Nuevo hogar

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  —¡Sasuke! —una voz chillona resonaba en su oído. Sasuke cerró los ojos con fuerza por el susto, Sakura Haruno, era una de sus acosadoras o como ellas se llamaban, fans de Sasuke.

  —Haruno, ¿qué quieres? —su tono de voz reflejaba su descontento, estaba tan cansado de todas esas niñas, niñas que creían conocerle cuando solamente se sabían su nombre completo, eran muy frustrantes.

  —Sasuke, —su voz bajó unos cuantos tonos, parecía estar un poco nerviosa, siendo sinceros a él le daba totalmente igual, pero, su atención fue directamente en sus manos, las cuales estaban detrás de su espalda, ocultando algo aparentemente— ¡por..por favor acepta esto! —al fin dejó de ocultar ese regalo, ¿caja de chocolates? Si, no cabía duda, no lo conocían por completo, odiaba los dulces.

  —Quedatelo, no lo quiero.

  —Pero Sasuke... —su ojos parecían ponerse cristalinos, su amado Sasuke le estaba rechazando otra vez, ¡no quería aceptar que él no estaba interesado en ella!

  —¿No me escuchaste o no fui lo suficientemente claro? Quédate con tu caja de chocolates y tus estúpidos sentimientos. —la pequeña niña de cabello rosado no pudo evitar llorar después de que el Uchiha menor se fue del campo de la academia ninja. Esto ya era una rutina para el menor, niñas declaran sus sentimientos, él los rechaza de la manera más ''amable" que puede y ellas lloran, pero, al día siguiente vuelve a ser lo mismo, un ciclo sin fin. Desde lejos Hinata observaba con horror como la Haruno lloraba con el corazón roto, no podía creer que su padre le hubiera comprometido con una persona así, ahora que lo recordaba esa mañana antes de ir a la escuela ninja su padre tuvo una conversación con ella.

  —Hinata, como serás la esposa del Uchiha, debes convivir con él, así, podrán conocerse mejor, para que vuestra relación no sea tan incomoda en el futuro. —Hinata no podía hacer más que asentir con la cabeza.

  —Hanabi, ella-

  —Yo la cuidaré, Natsu y Ko también y tampoco dudo de que Neji la cuide. —la mirada de la Hyuga dejaba en evidencia que se sentía triste, pues, la separarían de su hogar, en donde nació, la separaban de su hermana menor, de su primo, de Natsu y Ko, ¿porqué tenía que estar pasando esto?

La jovencita Hyuga suspiró con tristeza. Sus dientes chocaban entre si, haciendo un sonido algo molesto, estaba congelada al punto que se abrazó a si misma. En estos momentos debería estar metida dentro de su salón con la calefacción, no tendría tanto frío así. Llevaba unos guantes de color lila y una bufanda de color rojo, aún recordaba como la consiguió. Sus mejillas se mancharon de un color carmesí de solo recordarlo. Ella estaba siendo molestada por unos niños que normalmente solo la buscaban para molestarla, Hinata lloraba desconsoladamente mientras aquellos niños se reían de ella, ¿en dónde estaban Ko y Neji en esos momentos? ¿porqué no se encontraban con ella cuando los necesitaba? Pero, no tuvo que pensar más en eso, pues, su nuevo héroe no tardó en llegar al rescate. Un pequeño niño de cabello amarillo se puso en frente, protegiéndola así, él trató de hacer un jutsu, que, efectivamente no le salió bien y terminó siendo golpeado, pero, aún así la salvó pues los niños se marcharon, no solo eso, también desde ese momento la dejaron en paz, estaba en deuda con el niño, quien respondía al nombre de Naruto Uzumaki. Recordaba bien que Naruto le había dejado su bufanda roja, según él, ya no la necesitaba, así que ella la guardó, atesorando la bufanda desde entonces.

Con un último suspiro Hinata negó con la cabeza. Si, definitivamente odiaría ser esposa del Uchiha menor. Era tan cruel con todas, no soportaría estar con él, no lo haría. Para desviar su mente de malos pensamientos corrió hacia la academia. Ahora solo tenía que pensar en sus estudios, ahora que analizaba bien todo ese compromiso, ¿seguiría yendo a la academia verdad? Eso esperaba, aunque la vida se shinobi no era la que quería llevar, sabía perfectamente que si era una ninja podría ver a su hermana y a Neji en misiones, así no perderían el contacto, pues no dudaba ni un segundo de que su padre la alejaría de todo el clan. Al llegar al salón vio a grupos de amigos hablando entre ellos o jugando, Iruka solamente estaba sentado leyendo un libro, lo observó y vio el titulo, el cual decía: "Como ser un buen ninja". ¿No era un jonnin? La pareció algo estupido, pero, era verdad que estudiar de más no era malo, pero, igualmente.

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