Meeting -Soshiro Hoshina-

008

Sus suposiciones fueron acertadas solo tuvieron que caminar unos cuantos metros y se encontraron con soldados de la JAKDF luchando, lo que no esperaron fue que su padre estuviera entre ellos, al cruzar miradas claramente notaron el disgusto de este al verlos expuestos en medio del campo de batalla y antes de poder reprender a sus hijos Soshiro lo interrumpió.

- ¡POR FAVOR AYUDALO! el distrajo al Kaiju para que nosotros pudiéramos escapar - un ligero temblor recorría el cuerpo de Soshiro, su padre solo lo observaba, - ¿Como se llama?¿Es tu amigo? - ante las preguntas del padre el hijo no dudo ni un segundo en responderlas - Suita Kai y si lo es - su padre solo asintio, ya tendría tiempo más adelante para hablar muy seriamente con sus hijos.

Dirigiéndose a su unidad, ordeno que estuvieran atentos pues no habían limpiado la zona completamente de Kaijus y el chico todavia se encontraba en medio de todo ese caos.

El tiempo pasaba Souichirou y Soshiro se encontraban arriba de uno de los camiones donde habían llegado los soldados, hasta ese momento no tenían noticias de Suita y la batalla poco a poco se terminaba, de repente el motor del carro donde se encontraban se encendió y los puso alerta, a caso se irían y abandonaría al chico a su suerte, estando a punto de querer saltar del vehículo en movimiento su padre subió a este dándoles una mirada de advertencia para que desistieran en su tonta idea de saltar.

- Hemos identificado un refugio temporal en la zona, en este momentos se encuentra destrozado pero creemos que el chico podría dirigirse allí, ahora nos dirigimos hacia allá, el camino podría ser algo agitado por los escombros así que manténganse sentados - el señor Hoshina conocía a sus hijos y antes de que estos pudieran hacer alguna pregunta sobre la situación explico lo que sucedía con eso dicho los chicos solo regresaron a sus asientos.

El silencio era incómodo y el camino más movido y alejado de lo esperado, ciertamente las calles solo permitían el paso de un carro, los jóvenes pensaron que todo el trayecto sería así hasta que su padre habló.

- Desde hace algunos meses note que algo se sentía raro en la casa, pero solo era en ocasiones específicas y en un lugar especifico, así que pedí que inspeccionaran; Suita ese chico en muchas ocasiones se les escapo a la patrulla que mandaba por él, por lo que veo ustedes también descubrieron quien era, pero fallaron en sus intentos por atraparlo - los niños que miraban al piso del camión inmediatamente posaron su vista en su padre y en ese mismo instante el camión se detuvo indicando que habían llegado a su destino, antes de que pudieran seguir la conversación con su padre un soldado se acercó a la parte trasera del camión donde se encontraban y reporto el estado del área.

- Señor hemos neutralizado 4 residuales que se escondían en esta zona, se cree que podrían haber más -. Ante el rápido informe el patriarca asintio - Continúen con las patrullas, manténganse alertas eliminen a cualquier amenaza Kaiju y reúnanse aquí antes del atardecer -. Con sus siguientes órdenes dadas el militar proporciono un saludo a su superior y se retiro.

En el tiempo transcurrido aquella conversación con su padre no había vuelto ser retomada, solo había noticias de 2 Kaijus residuales que habían aparecido y perecido en manos de los combatientes, mientras que la expectativa por encontrar al chico disminuía, los soldados se encontraban regresando pues el atardecer se acercaba, los chicos se encontraban decaídos y ese ánimo se contagio a sus alrededores y el silencio reino.

Gracias a la ausencia de sonidos en ese preciso instante, el característico eco del metal golpeando el suelo retumbó por todo el sitio, seguido de un escandaloso golpe que levanto una final capa de polvo no tan lejos de donde el pelotón se encontraba, sin perder un segundo, rápidas y precisas órdenes llegaron del de Mayor rango entre los presentes.

De aquel escuadrón donde habían 20 soldados y 2 niños, solo un grupo de 5 guerreros y su capitán se encaminaron rumbo al sonido, mientras dejaban al resto en espera.

Con pasos rápidos pero cuidadosos los 6 transitaban por donde se creía provenía el sonido, la fina capa de polvo se terminaba de asentar, en el preciso momento que una pequeña silueta fue divisada, tras esta una más grande. Al enforcar mejor la vista, intuyeron lo que pasaba, aceleraron el paso al notar que le chico caía y abandonaba toda esperanza de librar ese mal momento, pero si él chico creía que podría renunciar a su vida tan fácilmente con ellos presentes se equivocaba, su capitán no lo permitiría.

El señor Hoshina sabía que el chico tenia potencial para lograr lo que quisiera hacer, ayudó a su hijos y sobrevivió hasta ese momento, no lo perdería, liberado todo su potencial de pelea, paso al lado del chico, sin ser notado y con su espada desenvainada de un tajo preciso corto al ser donde sabia se encontraba su núcleo para dar fin a su existencia.

Coloco nuevamente la espada en su vaina, dio la vuelta dirigiéndose donde el menor que seguia de rodillas en el suelo, este no había podido contener las lagrimas acompañadolas de un hipo incontrolable, empezó a frotar sus ojos y para evitar que se lastimara con esta acción el Señor Hoshina la tomó en sus brazos, sacando un pañuelo de uno de sus bolsillos con cuidado seco las lágrimas y limpio su cara.

- Ya no llores todo esta bien ahora - sus palabras fueron efectivas, solo pequeños espasmos causados por el hipo quedaban de semejante impresión que se había llevado el infante, el niño solo lo miró, para después abrazarlo y reposar su cabeza en su hombro, leves palmadas fueron dadas en su espalda, para tratar calmar los temblores qué continuaron.

Las acciones antes realizadas por el capitán del escuadrón fueron rápidas y para cuando el resto lo alcanzo, el disturbio ya no existía, el mayor tenia al pequeño en sus brazos durmiendo. Un soldado femenino se acercó para que le entregará al chico, cuando estuvo en sus brazos noto su poco peso y sin pensarlo dos veces expreso su inquietud.

- ¿Tiene la misma edad que su hijo más joven ? - un leve asentamiento fue la respuesta - ¿No cree que es muy liviano y chico? - observando mejor las palabras dichas eran ciertas, pero solo asintió nuevamente dejando desconsertada al receptor de estas, tanto él como sus hijos solo conocían los hechos vividos hasta ese instante, pero algo le decía que Suita Kai quien había entrado a su hogar sin que nadie se diera cuenta, seguiría en sus vidas por un largo tiempo.

- Regresemos - Esa fue su respuesta y sin esperar más partieron para encontrarse con los que habían dejado en espera.