Prologo. La Desperanza de las Estrellas

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La noche se hacia presente en todo Royal Woods, significando el final de un hermoso día. Se decía que en la noche las personas son mas sinceras y mas genuinas, que salen demonios y espectros, que se despiertan pesadillas y sombras, y que los monstros se vuelven realidad.
La noche es el momento del día favorito, para algunas personas, una de ellas era una joven gótica, de cabello azabache.

Lucy Loud, descendiente de una bruja, y perteneciente a una familia muy numerosa, era aquella chica que le encantaba cuando el sol se ocultaba.
La noche era su momento de inspiración, y también salida de la realidad. Su vida estaba cayendo en un abismo; con apenas nueve años, había experimentado, todo tipo de cosas, desde intentos de posesión, pasando por muerte de amigos, hasta bullying. Los golpes se grababan en su suave piel, mientras anhelaba, el amor.

Sus días eran grises, sin ningún tipo de esperanza o por lo menos un respiro para su angustia; pero sentía que no había ningún lugar así, o si siquiera alguien así. O tal vez si.
Su hermano mayor Lincoln, hacia sentir un sentimiento único en ella, un pequeño calor, un calor que desconocía.
Ese calor inexplicable, que la calentaba cada vez que veía o hablaba con ese albino. La hacia cuestionarse.

Pero la noche no dura por siempre, y el bello amanecer surgió; mientras la luz inundaba la ciudad de Royal Woods, los habitantes de aquella salían a prepararse, algunos a estudiar, y otros a trabajar.

Este día, Lucy ni siquiera tenia fuerzas para levantarse de su cama; sentía como su angustia se volvía mas extensa y dolorosa; y se sentía impotencia por ni siquiera sabia que era lo que sentía por su hermano mayor. ¿Era amor fraternal? , ¿deseo?, ¿amor?, ¿Amistad?; ¿Qué era exactamente lo que sentía por el?.
Realmente quería llorar, pero al mismo tiempo quería sonreír, eso se debía por la gran felicidad que le provocaba solo pensar en aquel chico; era algo enfermizo pero al mismo tiempo adorable.

Sonó la primera alarma, y ni siquiera se inmuto; sonó la segunda alarma y no le importo ni lo mas mínimo; sonó la tercera alarma y ella no hizo nada. Ya no había mas alarmas, y parecía que la poeta no quería ir hoy a la escuela, o tal vez solo se había desvelado demasiado.
Sintió como la soledad se volvía dueño de su habitación, sintió algo de calma por tener total privacidad en esos momentos; pero al mismo tiempo sintió como la angustia volvía mas fuerte y mas atroz.

Pero sus pensamientos serian interrumpidos por alguien.

-Lucy, estas despierta-. Dijo un albino mientras habría la puerta, su tono preocupado hizo que la azabache se ocultase entre sus sabanas.

-Lincoln no quiero hoy ir a la escuela-. Dijo con algo de pena la niña gótica.

El albino decidió acercarse a su cama; viendo que la poeta estaba totalmente arropada por sus cobijas, decidió quitárselas, para medir su temperatura.

-Lucy sabes que no puedes faltar a la escuela-.

-Pero Linky-.

-Pero nada hermanita, se que tal vez estés muy cansada por la ultima semana, pero tu no estas enferma para poder justificar no asistir hoy, además estamos a viernes el ultimo día de clases, y así podrás descansar todo lo que quieras mañana-. Su tono dulce y lleno de comprensión la hizo sonrojar a la poeta, quien saco una pequeña sonrisa, para luego salir corriendo al baño, para que su hermano no la viese sonrojada.

Lincoln se quedo viendo la puerta de la habitación de su hermana, no sabia que le pasaba; muy pocas veces se iba corriendo. Pero decidió dejarlo pasar; luego podría hablar con ella de por que no quería ir a la escuela hoy.

Volviendo con la joven gótica. Ella estaba bañándose apresuradamente, hasta que cuando paso el jabón por su costilla izquierda, sintió algo de dolor; vio que se debía ese dolor, y logro apreciar que era debido a un moretón.
Recordó que ayer había sido golpeada por una estúpida, era amiga de su hermana Lynn; y la he estado molestando todo el año.

Corazon De Angel (Lucycoln)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora