Forgive Me| Bada Lee

🔹29🔹

Rhea

—¿Cómo amaneciste, Kasia?—pregunté a mi prima, la cual estaba almorzando tranquilamente.

—Algo cansada, pero me siento con energía—respondió sonriendo mientras me sentaba a su lado.

—Hoy iré al programa, pero al salir podríamos hacer algo.

—¿A qué hora terminas?

—Depende… por ejemplo, hoy sabremos qué grupo será el que Hwasa va a escoger y después debemos preparar el vídeo con ella—expliqué.

—Si quieres, podemos hacer algo mañana, para poder dormir hoy y que no estés tan presionada—dijo sonriendo.

Asentí con una sonrisa suave.

Escuché el auto de Bada llegar y, en ese momento, me levanté para acercarme a la puerta.

Conocía muy bien el ruido de su auto y jamás había fallado en adivinar que era ella.

Abrí la puerta y esperé a que Bada llegara hasta mí con una sonrisa.

—¿Cómo está tu prima?—preguntó abrazándome.

—Yo bien y ella está cansada—dije sonriendo.

—Yo sé que siempre estás bien, muy bien de hecho—susurró pícaramente, aún abrazándome.

Sonreí al escucharla.

Me acerqué a sus labios para besarla.

—Buenos días—dije sobre sus labios.

—Muy buenos—respondió, besándome de nuevo y apretando un poco mi cintura.

—Ven, te voy a presentar a Kasia.

Bada asintió sonriendo y la tomé de la mano para poder cerrar la puerta con la otra.

—Hola, buenos días—dijo Bada mientras entraba a la cocina y saludaba con su mano al aire.

—Kasia, ella es Bada. Mi novia y rival en el programa—dije riendo. Kasia se levantó de su asiento y se acercó a nosotras.

—Bada Lee, es una locura tenerte de frente, soy muy fan de NCT, así que me encantan tus coreografías—dijo Kasia, tomando su distancia pero extendiendo su mano a Bada.

—Gracias—respondió Bada tímida, tomando la mano de Kasia en un apretón—. Es un gusto conocerte, Kasia.

Kasia le sonrió, asintiendo y soltando su mano.

—¿Quieres almorzar antes de irnos?—pregunté a Bada.

—Estoy bien, gracias.

—Entonces voy por mis cosas y bajo—. Bada asintió y solté su mano, yendo hacia las escaleras.

Bada

Me senté en la silla al lado de Kasia, esperando a que Rhea bajara.

—¿Y cómo se conocieron? —preguntó Kasia. Tenía sus cachetes llenos de comida mientras me miraba.

—Por el programa, aunque nos conocimos un poco antes de iniciar la competencia —dije resumidamente.

—¿Y cuánto tiempo llevan juntas?

Justo eso fue algo que me recordó la sorpresa que le tenía a Rhea.

—Vamos a cumplir un mes en unos días.

—¿Un mes? ¿Ya tan rápido? —preguntó la mamá de Rhea, sorprendida.

—Sí, así de rápido —respondí sonriendo.