Casualidad - Final.

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¿El tiempo cura las heridas? Tal vez.

Aunque en realidad el tiempo solo te ensaña a vivir con el constante dolor, hasta que se vuelve una rutina más.

Han pasado un par de semanas, Wonwoo se la vive en esa pradera, bajo ese árbol, que hasta ahora es lo único que logra calmarlo.

Quiere fumar y beber tanto, pero algo dentro de si se niega a hacerlo, no entiende, pero es como si su alfa de pronto en esos momentos tomara control y él mismo se alejara de esas adicciones.

Los malestares y pesadillas continúan, se negó a comer por tres días enteros, se desmayó y tuvo que venir un médico a su casa a colocarle intravenosas para que de nuevo despertara, WooHyuk no ha parado de insistir en que necesita ir al hospital y hacerse un chequeo completo, ya que los vómitos y asqueos han incrementado al paso de cada día.

Sus ánimos están por el suelo, no ha visto a Joshua, y la ultima vez que habló con el alfa le dijo que quería entregarle algo urgentemente, a Wonwoo le daba igual, todo le daba igual, su vida, las personas, el planeta, se sentía vacío y sin motivos, se sentía seco.

Joshua lo llamó, diciéndole que era urgente que el castaño fuera a su casa, Wonwoo se vistió con una gran sudadera negra, pantalones deportivos y salió, subió a su auto y condujo hasta el lugar indicado, sin ánimos de nada.

Llegó y Shua se abalanzó a él, dandole un fuerte y reconfortante abrazo lleno de amor y cariño, se sintió bien, el cariño siempre es bienvenido en cualquier circunstancia.

El alfa mayor intentó cargar al menor, en modo de broma y diversión, pero la cara sin emociones del castaño no reaccionó, tomando ese gesto como algo incómodo.

El alfa musculoso entró a su casa, y le dijo a Wonwoo que aguardara fuera del aposento, el castaño acató dichas ordenes sin decir ni una sola palabra.

Cuando su amigo salió, entre sus manos traía un sobre blanco, y con una noble sonrisa se lo entregó a Wonwoo.

"Debí entregártelo desde antes, pero Mingyu fue especifico en que te lo diera cuando estuvieras mal calmado"

Escuchar el nombre de Mingyu le heló la sangre totalmente, su corazón latió con más fuerza, y sus ojos se aguaron, todo al mismo momento, de inmediato.

"Léelo en un lugar tranquilo y solitario" Musitó por último el alfa y se encerró en su casa.

"Una carta" Susurró el de ojos azules observando fijamente el sobre de papel blanco que tenía en sus manos.

Caminó, siguió por el bosque, en ningún momento volteó a ver hacia dónde iba, todo el momento conservo su mirada en el blanco papel.

Cuando fue consciente estaba en el lugar donde todo ocurrió, el lugar donde todo inició, el punto de partida de un gran amor, todo era tan nostálgico. 

Se sentó en el suave y tierno pasto que tanto le gustaba, recargó su peso en el árbol y llevó su mirada a las nubes.

Habían pasado cuatro semanas, un mes, un mes donde más de una vez intentó acabar con su vida, pero que de nuevo su lobo intervenía evitando lograr su cometido.

Los primeros días fueron un infierno, su alma dolía tan profundo, su corazón latía tan lento, su apetito desapareció, su sonrisa no volvió a aparecer, al paso de las semanas el sentimiento seguía igual, pero de cierto modo se acostumbró a sufrir, pasaba días enteros haciendo nada, en todo el sentido de la palabra, solo acostado, navegando en sus recuerdos y pensamientos.

Se dispuso a abrir el sobre, donde en una letra cursiva decía  << Para: Jeon Wonwoo>>.

Wonwoo, me es tan difícil hacer esto, no encuentro las palabras correctas para describir todo lo que siento.

DOMINAME  •MinWon/Meanie•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora