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La oscuridad de la noche era acompañada por la luna y las estrellas que iluminaban el cielo, después del casi fin de su vida la llevaron con ellos a las Instalaciones de la Sexta División, estas eran enormes, todo el ajetreo del dia se vio mayormente mostrado en los menores que bostezaron en repetidas ocasiones, camino allí de las conversaciones de los adultos aprendió que la que los acompañaba era Mori Nanami. Adentrandose en uno de los edificios, fueron llevados al baño para limpiarse, mientras Mori les buscaba algun cambio de ropa que les quedara los hermanos entraron a bañarse pero ella no, cuando Mori-san estuvo de regreso con la ropa, la encontro sentada en la banca fuera de los baños esperando.

- ¿No te vas a lavar? - preguntó la mayor
- Si, pero voy a entrar sola - Mori noto algo raro en su forma de hablar
- Podrías resbalar y lastimarte si no tienes cuidado -. Insistió
- Muchas veces me he bañado sola en mi casa, nunca me he caído - refutó, para no volver la conversación una discusión lo dejo asi pero entraria con él por precaución sin embargo otra vez se refería a él como ella.

La puerta del baño se abrió, los primeros en bañarse salieron, rapidamente Mori les dio las prendas e indicó por donde podrían vestirse, la poca informacion e interaccion con Kai que tenia, la llevo a suponer que tal vez le pondría seguro a la puerta para que ella no entrará y así fue más eso no supondría problema para Mori, gracias a todos sus años de vida sabia trucos para muchas ocasiones.

Mientras se quitaba la ropa, el azotar de la puerta la espantó, una mujer joven entró y su expresión de sorpresa no se hizo esperar la primera razón los moretones, la segunda que era niña, Kai ya se esperaba esa reacción, por eso no quería que entraba alguien más, sin ponerle importancia al evidente sobresalto de la mayor, continuo con su aseo personal, en ese tiempo no hubo más interrupciones, esperaba hubiera alguien afuera cuando salio envuelta en una gran toalla para buscar la ropa limpia que se pondria pero solo estaba esta ultima sobre la banca donde ella estuvo anteriormente la tomo y regreso al baño.

Una vez lista salio para encontrarse nuevamente sola, asomándose al pasillo a lo lejos estaban junto a una maquina expendedora de bebidas aquellos a quienes buscaba, al verla la llamaron y a paso lento se acercó a ellos.

- Kai-chan ¿Que bebida quieres? - la actitud normal de Mori-san no le sorprendió, muchos decidían fingir que nada paso a pesar de ver y saber alguien necesitaba ayuda, no podría juzgarla nadie quiere problemas ajenos.

- Jugo de Manzana por favor - el botón fue oprimido el jugo calló, Soshiro lo tomo y dio a Kai, liderando el camino hacia la oficina del Capitán, se encontraba Mori, con tres niños siguiéndola mientras tomaban sus bebidas.

- Bueno es hora que vallamos con el capitán, por esta noche se quedarán en su oficina - explico en el trayecto, los pasillos parecian un laberinto, intersecciónes, vueltas, escaleras, entradas, todo era similar hasta que llegaron la puerta del estudio del Capitán que claramente marcaba la diferencia de las demás que había visto al ser enorme, dos golpes fueron dados en la puerta y la respuesta afirmativa para pasar fue dada desde adentro, el despacho era enorme, el señor Hoshina los recibió e indicó donde dormirían, una vez arriba de aquellos sofás que se convirtieron en camas, como si la almohada le susurrará qué ya era hora de entrar al mundo de los sueños sus ojos poco a poco empezaron a cerrarse lo último que vio al Padre de los Hoshina junto a Mori-san salir de la oficina, se hacía una vaga idea de lo que probablemente hablarían.

Ojalá no tuviera buena memoria, ojalá no hubiera salido un momento de su escondite para ver de donde venían tales gritos, pues ahora esos recuerdos se estaban reproduciendo en su mente en forma de pesadillas; No los había visto hace días y ahora estaban allí en medio del caos, aquel que decía ser su padre jalaba del brazo a su madre que no podía soltarse de su agarre. Al parecer él gritaba, más la distancia no le permitía saber exactamente que, las pocas palabras que logró distinguir fueron que exigía le entregara unos papeles, para después aventarla en la pila de escombros qué fueron alguna vez la casa donde vivieron. Las cosas que se gritaban eran inaudibles para ella, pero no era el mismo caso para los Kaiju qué hambrientos se acercaron a ellos, su madre lo vio y no advirtio de este, sus intenciones eran claras lo quería ver muerto. Él que declaraba solo tener desgracias en su vida no sabia que esta sería la última. Al estar de espaldas no lo vio llegar, para solo ser devorado sin oportunidad de escapar. Viendo como desaparecía tan desagradable existencia, ella que ya se encontraba cansada de tanto abusó eligió su destino en ese momento, tomando un de los tantos maderos destrozados que sobresalían, junto todas sus fuerzas y arremetió contra la bestia, hundiendo el trozo de madera en el vientre del ser lo provocó, logrando que se fijase en ella, extendió sus brazos y dejo que aquello de lo que muchos huyen, pusiera fin a su desdicha.

Meeting -Soshiro Hoshina-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora