Capitulo IV. El Lago Loud

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La luz del sol se colaba en la pequeña habitación, muy parecido al día anterior; pero esta vez se oyó el alboroto, que era normal en esta casa, desde un principio. Lincoln no quería levantarse, había tenido una muy buena noche, aun que hubiese sido muy corta.
Era triste que por su buen acto de bondad, la noche anterior, terminase sufriendo un poco de malestar por el poco tiempo que durmió.

Sentía pesadez en sus ojos, que amenazaban en cerrarse y no abrirse, hasta que descansase lo correcto; pero los ignoro y se fue al baño, pero igual que el día anterior, Luan lo llevo directo al baño privado de sus padres.

-Y que paso con Lucy, Linc, ¿aun no se ha levantado?, ¿o que le pasa?-.

-Nada, solo la quise dejar descansar un poco mas, ayer hicimos unas cuantas cosas, que la dejaron muy cansada-.

-Y se puede saber cuales fueron esas, "cosas", giño, giño-. Diría Luan bromeando sobre la relacion que tenían ambos hermanos, mientras le griñaba el ojo a Lincoln, dos veces.

-Jeje, por quien me tomas Luan, Lucy es mi pequeña hermanita-.

-Pues no parece, los veo muy junticos y juguetones, giño, giño-. Volvería a giñarle el ojo a Lincoln.

-Hemos estado mas junticos, pero eso no significa-.

-Nada-.

-Ahhhhh, Lucy-. La hermanita gótica haría acto de presencia, siendo que su repentina aparición, casi mata a Luan, la cual creía que Lucy seguiría durmiendo por las palabras dichas por su hermano menor.

-De que estaban hablando-. Dijo la niña poeta, ignorando a su hermana mayor que parecía afrontar la vida y la muerte, por culpa del susto que le había dado.

-!De que ustedes dos parecen tortolitos!-.

El grito de la rockera de la familia hizo eco en los oídos de los presentes, Luan sentía que moriría, su corazón le dolía, al igual que sus tímpanos.
Eso fue aprovechado por Lucy que se llevo a Lincoln al baño.

-¿Que haces Luc, Lucy?-.

El chico quedo atónito, debido a que su hermanita gótica, se comenzaría a desvestir delante de el.

-¡No, no y no!, tu no debes hacer esto-.

El albino cubriría a la gótica, mientras un gran sonrojo aparecía en sus mejillas; y aun que quería ver el delicado y frágil cuerpo de su hermanita, el deber de ser hermano mayor era mayor, que sus deseos pubertos.

-Lo siento por incomodarte Linky, es que creí que te gustaría, y yo solo te quería complacer-. El sonrojo en sus mejillas se hizo presente, mientras se igualaba con el de su hermano mayor.

-Lo se Lucy, incluso seria mentirte si te dijese que no me gustaría, pero no-.

-Entonces ¿por que no?-.

-Por que tu eres aun muy pequeña, para saber lo que sientes, además yo no quiero que un perdedor, idiota te quite tu preciada inocencia-.

-Jajaja, eres realmente idiota-.

Ambos hablaron con tonos dulces, la alegría y la vergüenza se hacían presentes en cada una de sus palabras; siendo que Lincoln le sonreía amablemente a su hermanita, mientras ella entraba a la ducha.

Cuando salió del baño, Lucy prendería la llave de la ducha, y comenzaría a sentir las delicadas gotas de agua; le recordaba al toque de su príncipe de la oscuridad, pero le faltaba la calidez que caracterizaba a ese lindo conejito blanco.

Sin notarlo sus mejillas se volvían de color rojo, mientras sentía que su cuerpo se calentaba; esa sensación era tan cómoda, siempre que la sentía se olvidaba de sus pesadez.
Realmente ni siquiera los recordaba, pues no había tenido pesadillas los últimos dos días. El corazón de su ángel, la protegía de cualquier amenaza y peligro, jamás se hubiera imaginado que su querido conejito, la consentida tanto, y eso le provocaba que fuese muy feliz.

Corazon De Angel (Lucycoln)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora