𝙰 𝙶𝚕𝚒𝚖𝚖𝚎𝚛 𝚘𝚏 𝙻𝚒𝚐𝚑𝚝

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🖤 ┊┊┊ - - - - - - - ✦ - - - - ❲ 寶貝 ❳ ₊˚.༄
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Pov Shanks
𝚃𝚒𝚎𝚖𝚙𝚘: 𝙿𝚊𝚜𝚊𝚍𝚘

La noche se cernía solitaria sobre la habitación donde el pelirrojo descansaba. Las luces de su cuarto permanecían apagadas, y la única luminosidad provenía de la pantalla del monitor. Shanks, con sus quince años y en plenas vacaciones, navegaba por videos en busca de entretenimiento. Las opciones eran escasas, pero entonces se topó con un directo que capturó su atención: "Primer concierto en vivo - B𝐥𝐚𝐜𝐤 𝐬𝐰𝐨𝐫𝐝𝐬". La banda recién debutaba, y la emoción era palpable. Aunque Shanks no compartía el entusiasmo general, algo lo intrigaba: el vocalista. Sin más dilación, hizo clic en la ventana.

- ¡Hola, queridos seguidores! - anunció el pelinegro desde el escenario, y los gritos del estadio resonaron a través del monitor - Gracias por darnos la oportunidad de estar aquí. A quienes nos ven a través de la pantalla, también es un placer tenerlos con nosotros.

La cámara enfocó al chico de pelo negro, y Shanks quedó flechado. Una sonrisa apenas marcada se dibujó en los labios del vocalista. En ese instante, sus mejillas se tiñeron de un rubor tenue mientras su mirada permanecía fija en la pantalla.

- Es... Es tan lindo... - susurró sin darse cuenta, mientras la escena se transformaba y mostraba a toda la agrupación preparándose para la primera canción. Nacía una nueva fijación por aquel grupo.

Así fue como escuchó las cinco canciones del nuevo disco que habían sacado semanas atrás. La noche pasó rápida, y Shanks se desveló sin siquiera darse cuenta. Ya conocía los nombres de cada integrante: Mihawk, el vocalista y guitarrista principal; Crocodrille, el baterista y cantante de apoyo; y Doffy, el bajista.

- Para finalizar, cantaremos una de las canciones más esperadas... ¡"Iris"! Espero que les guste... - En ese momento, las luces se apagaron, dejando el escenario vacío y solo se oían los instrumentos de fondo.

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Pov Shanks
𝐓𝐢𝐞𝐦𝐩𝐨: 𝐏𝐫𝐞𝐬𝐞𝐧𝐭𝐞

La tenue luz del escenario lo envolvía. Ahora, con diecinueve años, estaba en su primer concierto de "B𝐥𝐚𝐜𝐤 𝐬𝐰𝐨𝐫𝐝𝐬". Aquello parecía irreal. No había imaginado que presenciaría en persona las canciones de la banda que seguía desde los quince.

- "'Cause I know that you feel me somehow" - la voz del pelinegro finalmente resonó. Shanks lo miró, sintiendo la misma emoción por aquella canción que la primera vez que la oyó - "You're the closest to heaven that I'll ever be."

Su corazón latía desbocado, recordando el "fanfic" que había escrito sobre él. Aquella canción lo había inspirado, y la emoción de vivir lo mismo que había plasmado en aquel libro era una de sus fantasías más grandes. Un fan enamorado del vocalista de la banda, aunque sabía que eso solo ocurría en su mente.

- "And I don't wanna go home right now" - sus miradas se encontraron después de decir eso. Las mejillas de Shanks se colorearon aún más, combinándose con el calor que sentía entre la multitud - "And all I can taste is this moment."

La conexión de miradas persistió durante unos minutos. El pelinegro se desplazó hacia otro punto del escenario, y la mente de Shanks comenzó a tejer historias. ¿Realmente lo había mirado a él? ¿O había sido una simple coincidencia? La pregunta se aferró a su mente hasta que el concierto llegó a su fin.

El estadio vibraba con la energía de los fans. Las luces danzaban, y el solo de guitarra resonaba a través de las cornetas del escenario. Mihawk, el enigmático guitarrista y vocalista de la banda "B𝐥𝐚𝐜𝐤 𝐬𝐰𝐨𝐫𝐝𝐬", se encontraba en su elemento. Su voz rasgada y su presencia magnética llenaban los corazones de los fanáticos en todo el mar del este. El nombre del fandom, "Guardians of Rhythm", resonó entre el silencio cuando la última nota de la canción se desvaneció.

- Es momento de despedirnos - anunció Mihawk, su mirada intensa recorriendo la multitud. - Sé que desean más canciones, pero en este momento toca decir hasta pronto. ¡Nos veremos el próximo mes! ¡Cuídense!

La audiencia respondió con un grito unánime. Los fuegos artificiales estallaron en el cielo, cerrando aquel concierto épico. Shanks, el pelirrojo entre las gradas, estaba atónito. Ver a Mihawk en persona superaba con creces cualquier experiencia desde casa. Era como si el sueño se hubiera materializado frente a él.

El estadio se vaciaba lentamente, pero Shanks seguía absorto. Las lágrimas brotaron de sus ojos. Aquel concierto había sido el mejor regalo que jamás le habían dado. Mientras observaba cómo Mihawk se alejaba hacia los camerinos, Shanks se preguntaba si todo aquello era real o simplemente un capricho de su imaginación.

- ¡Shanks! - La voz de su hermano interrumpió su ensueño. - Roger nos regañará si pasamos de las 2. Vámonos a casa.

- De verdad, gracias, Buggy...

Agradecido, Shanks abrazó a su hermano, algo que rara vez hacía. Las palabras no eran suficientes para expresar lo que sentía. Buggy, su hermano, lo soltó con una mezcla de cariño y exasperación.

- Sabes que haría cualquier cosa para verte feliz, tonto. Pero suéltame ya, o nos quedaremos encerrados aquí.

Shanks rió, secándose las lágrimas. Siguió a Buggy hacia la salida del estadio, sin percatarse de que un chico peli-negro lo observaba desde detrás de las cortinas del escenario. Mihawk, recogiendo los instrumentos, había presenciado la emoción de Shanks durante el concierto.


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El regreso a casa fue menos aburrido con la compañía de su hermano. Las calles solitarias resonaban con la voz de Shanks, quien relataba emocionado cada detalle del concierto. Mihawk, desde la distancia, sonrió. Aquella noche, el enigmático guitarrista había dejado una huella imborrable en el corazón de su mayor admirador.

- Hicimos contacto visual, Buggy. Me miró a mí... - La emoción resonaba en la voz de Shanks al recordar ese momento. Sus ojos buscaron al contrario, y una sonrisa se dibujó en su rostro.

- Shanks... Había como siete personas alrededor, y además estabas lejos del escenario, aunque estábamos en zona VIP. Creo que te estás montando una historia en tu cabeza - respondió su hermano de manera amigable. Estaba acostumbrado a escuchar sobre el amor de Shanks por aquel cantante.

- ¡Pero yo destacaba! Era el único pelirrojo... ¡Punto para mí! - el tono burlón se mezclaba con las ilusiones que seguían rondando en la mente y, quizás, en el corazón ansioso de Shanks.

- Bien, bien. Vamos a suponer que es así... ¿Qué harás? ¿Buscarlo y preguntarle o escribirás otro 'fanfic' como siempre haces? - planteó su hermano.

- ¡Ya sé lo que haré esta noche! - Con esas palabras, Shanks respondió a la pregunta de su hermano. La noche se presentaba larga, y su imaginación estaba a flor de piel. La idea de plasmar aquella experiencia en una historia no sonaba mal, sobre todo porque tenía tiempo sin utilizar la aplicación de libros.

El trayecto de regreso a casa estuvo lleno de risas e ideas sueltas. Finalmente, a las 2 a. m., ambos llegaron a casa. A pesar de la hora, Shanks se encerró en su habitación, dejando que su imaginación volara entre las miles de ideas que habían surgido en aquel concierto.


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Via Twitter

- "En el eco de mi guitarra, encontré un secreto: un chico pelirrojo que me hizo olvidar las notas."

@TakanoMe

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Between texts and versesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora