Capitulo V. Mi Duque

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Una gran nevada comenzaría, mientras el bello pero aterrador bosque, comenzaba a morir, los seres vivos y muertos comenzaron a huir. El único ser que se atrevió a pasar por esa oscura nevada, fue una pequeña niña.

Poco después de comenzar la tormenta, se pudieron oír gritos de los seres que huían, y la sangre de los mismos manchaba la nieve, de un tono escarlata.

-¿Por, por, por que, por que, por que de nuevo-. Los débiles susurros de aquella niña, eran los únicos sonidos coherentes de aquel ya marchitado bosque.

Mientras seguía caminando por aquel lúgubre lugar, se comenzaría a encontrar con varios seres extraños, desde un ojo con alas de murciélago, hasta un niño que le salían gusanos de la boca, y un largo etc. Pudo toparse con un ser extraño; era extremadamente alto y bastante delgado, tenia un esmoquin algo viejo, y su piel era tan blanca como la nieve que abundaba en ese mismo lugar. La niña era demasiado pequeña para poder ver su rostro, pero eso no le importaba, pues ya sabia cual era esa criatura, y también su mas notable característica; que aquella criatura no tenia rostro.

Un monstruo atroz, que solo provocaba repulsión y terror hacia aquella niña; la niña intento esquivarlo, pero cuando creía ya haberse libraro de el, sintió como unas navajas se clavaban en su frágil piel, atravesando su estomago y pulmones, pero ella sabia que no eran navajas, si no los dedos del monstruo, que se habían alargaro y la habían atravesado.

La niña comenzaría a llorar, mientras sentía que sus fuerzas se iban; su visión se volvía borrosa y sus oídos, sentía que estaban por estallar. Pero el frio de la muerte, acabaría con su sufrimiento. Pero, en vez de morir, comenzaría a ser azotada contra los arboles.

-¿Que hice para merecer esto, yo que hice?. La niña comenzaría a suplicar, tenia miedo, mucho miedo, para su suerte el dolor comenzaría a desaparecer mientras perdía la consciencia.

La niña gótica se despertaría a media noche, estaba temblando y se sentía muy fría. Sus lagrimas seguían corriendo por sus preciosas mejillas.

-¡Ahhhhh, Ahhhhh, Ahhh!-.

La gótica estaba llorando en mitad de la habitación, mientras se abrazaba asimisma, y podría sentir mucho dolor.
Su respiración se hacia cada vez mas gélida y constante.

Pero la chica comenzaría a buscar una salida de su habitación, sabia que su tormento aun no había terminado, y que ese monstruo podría aparecer en cualquier momento.
El ambiente se hizo mucho mas oscuro en segundos, y la pequeña Loud, salió corriendo sin dudarlo hacia la habitación de un lindo albino.
Los pasillos del castillos eran angostos y oscuros, pero eso no la detuvo pues, sintió como algo la perseguía, esos monstruo que atacaban la realidad, eran su mayor miedo.

-Lincoln, Lincoln, Lincoln por favor ábrame, por favor Lincoln, te lo suplico-. La niña poeta estaba llorando mientras hablaba y daba fuertes golpes a la puerta.

-¿Que paso Lucy?-.

El joven albino abrió la puerta con sumo cuidado, antes de ver a su hermanita y notar que estaba llorando.

-Por favor no me dejes sola Linky, por favor te doy lo que quieras, solo, solo déjame quedarme contigo-.

La azabache se abalanzo a abrazar a su conejito blanco, a su príncipe de la oscuridad; Lincoln solo la empezó a acariciar el cabello, se notaba que no tenia su pijama, pues solo llevaba una blusa blanca sencilla y sus bragas, algo que sin duda era muy incomodo para el albino, pero una pregunta apareció en su mente, ¿Qué pudo dejar a Lucy en este estado?, pero sus dudas serian contestaras, pues algo lo dejaría helado; ahí estaba un ser sin rostro, estaba en la sala y se podía apreciar desde su habitación; tenia miedo de solo verlo, y sin saber que le había podido hecho a su pequeña Lucy, ese monstruo, lo llenaba de angustia y ira.

Corazon De Angel (Lucycoln)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora