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Bada

Me dolía el cuerpo entero, mi cabeza se sentía un poco pesada y las cortinas no dejaban que el sol entrara.

A mi lado, pude ver la espalda de Rhea; estaba completamente dormida.

¿Qué hora es?

8:34 AM

Con cuidado, me levanté de la cama y fui al baño para vestirme, pero el timbre de la puerta me hizo ponerme rápidamente una bata y amarrarla a mi cintura.

Abrí la puerta.

—Hola—Nadine me miró fijamente. Podía decir que se notaba sorprendida—. ¿Está aquí Rhea?

—Sí, ¿quieres que le hable?—pregunté. Mis ojos seguían pesados, pero traté de no verme tan dormida.

Tenía a Rhea desnuda en mi cama, así que a ninguna de las tres nos convenía que se supiera eso.

—¿Noche interesante?—murmuró sonriendo, levantando las cejas. Señaló ligeramente su cuello.

—¿Qué?—pregunté al no entender a qué se refería.

Nadine negó, soltando una risa.

—Está bien, solo dile a Rhea que le dije a mis tíos que estaba conmigo... y si tiene el cuello como tú, dile que la puedo ayudar—dijo, yéndose mientras sonreía muy divertida.

¿Mi cuello?

Fui de vuelta a la habitación donde Rhea seguía dormida.

Me dirigí al baño para poder bañarme, pero al verme en el espejo, me di cuenta de lo que se refería Nadine.

Tenía toda el área entre mi cuello y mi clavícula llena de chupetones; el área estaba de color rojo oscuro y al tocarme dolía un poco.

Me impresionaba el tono de mi piel; se veía genial, sinceramente, aunque doliera.

Howl fue un poco más delicado cuando me hizo las marcas; Rhea fue un poco... menos delicada.

Sé que también le hice algunas marcas, pero no en el cuello, no en un área tan visible.

¿Qué debería hacer?

Tomé mi teléfono buscando formas de borrarlos.

Usar vitamina C o K, aplicar hielo o aloe vera, comer piña, poner una cáscara de plátano.

Taparse el área, usar maquillaje y esperar a que pase.

No sé, al ver el color y que son varios pequeños pero juntos, haciendo parecer uno grande, creo que van a tardar semanas en desaparecer.

Me metí a bañarme y me tallé el cuerpo con cuidado por el dolor; sinceramente, tenía algo de tiempo sin sentir el cuerpo así de agotado.

Salí del baño para poder cambiarme y vi a Rhea sentada en la cama, tratando de despertarse y mirando su celular.

En cuanto hicimos contacto visual, sonreímos tímidamente y alejé mis ojos de ella.

Tomé mi ropa y volví a meterme al baño, vistiéndome rápidamente.

Rhea tocó la puerta del baño.

—Bada, voy con Nadine—dijo detrás de la puerta.

Mierda, las marcas.

—Espera...—dije, abriendo la puerta.

Rhea estaba a punto de salir de la habitación. Se había puesto la ropa de la noche anterior.

Me miró al escucharme.

—Tu cuello—dije desde la puerta del baño, al ver cómo salía con el área descubierta, suponiendo que no se miró.

Forgive Me| Bada Lee Donde viven las historias. Descúbrelo ahora