a ritmo agigantado. Es por eso por lo que cierro la puerta con el pasador y me pongo a gemir como loca.

-Me encanta como me follas, ¡Oh sí!

El extraño chico me mira entre divertido y bastante incómodo por la situación. Afuera noto como se detienen.

-Es la voz de Rina.

-Déjala Jake, no te merece por serte infiel, sigamos con lo nuestro.

Él intenta abrir la puerta pero al estar cerrada la aporrea tan fuerte que queda destrozada a pedazitos. Su cara es de ira pura.

-No me hagas ese tipo de bromas Rina, cualquiera que se le ocurra tener sexo con mis chicas está muerto. Y tú, Remy, ¡largo de mi presencia!

-Rina no te merece, padre -musita él yéndose por la puerta.

Así que este tal Remy que me ha propuesto la libertad es hijo de Jake. Eso me hace entender algunas cosas.

-Dijiste que no ibas a ser como los otros chicos y aquí estás diciéndole a esa que es tu favorita. Encima piensas transformarme en contra de mi voluntad. -Discuto con él muy enfadada.

-Ese bocazas si no fuera mi hijo hace mucho que estaría muerto. -Maldice enojado-. Yo solo hago lo mejor para mi manada, Rina, y aprenderás a ser una más por las buenas o por las malas.

Me agarra del brazo y me lleva hasta su habitación, la única que tiene una sola cama y de matrimonio.

-¿Qué más te ha dicho ese mocoso?

-Nada más, hemos hablado poco ya que vuestros gemidos nos han interrumpido la conversación.

-Entiendo que estés celosa, pero así es como deben de ser las cosas. Debo de manteneros felices y cortejadas a todas, por eso a cada una le digo que es mi favorita. Para que estén más dispuestas a reproducirse conmigo, pero tú eres la única que realmente siento que hay un vínculo más allá de lo sexual. Por eso aunque no me creas tú eres mi única favorita. -Me explica con voz grave y afectada mirándome a los ojos-. Cuando te escuche gemir no sabes la rabia que me invadió por dentro, hubiera matado a ese hijo de puta si realmente alguien te estuviera poseyendo de esa manera.

Lo beso para callarlo, estoy cansada de charla, ahora solo quiero perderme en las sensaciones que invaden mi cuerpo y mi mente al hacer el amor con él.

Embarazada de un licántropo (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora