¡Hiromi Higuruma! ¡Sexo oral, sexo sin protección, sobreestimulación, adoración de cuerpo, apodos, higuruma el hombre en traje más caliente!
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Su labio inferior se apretó entre sus dientes con anticipación, había estado todo el día ansioso, tan pronto como se despertó con una dolorosa erección gracias al sueño erótico que había tenido contigo. Se moría de ganas por contarte y que le ayudases a recrearlo, pero no quería incomodarte o hacerte hacer algo que no quisieses.
Su cuerpo cayó de espaldas en las colchas de la cama mientras soltaba un suspiro. Escuchando el ruido de la ducha detenerse seguido del ruido de la puerta al abrirse, sus ojos se movieron hasta toparse con tu figura. Tu cuerpo salpicado con gotas de agua apenas cubierto por la diminuta toalla se planteaba frente a él, haciéndolo jadear embobado.
-"¿Cual es la razón por la que te noto tenso, cariño?" -Los ojos de Hiromi recorrieron tu figura mientras su boca se abría en una o, apreciando cada centímetro de piel a la vista. Tus pechos húmedos se asomaban por el borde de la toalla, y tus muslos apenas cubiertos por la misma.
Te acercaste a su figura tendida posándote a horcajadas sobre sus caderas, dejando caer tu peso sobre su regazo cubierto por la tela de su traje.
Los ojos de Hiromi recorrieron tu cuerpo desnudo de arriba abajo, sus manos fueron a tus muslos y los apretaron firmemente, haciéndote sonreír.
-"Debes decírmelo para ver cómo puedo ayudarte." -Tu voz sonó tan angelical para el, mientras te inclinaba sobre su cuerpo, acercando tu rostro a centímetros del suyo.
-"Es que.." -Su mirada esquivó nerviosamente la tuya, sintiéndose acorralado por tus lindos ojos que no dejaban de verlo fijamente, esperando su respuesta.
-"Vamos, Hiromi. Confía en mí." -Tus manos se posaron en su pecho vestido dejando suaves caricias para tratar de darle confianza.
Gruñó agitado, ansiaso por que supieras que lo único que quería era que sus labios envolvieran tu coño, lamiendo y chupando hasta que estuvieras suave y flexible sobre él. Sorber tus jugos hambriento mientras te molías sobre su nariz.
-"Hiromi." -lo llamaste en un susurro, mientras tus labios besaban dulcemente su cuello. Un suspiro salió de sus labios cuanto te frotaste sobre el, meciendo tus caderas tortuosamente sobre su pene vestido.
-"Y-Yo quiero que.. que te sientes sobre mi cara." -Su mirada se posó sobre la tuya mirándote ansioso ante tu reacción. Jadeando cuando solo le sonreíste dulcemente.
Le diste un suave beso a sus labios mientras retirabas la toalla de tu cuerpo. Mostrando tú desnudez antes de moverte sobre su cuerpo, sus manos sobre tu cadera ayudándote a posar tu cuerpo sobre su cara.
Cuando quedaste elevada a pocos centímetros de su cara, sentiste su pesada respiración en tu feminidad. Sin perder su tiempo, él extendió su cuello y tomó tus muslos, empujándote hacia él. Jadeaste cuando tu sensible clítoris chocó con la punta de su nariz, su lengua dejando suaves lengüetazos sobre tus pliegues, antes de sumergirse sobre tu canal. Gemiste ruidosamente tomando sus azabaches cabellos como soporte.
