La vida cambia radicalmente, un día puedes estar caminando hacia la universidad, y otro estas en la parte prohibida a punto de enfrentar un juicio, nunca se sabe lo que puede suceder, y lo peor es que nunca sabes cómo puede acabar.
Wonwoo intentó dormir, de verdad lo intentó, pero su mente solo daba vueltas, hace dos meses hubiera deseado con su alma no estar donde esta ahora, hace dos meses estaría llorando en preocupación y frustración, hace dos meses esa hubiera sido su única noche del infierno, hace dos meses Wonwoo no era el mismo que es ahora.
Después de la velada, Mingyu y Wonwoo tuvieron sexo desenfrenado, justo ahí, en el lago, literalmente Wonwoo tenia un nudo de Mingyu en su vientre mientras estaba bajo el agua con el rizado haciéndole mimos en el cabello, desde ese día comenzaron a dormir juntos.
Mingyu seguía sin entender cómo es que ahora su corazón latía por el castaño infantil que tenía al lado, nunca en su vida imaginó que llegaría a ser tan feliz cómo lo era justo ahora y temía terriblemente que ahora tuvieran las horas contadas para el fin de todo.
El rizado de algún modo siempre lo supo, se negó a aceptarlo, pero desde que vio a ese esponjoso lobo blanco, se sorprendió, le sorprendió su aroma, su belleza, y nunca nadie lo había cautivado, desde ese día su lobo ya sabía que Wonwoo era algo más que solo un algo, agradece cada 'tropiezo' que en realidad estaba perfectamente planeado por la vida, agradece que Wonwoo le gruñera y saltara hacia el, agradece haber tenido el estúpido impulso de asesinarlo, agradece haberle gruñido en el avión, agradece haber podido besarlo por primera vez con el sol y el mar de testigos, agradece que Wonwoo le respondiera cuando él fue una mierda con el, agradece a esa abeja que le picó a Wonwoo en el pie, agradece haber huido a ese lago donde escuchó el llamado de Wonwoo, agradece que su terrible hermana le obligara a mentir sobre tener una relación con el alfa, agradece a esa dona de fresa que el castaño se negaba a compartir, porque gracias a ella terminaron teniendo sexo en el bosque, agradece cada casualidad que jamás se imaginó que lo llevaría a conocer al amor de su vida.
Aveces nos quejamos de lo que nos pasa, y en la mayoría de las veces son solo pasos a seguir para llegar a encontrar el gran tesoro.
El rizado trabajaba en su oficina, era un líder, debía gobernar su parte de la tribu, y los problemas personales lo estaban consumiendo en ese preciso momento, al siguiente día sería el juicio, y todos sabían lo que eso significaba, por que el mejor de los casos, terminaba siendo el peor de todos.
Sabía que Wonwoo era débil, sabía que iba a sufrir, y que por ende, él tendría que tomar las riendas de todo, Wonwoo no podría.
La noche estaba en un punto entre lo cálido y lo fresco, una perfecta temperatura para dormir acurrucado con tu alfa, sin embargo los pensamiento divagaban por su mente sin control alguno.
"Wonwoo, cariño, debes tranquilizarte" Dijo el rizado con voz ronca acercando al más pequeño hacia su pecho.
"Eso intento" Murmuró el menor.
Mingyu lo abrazó con más fuerza y comenzó a soltar feromonas y a ronronear, enviándole fuentes vibratorias al menor quien de inmediato se relajó.
"Me siento un poco mal" Susurró el menor.
"Son los nervios, pequeño, debes calmar tu mente"
"Desde hace días, me duele la barriga raramente"
"Es normal tener miedo, pero vamos a enfrentarlo, ¿sí?" Mencionó el rizado dandole un beso en los cabellos del menor.
Wonwoo decidió obedecer y calmarse para poder dormir bien, pero se sentía mas allá de extraño, el castaño es una persona nerviosa, y esta totalmente enterado de eso, sin embargo sus nervios parecían tener un nivel más diferente esta vez, síntomas distintos, los cuales como siempre, decidió ignorar.
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DOMINAME •MinWon/Meanie•
FanficAdpt. Historia original de @kaiiss00 todos los créditos a ella, gracias por permitir la adaptación.