"Mi tiempo en este mundo"

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Para mí, el tiempo es egoísta, me ha quitado todo lo que aprecio. Mi infancia, mis recuerdos, mis amigos y mis sueños, y eso que solo tengo 14 años, o bueno, los tendré en unos días.
Seguro que estarás pensado que es una exageración que diga cosas así.
Pero créeme, tienes mucho que saber sobre mí.

Soy Victoria, nací en una ciudad de México el 25 de Julio, actualmente tengo 13 años, pero en unos cuantos días cumpliré 14. Me gusta mucho dibujar, escribir, leer y demás. Eso no nos interesa, vayamos al grano.

Los primeros 5 años de mi vida no los recuerdo con exactitud, pero de mis 6 años en adelante, los recuerdo en cada momento de mi vida, ¿por qué? Porqué fueron los peores años de mi vida. "Oh, pero Victoria, solo eras una niña, ¿cómo vas a decir eso? Seguro que solo exageras."

Si no sabes no opines, dicen por ahí.

En ese entonces era una niña algo extraña, no digo que ahora no lo sea, no he cambiado mucho. Pero en ese momento era la rara de las raras para los demás niños de mi escuela. Aún así no me costó hacer amigos, conocí a Isabella y a Christiana. Aún que Christiana se fue de la ciudad en 2do grado, no importa, aún tenía a Isabella. Ella y yo nos entendíamos. En 4to grado llegaron Ciara y Yasmin, ellas eran igual de raras que nosotras. Pero la historia no es sobre ellas, las quiero y las querré por siempre, si es que leen esto. Pero no es importante.

Digamos que tuve una infancia normal en la primaria, pero fuera de ella, mi infancia era arruinada y destrozada por alguien más.

Una niña de mi misma edad a la que conocí mientras cursaba el primer año de la primaria. Ambas teníamos 6 años, la conocí mientras paseaba por las calles con otra amiga de por ahí, Ruby te amo.

Ella estaba sentada en la cera de su casa mientras jugaba con unas muñecas. Cuando la ví jugando sola me acerque a ella y la saludé. Hablamos toda la tarde, y me dijo que si quería podía pasar a su casa a jugar con ella, acepte y jugamos y hablamos por un rato hasta que dio la noche. Mis padres me estaban buscando por todos lados, transcurrieron al rededor de 30 minutos antes de que saliera de la casa y volviera a mi propia casa mientras me despedía de mi nueva amiga.

No sabía que después de ese día, nada volvería a ser igual.