Con el paso del tiempo, me esforzaba por dejar atrás el caos emocional que había marcado mi relación con Yoongi. Decidí abrirme a nuevas experiencias, y parte de eso incluía conocer gente nueva. Una tarde, en una galería de arte, conocí a un hombre llamado Daniel. Era un artista apasionado, y nuestra conversación fluyó con facilidad mientras discutíamos sobre las exposiciones y nuestras obras favoritas.Daniel y yo intercambiamos números de teléfono y comenzamos a vernos con frecuencia. Su perspectiva sobre el arte y la vida era refrescante, y disfrutaba de su compañía sin complicaciones. Aunque solo éramos amigos, la conexión que tenía con Daniel era una bocanada de aire fresco en medio de la confusión de mis sentimientos por Yoongi.
Una tarde, decidimos ir a una cafetería que solía frecuentar con mis amigos. Estábamos riendo y disfrutando de un café cuando, inesperadamente, Yoongi entró al lugar. Su mirada se dirigió hacia mí, y su expresión cambió al vernos juntos. La tensión en su rostro era evidente, y su cuerpo se tensó visiblemente.
Yoongi se acercó a nuestra mesa, tratando de mantener la calma, pero era evidente que estaba molesto. Daniel, al notar la tensión, se ofreció a darnos un momento a solas, alejándose con una sonrisa amigable.
—¿Quién es él? —preguntó Yoongi, con una voz que intentaba sonar casual, pero cargada de una mezcla de celos y preocupación.
—Se llama Daniel. Es un amigo que conocí recientemente —respondí, tratando de mantener la conversación lo más tranquila posible.
Yoongi frunció el ceño, claramente desconcertado por la situación. Aunque sabía que no tenía derecho a sentirse celoso, la intensidad de sus emociones era palpable.
—¿Solo un amigo? —inquirió, su tono revelando su escepticismo.
—Sí, Yoongi, solo un amigo. No tienes nada de qué preocuparte —dije, tratando de calmar la situación.
Yoongi suspiró, pasando una mano por su cabello en un gesto frustrado.
—tn, sé que no tengo derecho a sentirme así, pero no puedo evitarlo. La idea de que estés con alguien más... simplemente me duele —admitió, su voz suavizándose.
Sentí una punzada de compasión por él, pero también sabía que debía mantener mis límites claros.
—Yoongi, estamos en un proceso complicado. Ambos necesitamos tiempo para entender nuestros sentimientos y sanar. Pero eso no significa que debas intervenir en mi vida social —respondí firmemente.
Yoongi asintió, aunque su expresión mostraba que estaba lejos de estar satisfecho. Había una mezcla de tristeza y resignación en su mirada, y por un momento, casi me rompió el corazón verlo así.
—Lo sé, solo... no puedo evitar sentir que te estoy perdiendo —susurró, bajando la mirada.
Me quedé en silencio, sintiendo el peso de sus palabras. Entendía su dolor, pero también sabía que no podía permitir que sus celos dictaran mis acciones.
—Necesitamos tiempo y espacio, Yoongi. Es lo mejor para ambos —dije finalmente, tratando de sonar lo más comprensiva posible.
Yoongi asintió de nuevo, con una expresión sombría. Sin más palabras, se dio la vuelta y salió del café, dejándome con una mezcla de emociones que no sabía cómo procesar.
Daniel regresó a la mesa, mirándome con curiosidad pero sin preguntar nada. Agradecí su discreción y traté de volver a la conversación, aunque mi mente seguía atrapada en la interacción con Yoongi. La situación se estaba volviendo más complicada de lo que había anticipado, y me di cuenta de que aún quedaba un largo camino por recorrer para encontrar una resolución.
Después de que Yoongi se marchara, me sentí inquieta. Intenté concentrarme en la conversación con Daniel, pero mi mente seguía regresando a lo que acababa de suceder. Daniel notó mi distracción y, con una sonrisa comprensiva, cambió el tema a algo más ligero, intentando aliviar la tensión.
Más tarde esa noche, mientras estaba en casa, no pude evitar reflexionar sobre la situación. Me sentía atrapada entre dos mundos: uno donde Yoongi y yo compartíamos una conexión profunda y compleja, y otro donde intentaba avanzar y encontrar paz. Sin embargo, las emociones no resueltas y la presencia de Yoongi en mi vida complicaban mis esfuerzos por seguir adelante.
La situación con Daniel me hizo darme cuenta de lo difícil que sería para mí establecer nuevas conexiones mientras aún estuviera emocionalmente ligada a Yoongi. Sabía que debía enfrentar mis sentimientos de frente, pero también temía el dolor que eso podría traer.
Una noche, mientras contemplaba mi situación, recibí un mensaje de Yoongi. Era breve, pero cargado de emoción:
"Lo siento por hoy. No debí reaccionar así. Si necesitas tiempo, lo entiendo. Solo quiero que sepas que me importas y que estaré aquí si decides hablar."
Sus palabras me tocaron, pero también aumentaron mi confusión. Sabía que Yoongi se preocupaba por mí, pero también era consciente de que nuestra relación tenía problemas profundos que no podían resolverse fácilmente. Sentía una mezcla de tristeza, empatía y frustración, sin saber cómo proceder.
Decidí tomarme un tiempo para pensar antes de responder. Necesitaba claridad, no solo para saber cómo manejar mi relación con Yoongi, sino también para comprender mis propios sentimientos. Me inscribí en una clase de meditación y comencé a escribir en un diario, con la esperanza de que estas actividades me ayudaran a ordenar mis pensamientos.
Mientras tanto, mis amigos, especialmente Namjoon, seguían siendo un apoyo incondicional. Una tarde, mientras caminábamos por el parque, Namjoon me ofreció un consejo que resonó profundamente en mí.
—pequeña, a veces, el amor no es suficiente para mantener una relación. Debes preguntarte si puedes perdonar y olvidar, y si puedes vivir con las decisiones que tomes. No te apresures a tomar una decisión, pero tampoco te quedes atrapada en la incertidumbre para siempre —dijo, su voz suave y llena de comprensión.
Sus palabras me dieron mucho en qué pensar. Sabía que tenía que tomar una decisión eventualmente, pero también entendía que necesitaba tiempo para sanar y procesar mis emociones.
Mientras caminaba de regreso a casa, me encontré con Daniel. Nos saludamos y hablamos brevemente sobre nuestras respectivas semanas. Daniel mencionó que había notado mi distracción la última vez que nos vimos, y me ofreció su apoyo sin presionar para obtener más detalles.
—Entiendo que estés pasando por un momento difícil. Solo quiero que sepas que aquí estoy si necesitas hablar o simplemente distraerte un poco —dijo con una sonrisa sincera.
Agradecí su oferta y me sentí aliviada al saber que, aunque mi vida estaba llena de incertidumbre, aún tenía personas que se preocupaban por mí y me apoyaban.
Al final del día, mientras me preparaba para dormir, miré el mensaje de Yoongi una vez más. No sabía cómo responder ni siquiera si debería hacerlo. Pero sabía que, eventualmente, tendría que enfrentar mis sentimientos y tomar una decisión. Y aunque esa idea me asustaba, también sentía una extraña sensación de alivio al saber que, al menos, estaba avanzando hacia una resolución.
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mi acosador (yoongi y tu)
FanficDesde hace meses, tn siente que alguien la observa. La sensación de ser vigilada la acompaña a todas partes, y las misteriosas cartas sin firmar que recibe solo aumentan su inquietud. A pesar del apoyo de sus amigos Namjoon, Jin, Jimin, Hoseok, Taeh...