Capítulo siete

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Despierto entre los brazos de mi secuestrador, después de copular como conejos nos quedamos profundamente dormidos. Una idea maliciosa cruza mi mente, si él va a tirarse a las tías que le dé la gana yo haré lo mismo ligandome a su hijo Remy. Es hasta más guapo que su padre facialmente solo que está demasiado delgado en comparación a Jake.
Voy a darle a este desgraciado un poco de su propia medicina. Este se espera que como tengo problemas emocionales voy a comportarme como una mujer débil y estúpida. Se equivoca bastante, no me conoce bien.
Me aparto de él sin que se despierte, me visto y salgo de su dormitorio. Primero iré a desayunar y ya después buscaré a mi nuevo ligue.
Desayuno rápido y recorro todo el edificio en su búsqueda. Lo encuentro en un banco, está tocando una guitarra acústica. Me siento a su lado y él detiene la triste melodía para mirarme a los ojos.

-¿Cómo estás Rina? ¿Ese cabrón se sobrepasó contigo? -pregunta muy interesado en mí.

-Estoy bien y no se sobrepasó, pero me parece muy irritante. Y más aún por la forma que tiene de molestarte no mereciendotelo. -Le contesto poniéndome de su lado.

-Ni me digas, por eso mi madre volvió al reino de las hadas. No lo aguantaba y a las hadas nos gusta la libertad, el caos, odiamos la violencia y nos gusta el poliamor. Como yo soy mitad lobo no puedo volver con ella. -Me explica con un gran dolor en el rostro-. Ella a veces me visita pero por poco tiempo ya que no quiere que mi progenitor la vuelva a secuestrar.

-Lo siento mucho, es muy injusto lo que Jake hace. -Le expreso verdaderamente apenada por él.

-No quiero tu compasión, por cierto, la oferta de irnos de aquí sigue en pie. Antes tenía temor de hacerlo porque no quería estar solo, aquí he hecho amistad con algunos pero al verte sentí que me apetece estar a tu lado. Como que ambos podemos sanar nuestros corazones rotos. -Me dice mirándome profundamente a los ojos.

-Acepto -aunque le he cogido cierto cariño a Jake no me gustó nada que me sea infiel. Ponga las excusas que ponga.

-Perfecto, nos vamos ahora, conozco una huida secreta. Toda la manada te tiene controlada pero sé cómo evadirlos.

Me guía hacia un cuarto de baño donde hay una rejilla que conduce a un conducto de la ventilación abierta, él sube primero con gran agilidad y me da una mano para que tome impulso y pueda introducirme también.
Hay muchas telarañas, arañas, polvo, suciedad que se nos pegan por todo nuestro cuerpo hasta que finalmente llegamos a otra rejilla que conduce hacia uno de los laterales del edificio, salimos, él mira que esté despejado y me guía hacia el acceso a un túnel subterráneo cuya trampilla se encuentra en el césped. El túnel es oscuro pero él con algún tipo de magia ilumina todo su cuerpo como si de una estrella se tratase y nos alumbra el camino.
Hay varios nichos, deben de ser de los soldados caídos en guerra o que hayan muerto en la base militar.
Tras unas horas descansamos un rato para comer un poco de pan que él lleva encima y me pasa una cantimplora para que beba agua.
Después de comer escuchamos el sonido de varios murciélagos. Su cara de tensión me confirma lo peor.
Los seres de la noche se transforman en siniestras figuras y yo me desmayo del susto. Ya que son tantísimas que me veo muerta e impotente.

-¡Despierta Rina! -Es la voz colérica de Remy, escucho cerca un riachuelo y despierto.

Al abrir los ojos él me abraza con lágrimas en los ojos.

-¿Estamos muertos? ¿Esto es el paraíso? -pregunto al ver extensos bosques multicolores, animales de distintos tipos pastando alegres y hadas acariciándolos.

-No, mi madre nos salvó, nos trajo al reino de las hadas. -Me explica entre aliviado y con tristeza-. Estuvo aquí hace un rato explicándome que al verme en una situación de muerte los reyes de las hadas hicieron una excepción con nosotros mientras respetemos sus normas.

Me quedo flipando y él solo se limita a abrazarme con fuerza.

Embarazada de un licántropo (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora