Sonaba el tecleo rígido por sus torpes dedos, estaba algo inquieto desde que se había levantado por la mañana, dando vueltas apenas fue consciente de su propio cuerpo. Sentía cómo su mente tomaba un recuerdo y lo reproducía una y otra vez, haciendo que su intriga empezara a alborotarse en todo su cuerpo tembloroso. Cuando pudo calmarse un poco, se sentó cruzado de piernas y agarró su teléfono, encendiéndolo para ver si había alguna notificación que fuera importante. "No me ha escrito hoy... Bueno, no importa, quedamos de vernos en la tarde". Pensó, su bandeja estaba totalmente vacía, ningún mensaje de WhatsApp que él esperaba, mínimo ver algo, pero dejó de darle mucha atención mientras asumía que ella estaba durmiendo.
Puso los pies en la fría madera que le dejaba la mañana del día, habiendo llovido toda la noche y parte de la madrugada. Levantó los pies en señal de molestia "¡está helado!" y movió la cabeza alrededor del cuarto para buscar sus pantuflas con forma de dragón. Estaban arrinconadas a la pata de la cama, por lo que solo tuvo que extender su brazo para colocarlas casi frente a él y ahora sí, extender las piernas cuando se levantaba, estiró sus brazos y bostezó, comenzando a recorrer su camino fuera de la habitación. Se apresuró a buscar el café en la alacena mientras se llenaba un pequeño jarrito con agua en el lavaplatos, dirigiéndose luego a la máquina que tenía en su cocina y empezando a agregar todo a la cafetera, contento, la conectó y la dejó allí, en un rato tendría café para tomar.
Suspiró y sacó el teléfono de su bolsillo para poder escribirle un mensaje, sentía muchos nervios de siquiera escribirle unos buenos días, ¿será que ella lo sentiría como muy intenso o que está demasiado emocionado? No quería hacerle saber tampoco todo lo que pensaba, hacía apenas un mes que comenzó a hablarle desde que la conoció en la universidad, a él le parecía tan linda que tenía miedo de que por alguna cosa que dijera se pudiera alejar, pero estaba haciendo su mejor esfuerzo para, no solo caerle bien, sino que llamara su atención. Aún dudoso y con sus dedos ansiosos, abrió el chat y decidió solo escribirle un "buenos días" pensando en que no quería mostrarse insistente. Giró su cabeza para revisar el estado de la cafetera, ya estaba llena casi hasta el tope, así que se apresuró a presionar el botón del costado de la máquina, haciendo que el agua se detuviera. Tomó su taza blanca que tenía un dragón negro de tres cabezas como decoración, y escrito debajo de él un lema: "Fuego y Sangre". Sirvió el líquido hasta que sintió que iba por la mitad de la taza, tomó un tarro pequeño donde guardaba el azúcar y vertió parte de este con una cuchara hasta el fondo del pocillo, aprovechando lo revolvió y luego la dejó en el lavaplatos cuando estuvo seguro de que ya esa azúcar se había disuelto por completo.
Dio un primer sorbo y dejó que cayera lentamente hasta el fondo de su garganta, sintiendo cómo el azúcar había ayudado en el amargo sabor del café. Entonces su teléfono sonó, reconoció al instante quién era porque había puesto un tono de notificación con una canción solo para ella, "oh, es ella", dejó la taza a un lado y bajó su brazo hacia el bolsillo; mientras levantaba el celular lo desbloqueó con su huella, así cuando miró la pantalla solo le quedó presionar con su pulgar en la aplicación y luego abrir el chat, "buenos días, ¿cómo dormiste?" fue el mensaje que recibió en respuesta. Sonrió de inmediato y sin disimulo, cada mensaje e interacción con ella lo hacían sentir cálido por dentro, haciéndolo salir de esa zona de confort donde apenas y se veía capaz de ser feliz sino era dentro de su mundo fantástico gracias a los videojuegos. No demoró en contestarle, emocionado, "Jaja, por fortuna bien, ¿era hoy a las tres de la tarde cierto? No vaya a ser que me equivoque y llegue una hora después" aclaró, porque, aunque él estaba seguro de que eran las tres, su cerebro inquieto le decía que iba a equivocarse, entonces prefirió recordarlo para tener una prueba contundente hacia sí mismo, "Sí, no pasa nada, te veo allá más tarde", disimulando que estaba aliviado, le mandó un sticker y dejó la conversación allí, para empezar a alistar toda su ropa.
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One-Shots Random
Teen FictionSon escritos míos que no tiene continuación ni nada parecido, pero que igualmente capaz a alguna persona en esta plataforma puede que sea de su agrado. No quito que está la posibilidad de continuar alguno si me gustó mucho, pero en general son histo...