Desperté con una sensación de inquietud, el peso de la última carta aún fresco en mi mente. Había algo en ella que me decía que las cosas estaban a punto de cambiar, y no necesariamente para bien. Después de vestirme rápidamente, me dirigí a la tienda de libros, esperando encontrar al hombre nuevamente.Pasaron varias horas antes de que él apareciera, como si supiera que lo estaba esperando. Esta vez, decidí seguirlo a distancia cuando dejó la tienda. Caminé tras él por las concurridas calles de la ciudad, mi corazón latiendo con fuerza en mi pecho.
Lo seguí hasta un café pequeño y casi vacío. Él se sentó en una mesa cerca de la ventana, y yo tomé asiento en una esquina desde donde podía observarlo sin ser vista. Saqué mi teléfono y le envié un mensaje a Namjoon, informándole de mi ubicación y de lo que estaba haciendo.
Mientras observaba al hombre, noté que miraba su reloj con frecuencia, como si estuviera esperando a alguien. Finalmente, una figura familiar apareció por la puerta del café: Namjoon. Mi corazón se detuvo un instante mientras lo veía acercarse al hombre y sentarse frente a él.
¿Qué estaba haciendo Namjoon aquí? ¿Cómo conocía a este hombre? La confusión y la preocupación se mezclaban en mi mente mientras intentaba procesar lo que estaba viendo.
Decidí quedarme y observar, tratando de escuchar algo de su conversación. Aunque no podía escuchar claramente desde mi posición, los gestos y expresiones de ambos hombres parecían indicar que estaban en medio de una discusión seria.
Después de unos minutos, Namjoon se levantó y salió del café, dejando al hombre solo. Esperé unos momentos antes de salir detrás de Namjoon, alcanzándolo a unos pocos metros del café.
—¡Namjoon! —llamé, intentando mantener mi voz firme—. ¿Qué está pasando?
Namjoon se detuvo y se giró hacia mí, una expresión de sorpresa en su rostro.
—tn, ¿qué estás haciendo aquí?
—Podría preguntarte lo mismo —respondí, cruzándome de brazos—. ¿Quién es ese hombre y por qué estabas hablando con él?
Namjoon suspiró y me tomó del brazo, llevándome a un lugar más apartado donde pudiéramos hablar sin ser interrumpidos.
—Él es Yoongi, un viejo amigo mío —explicó—. Quería hablar con él sobre lo que está pasando, ver si podía ayudar de alguna manera.
Asentí lentamente, tratando de procesar la información. Yoongi, el hombre que había estado observándome y enviándome cartas, era amigo de Namjoon. La situación se volvía cada vez más complicada.
—¿Y qué dijo? —pregunté, mi voz apenas un susurro.
Namjoon pareció dudar por un momento antes de responder.
—Dijo que va a investigar por su cuenta. Cree que alguien podría estar usando su nombre para confundirte y desviar la atención.
No estaba segura de qué pensar. ¿Podía confiar en Yoongi, alguien a quien apenas conocía? ¿O estaba Namjoon encubriendo algo más profundo?
Decidí que necesitaba hablar con Yoongi directamente. Le dije a Namjoon que lo encontraría más tarde y regresé al café, con la esperanza de que Yoongi aún estuviera allí.
Para mi alivio, lo encontré en la misma mesa, mirando por la ventana con una expresión pensativa. Me acerqué lentamente y me senté frente a él, sorprendiéndolo.
—Necesitamos hablar —dije, tratando de sonar más segura de lo que me sentía.
Yoongi me miró con una mezcla de curiosidad y preocupación.
—Sí, creo que sí —respondió en voz baja—. Hay mucho que necesitas saber.
La conversación que siguió fue una mezcla de revelaciones y confusión. Yoongi me explicó que había notado a alguien siguiéndome y que había intentado advertirme de alguna manera, pero que sus esfuerzos solo parecían empeorar la situación. Aseguró que él no era el responsable de las cartas, pero que conocía a alguien que podría estar detrás de todo esto.
A medida que hablaba, comencé a sentir una extraña mezcla de alivio y desconfianza. Aunque sus palabras parecían sinceras, algo en su tono y en su mirada me hacía dudar.
—¿Por qué no me dijiste esto antes? —pregunté, mi voz teñida de frustración—. Podríamos haber evitado todo este malentendido.
Yoongi suspiró, pasando una mano por su cabello.
—No quería involucrarte más de lo necesario. Pensé que podría manejarlo por mi cuenta, pero obviamente me equivoqué.
Le miré fijamente, tratando de decidir si podía confiar en él. Al final, decidí darle el beneficio de la duda. Necesitaba toda la ayuda posible para resolver este misterio y poner fin a la sensación constante de ser vigilada.
—Está bien —dije finalmente—. Trabajemos juntos en esto. Pero si descubro que me estás mintiendo, no dudaré en tomar medidas.
Yoongi asintió, una expresión de determinación en su rostro.
—Lo entiendo. Haré todo lo posible para ayudarte, tn. No dejaré que esto continúe.
Nos despedimos con la promesa de mantenernos en contacto y compartir cualquier información nueva que encontráramos. Mientras caminaba de regreso a mi apartamento, sentí una mezcla de esperanza y temor. Las cosas estaban comenzando a tomar forma, pero aún había muchas preguntas sin respuesta.
Esa noche, mientras me preparaba para dormir, no pude evitar sentir que algo estaba a punto de cambiar. Las piezas del rompecabezas estaban comenzando a encajar, y aunque no sabía a dónde me llevaría esta investigación, estaba decidida a seguir adelante.
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mi acosador (yoongi y tu)
FanfictionDesde hace meses, tn siente que alguien la observa. La sensación de ser vigilada la acompaña a todas partes, y las misteriosas cartas sin firmar que recibe solo aumentan su inquietud. A pesar del apoyo de sus amigos Namjoon, Jin, Jimin, Hoseok, Taeh...