Cuando Fred abrió los ojos, se sorprendió de encontrarse en... ¿una fiesta? Qué curioso... Freddy no era alguien de disfrutar mucho de las fiestas.
Estuvo buscando al castaño por un buen rato hasta que le encontró, sentado en el suelo junto al resto del grupo, formando un círculo, rodeando una botella de cristal.
Oh no.
Y también, nuevamente, pudo verse a si mismo, en una versión más humana, sentado justo en frente de Freddy.
Fred quería dejar de mirar, irse y simplemente olvidar todo eso, pero no podía parar de mirar. Ronda tras Ronda, era interesante de ver, y ciertamente entretenido.
Eso era, hasta que le botella apuntó a Freddy y al "Fred" humano por cada extremo.
A Fred se le apretó el pecho, sus celos crecientes al ver como el de ojos rojos se acercaba lentamente a gatas a su Freddy, como si de un depredador se tratase, hasta poder acariciar la mejilla del castaño con su mano sin miedo alguno, y seguidamente, atrapar sus labios en los del azabache.
Fred casi se atraganta viendo eso. No sabía cómo sentirse. ¿que significaba eso? ¿Y por qué le enrabiaba tanto?
No sabía si interferir era algo posible, pero si lo hacía, Freddy definitivamente se enteraría de que había vuelto a mirar en sus sueños, y no quería otra discusión por algo así.
No era su culpa ser curioso de naturaleza...
Tan curioso, que cuando abruptamente la escena cambió a lo que parecía una escena de hotel, con ambos chicos entrando en casi un desespero abrasador, Fred simplemente se quedó observando en un rincón.
Freddy había entrado ya siendo ocupado por los labios de su "Fred", quien nada más habían cruzado la puerta, le estampó contra esta, plantando ansiosos besos en su cuello, paseando sus manos por la piel canela, buscando descubrirla de esa tela que la mantenía resguardada.
Fred no podía quitarle los ojos de encima a Freddy, demasiado engatusado por tal vista que se le regalaba desde ese rinconcito.
"Fred" fácilmente pudo levantar al castaño desde sus muslos, agarrando sus nalgas con excitación mientras volvía a atacar sus labios, sacando dulces sonidos de aquel chico que era igual de dulce.
Fred estaba que no podía más, ver todo eso le estaba matando, y a la vez, le confundía y le ponía como nada.
Quería ser él quien tenía las manos en las redondas nalgas de Freddy, lanzándole a la cama como su "yo" del sueño había hecho, deshaciéndose de sus prendas fluidamente hasta quedar como llegó al mundo.
No aguantaba más, simplemente actuó antes de pensar, y cuando el "Fred" del sueño se posicionaba detrás de Freddy para empezar a prepararle con cuidado, Fred se colocó en frente suyo y, como si su mente y cuerpo actuasen en automático, le agarró del mentón, sintiendo escalofríos a la sensación del contacto.
Podía tocar a Freddy en sus sueños.
Por un segundo, vió el rostro sorprendido del castaño. Asumía que era algo normal que estuviese confundido, incluso en un sueño, pues tener a dos Freds, que se ven de manera distinta además, debe de ser extraño.
La sensación de calor creció brutalmente cuando, apenas tras unos segundos de mirarse a los ojos, el bonito rostro de Freddy se acercó a bajar sus pantalones, con su boca.
A este paso, Fred pensaba que se volvería loco. No lo entendía del todo ¿por qué le excitaba tanto?
Freddy reveló el miembro del azabache, estimulando este con cariño con su mano, sacando pequeños suspiros de los labios de Fred, suspiros que conjuntaban los del propio Freddy, pues los dedos del "Fred" estaban haciéndole sentir demasiado bien.
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Dreamcatcher (Frededdy)
Hayran KurguUna pregunta despierta muchas otras, y con ellas, también despierta sentimientos encontrados y sin encontrar. los sueños pueden ser premonitorios a veces, pero, a veces también son los reflejos del corazón ¿No es así, Estrellita? ♡⑅*˖•. ·͙*̩̩͙˚̩̥̩...