Nada estaba bien, todo fue un descontrol, la marea todo se llevó.
Pasó una semana, donde ni la mirada se atrevían a dirigirse, se repudiaban lo más posible y se evitaban todo el tiempo, nadie habló, ni opinó, ni juzgó, pero el problema fue ese, nadie reaccionó.
Un beso puede significarlo todo, o puede simplemente significar nada, es solo un beso, pero un beso no tapa nada, un beso no te hace olvidar, un beso no justifica las acciones del pasado, un beso no oculta tus miedos, un beso no arregla nada.
En los libros de amor, suele ser común que con el primer beso, todo explota, todo toma sentido, pero es una vil mentira, un beso no genera nada de eso, un beso no borra nada, es solo una acción del cuerpo por mostrar cierta afinidad hacia otra persona, la mayoría veces para impulso sexual, es parte del apareamiento humano.
Los dos alfas entraron en una etapa de asco, donde ambos se aborrecían tanto a sí mismos como al otro, y llegó un triste punto donde hasta el odio parecía desvanecido, donde ya no quedaba nada, donde ya no había nada.
El abogado llegó a la ciudad y por cuestiones de privacidad pidió que los tres alfas se mudaran a la mansión que rentó, ya que todo lo que se hablaría era totalmente confidencial y nadie debía sospechar ni cuestionarse.
En el lapso de los días ahora los cuatro alfas se hospedaban en una colosal mansión, de infinitas habitaciones, techos enormes, lujosos candelabros, grandes habitaciones de bibliotecas, enorme bosque como patio, un campo de golf como jardín, todo era lujoso, moderno y a la vez rústico y grande, todo era bastante grande y extenso.
Lo primero que se hace en un juicio es desahogar las pruebas, entonces con eso empezaron, el abogado Lee Seokmin, era el mejor, tenía contactos, ayuda, tenia de todo para hacerlos ganar, cobraba una fortuna, pero Lee nunca perdía, nunca.
La tensión nunca mejoró, solo empeoró, si las cosas estaban mal ahora estaban peor, no había interacción, se necesitaba hablar, se necesitaban escuchar los puntos de vista, reformarlos, buscarles lo bueno y lo malo, justificarlos y modificarlos, para tener pruebas contundentes.
Pero ni Wonwoo ni Mingyu podían estar en una misma habitación, ni si quiera era una regla establecida, pero parecía que lo era, si uno de los dos entraba al espacio donde otro ya estaba, se iba, sin refutar, ni cuestionar, solo se iba, se evitaban a toda costa y circunstancia.
"Mingyu, por favor, por favor necesito que vengas a la sala, si quieres ganar esto, los necesito a ambos, no por separado" Musitaba tranquilamente el pelinegro, haciendo todo su esfuerzo posible por no caer en la impaciencia.
"No iré, lo siento, lo que quieras preguntarme puedes hacerlo por separado"
"¡No seas inmaduro! actúas como un adolescente, eres un adulto, afronta las consecuencias de tus actos, ¡no fue su solo su error!" El alfa hablaba, sin saber nada de lo ocurrido en la playa.
"No estoy actuando inmaduramente, estoy siendo lo más maduro posible, no puedo evitar pensar en estrangular a Wonwoo si lo tengo en la misma habitación, lo hago por su propio bien, y por el mío, claro, otro cargo no sería bueno"
"Wonwoo no es un mal chico Mingyu, dale la oportunidad, está asustado, es joven, necesita apoyo" Decía Seokmin, tratando de calmar la tormenta que había entre el rizado y castaño, sin conocer el ojo del huracán.
Mingyu decidió que sería en vano discutirlo, así que acepto.
Estar en una misma sala, la tensión era terrible, el odio, el repudio, el asco, era tanto, que parecía acumular lo contrario, nadie entendía que pasaba, solo el castaño y el de ojos verdes eran conscientes de lo que sucedió y del porqué estaban así, porque de eso, ya nadie sabía más.
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DOMINAME •MinWon/Meanie•
FanfictionAdpt. Historia original de @kaiiss00 todos los créditos a ella, gracias por permitir la adaptación.