-El... Solo tiene dos años más que yo. - me senté en una roca mientras lo escuchaba. - Se fue de casa hace un año, intentamos que vuelva por todos los medios, pero tomó su decisión. - el se sentó al frente mío. - Y dejo en claro que no nos quiere cerca. Me enoje demasiado, yo le prohibí a Rosalíe que tenga fotos de el, quería hasta quemarlas, porque me duele su recuerdo. Yo amaba a Anthon, el era mi héroe... - negó mientras miraba sus manos.Brais tomo una ramita y se puso a jugar con ella.
-A veces las personas no nos merecen Brais. - puse mi mano en su hombro en apoyo. - Y tú eres un gran hermano mayor. - sonreí.
-A veces siento que reprimo a mis hermanos. - confesó. - Cuando se fueron pensé que no volverían, pensé en que pensarían que al fin se deshacieron de mí, y que ya no estarían bajo mis órdenes. - Vi sus ojos aguarse. - Me enfoque tanto en mi, que no note como mis seres amados sufrían. - el miró a un costado.
Mi corazón se apretó al verlo así. Simplemente pude abrazarlo. Fue mi primer y única reacción. Y sentí como el se tenso, ni siquiera me devolvió el abrazo. Así que me aparte.
-Bueno pero ellos volvieron, estoy segura que ellos no piensan en eso. Se nota que todos te aman y se preocupan por... - no pude terminar porque el se levantó.
-¡Eid!. - oí la voz de Rosalíe. -¡Edi ven!. - me grito mientras corría hacia mi.
Pero yo no podía dejar a Brais, sus hombros estaban tensos.
-Brais. - dije e intente tocarlo, pero me apartó.
-Vamos. - dijo Rosalíe tomando mi hombro.
-No espera. Brais, ¿Estás bien?. - intenté ir con el.
Pero Rosalíe me empezó arrastrar con ella.
-¡Rosalíe espera!. - dije y mire a Brais.
Pero el comenzó a irse, y yo era arrastrada en dirección contraria.
Rápidamente lo perdí de vista.
-¡Rosalie!. - grite y ella me soltó.
-Lo siento. - me miró apenada.
-¿Que fue eso?. - negué.
-Bueno... Creo que deberíamos anotarlo a la lista de cosas para no debes saber. - me dijo con culpa.
Suspire.
-Estoy harta de los secretos. - dije y comencé a caminar.
-Eid mi casa es por allá. - dijo y me señaló al frente.
-Ash. - comencé a caminar hacia donde dijo.
Rosalíe me seguía en silencio. Hasta que al fin llegamos a la mansión. Entre molesta dispuesta a irme.
-Eider querida. La comida estará pronto, suban a lavar sus manos. - dijo la señora Kennedy apenas me vió.
-Lo siento pero yo me v... - pero ella me ignoro.
-Vamos vayan niñas. Eider te hicimos varios tipos de ensaladas para que elijas tu favorito. - me dijo sonriendo mientras los guiaba a las escaleras.
-Pero yo quiero irm... - pero de nuevo me interrumpió.
-Vamos vamos. - decía mientras me hacía subir.
Suspire y subí las escaleras. Rosalíe reía a mis espaldas.
-No te rías pelirroja. - dije molesta.
-Lo siento castaña. - decía riendo.
-Ash. - entre al cuarto de Brais y cerré la puerta en la cara de Rosalie.
-¡Oye!. - se quejo ella.
Me reí y fui al baño. Su baño era hermoso, grande, blanco con detalles en negro. Una ducha enorme.
Deje de ver y Vi al lava manos, comencé a lavar mis manos y me miré en el espejo.
Me veía cansada, y algo despeinada. Suspire y arregle mi pelo. Me moje la cara y salí. Vi sus cuadros, ninguno estaba con una foto doblada.
-Vamos Eid. - dijo Rosalíe.
Asentí y salí con ella, ambas bajamos. Ella se sentó y yo con ella en los sillones de la sala.
-Brais me contó lo de tu her... - intenté contar pero ella puso sus manos en mi boca.
La mire sin entender y ella me hizo señas de que calle.
-Solo te diré algo Eid... Aquí las paredes tienen oídos. - murmuró en mi oído.
-Bueno... Perdón. - susurré.
-Ven. - ella tomó mi mano y me saco afuera. - Iremos a un lugar. - decía mientras tiraba de mí.
-Pense que eras más débil. - dije ríendo.
-Oh no me conoces Eider Vitaly. - decía riendo. - Sh.
Ella se acercó a un árbol. Sonrió y me miró.
-¿Lista?. - dijo con un brillo en sus ojos.
-¿Para?. - pregunte riendo pero. -¡Ahh!.
Rosalíe fue comida por el árbol no puedo explicarlo, fue como si la adicciera, pero ella me tenía de la mano así que fuí detrás de ella. De pronto todo era negro, pero duro unos segundos hasta que ambas estuvimos dentro del árbol.
-Vaya... - dije sorprendida al ver el interior, se veía su corteza, sus raíces, era muy madera.
Y algo oscuro.
-Vengo aquí cuando quiero estar sola y que nadie me escuché. - dijo riendo.
-¿Cómo?... - dije sin entender.
-Bueno creo que debemos... - la interrumpí.
-Agregarlo a la lista de cosas que no debo preguntar. - rodé los ojos. - Es muy angosto.
-Si está bien para una persona. - dijo riendo. - Cuestión, ¿Que te dijo Brais?.
-De tu hermano... - dije mirando hacia arriba.
-Vaya, nunca pensé que le contaría a alguien... Ellos eran muy unidos.
-¿Que paso?. - le pregunté.
-Bueno... Anthon, eligió el mal camino. Nos decepcionó a todos. Queríamos que se quede en casa, pero decidido irse, vivir por su cuenta, sin nosotros y nada que tenga que ver con nosotros. Nos olvidó, a Brais le dolió tanto que decidió borrarlo de nuestros recuerdos... Pero yo amo a mis hermanos, y extraño a Anthon... Tengo miedo de que Brais ahora corte mis fotos con el. - dijo triste.
-Tranquila... Creo que no lo hará. - le sonreí.
-¿Que le hiciste?. - me miró graciosa.
-Nada... Solo fuí amable con el. - me encogí de hombros.
-Me encanta cuando eres amable. - ella me abrazó.
-Y a mi me encanta que te encante. - dije ríendo.
-Oh, debemos ir a comer. - dijo de pronto.
-Pero seguro le falta. - dije normal.
-No. Ya está todo listo. - dijo intentando salir.
-¿Cómo lo sabes?. - ella me miró. - Ash, también lo agregaré a la lista. - rode los ojos.
De pronto ella metió su mano no se en dónde y salió, luego metió su cabeza y sonriendo tomó mi mano y también me sacó.