!Gojo Satoru! adoración de los senos, chupar tetas, torcedura de reproducción, torcedura de lactancia ( sin leche pero se menciona).
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El día de Gojo había sido realmente agotador, y no físicamente, lo que él necesitaba en estos momentos era volver a casa, una ducha caliente para relajar sus músculos, y estar acurrucado en los suaves senos de su esposa. Finalmente el olor de su hogar llegó a sus fosas nasales y un suspiro satisfecho salió de sus labios.
Su atención fue directo al ruido de la puerta abriéndose por el extenso pasillo, de su habitación compartida salía la silueta de su bella esposa. Su boca y sus ojos se abrieron exageradamente al contemplar su silueta. De pie ahí con un camisón rosa, que te hacía lucir como un bello ángel que venía a cuidar de él. El corte de muñeca acentuaba los senos cubiertos de seda rosa mientras que la tela casi transparente de la falda fluía sobre tus muslos. Estabas ahí como un dulce tan tentador para el cansado Satoru.
-"Ven aquí, Toru"
-"Es realmente dulce de tu parte recibirme así cariño" -Una diminuta sonrisa apareció en tus labios al ver como Satoru se acercaba con impaciencia hacia ti.
Sus fuertes brazos se enroscaban con posesión en tu cintura mientras repartía besos por todo tu rostro, demostrando lo mucho que deseaba que lo amaras después de un agotador día de trabajo. Tus pies de puntillas mientras envolvías tus brazos en su cuello.
Repartiendo besos por tu cabello, frente, mejillas, sin dejar ningún rincón de tu rostro sin besar hasta llegar a tus labios, que beso con delicadeza, sintiendo la suavidad de tus belfos contra los suyos. Tomándose su tiempo para después dar un mordisco, haciéndote jadear, introduciendo su lengua para explorar tu boca con libertad.
Satoru se separó de tus labios soltando un jadeo, su rostro levemente sonrojado mientras te miraba fijamente, sus labios entreabiertos y su pecho subía y bajaba repetidamente con lentitud. Su mirada se separó de la tuya, y bajo a tu escote, donde el inicio de tus senos le llamaba tentadoramente, deseoso de atraparlos en su boca.
Su mano subió desde tu cintura y recorrió tu cuerpo hacia arriba, dejando leves caricias recorrer tu cuerpo, hasta tomar tu mentón y acariciar tu rostro con sus dedos callosos, retiró un mechon de tu cabello, poniéndolo detrás de tu oreja, apreciando cada detalle de tu rostro. Con impaciencia sujetó tu mentón con posesividad, atrapando sus labios en un beso pasional, saliva escurría de sus besos, los mordiscos y jadeos salían de ambos.
Gojo bajo sus manos recorriendo tu espalda hasta dar con tu culo, atrapando con fuerza entre sus dedos la suave carne. Tomo tus muslos con sus grandes manos y te hizo dar un brinco, envolviendo tus piernas en sus caderas.
Tus labios atraparon la carne de su cuello, succionando y repartiendo besos por la piel lechosa de Satoru. El sonreía mientras te llevaba a su habitación compartida, dejándote en las suaves colchas de su cama mientras se despojaba de sus zapatos y camisa.
