𝐔𝐧𝐥𝐮𝐜𝐤𝐲 | Jacaerys Velaryon

01

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Una brisa helada le recoría por todo el cuerpo, entrando descaradamente por sus ropas. Aquello provocó un escalofrío en la jinete, quién había salido a dar un vuelo matutino en su dragón.

Pronto se percataría de la llegada de un barco con el emblemático estandarte de la familia cuya sangre corría por sus venas. Sonrió recordando las palabras de su madre antes de su paseo.

"Rhaenyra y sus hijos vendrán de visita a King's Landing, no regreses oliendo a dragon". Su tiempo con Aelyx se había extendido, debían regresar a la fosa dragón.

Ser Errik esperaba a la princesa. La reina había ordenado que se le dirigiera a sus aposentos donde un baño estaba siendo preparado.

— Princesa — saludó el guardia, ayudando a esta a bajar de Aelyx —. Me temo que la reina no estará contenta con que haya tardado tanto.

— Mi madre no está contenta ni rezando mil rosarios, Ser Errik. Estará bien — replicó burlesca.

Se apresuró a llegar a su habitación. Hizo que todo el personal se retirara; quitó la trenza que juntaba todos esos cabellos pálidos para cepillarlo un poco, posteriormente, comenzó a despojar su cuerpo de las ropas para después sumergirse en una tina de agua caliente.

Le gustaba bastante estar en el agua, pero hoy no podía esperar a volverse una pasa, necesitaba estar lista. Siempre había tenido una afinidad especial con Rhaenyra, por ello su visita después de 6 años de distancia era una ocasión de suma importancia.

No era tonta, sabía que su madre no estaba del todo contenta pero el rey tenía deseos de ver a su familia reunida. No era secreto de nadie que la salud de Viserys estaba por los suelos. Era un cadáver andante. Esto le dolía por la cercanía que había logrado tener con él. Al final, la había nombrado como a su primer gran amor.

— Aemma — escuchó la voz de su madre desde la puerta de su habitación.

— ¿Necesitas algo, madre? — respondió mientras continuaba con su peinado. Le gustaba hacerlos por ella misma.

— Tu hermana y su familia está por llegar, quiero que salgas a recibirlos y los lleves a sus habitaciones. Necesito atender una reunión del consejo con tu abuelo.

Aemma la miró. Alicent sonrió brevemente. La relación entre ambas había sido algo inestable desde que tiene memoria.

— Será un placer, magestad — sonrió de vuelta.

— Los iré a ver en cuanto terminemos con ese asunto, mándales saludos de mi parte — con eso último, la reina salió de la habitación.

La chica volvió su mirada al espejo. Arregló algunos cabellos antes de levantarse y salir de la habitación. Llevaba un vestido azul marino, simple pero elegante. No le gustaba nada el color verde que su madre había plasmado por todos lados.

El transporte de la princesa heredera había llegado. De este Rhaenyra y Daemon observaron a la chica. Esbozando una sonrisa, fue a abrazar a su hermana.

— ¡Aemma! — saludó mientras abrazaba a la menor -. Eres toda una mujer, mírate.

— ¡Mírate a ti! ¿Otro bebé en camino? — acarició el vientre de su hermana —. Ustedes no pierden el tiempo.

Daemon sonrió ligeramente.

— Sobrina, ¿y la reina? — cuestionó.

— Está un poco ocupada con asuntos del reino, la salud del rey ha empeorado — Rhaenyra frunció el entrecejo —. Déjenme llevarlos a sus habitaciones.

Detrás de ellos, los hijos mayores de la princesa saludaron a su tía. Aemma fijó su mirada en Jacaerys, ¿en qué momento había crecido tanto?
Lucerys no se quedaba atrás, ambos eran unos chicos apuestos. Rhaenyra y Daemon se dirigieron directamente a la habitación del rey Viserys, quien estaba postrado en cama. Por su parte, Aemma dejó a Joffey con sus cuidadoras y se dirigio al patio de entrenamiento.

— Se ve tan... pequeño — comentó Lucerys mientras observaba la armería.

— Éramos muy pequeños la última vez que estuvimos aquí — respondió su hermano.

— Están enormes — ambos se giraron a ver a su tía, quién los tomó a ambos de las mejillas mientras los observaba —. Los extrañé.

— Nosotros a ti, Aemma — se abrazaron brevemente.

Jacaerys y Aemma tenían la misma edad, y desde pequeños habían creado un vínculo muy especial. A diferencia de su hermano gemelo, Daeron, quién nunca había sentido esa afinidad con sus sobrinos, pero si con su hermana. Después del incidente en el funeral de Lady Laena, no se habían visto más que un par de veces.

Aemma se escapó a Dragonstone para ver a Jacaerys en una ocasión, siendo por una pelea entre ella y su madre. La segunda fue junto con su gemelo, Daeron. Ambos habían ido a petición del rey a llevar un presente por el cumpleaños de la princesa Rhaenyra.

Jacaerys siempre le dió un confort especial, y ella siempre lo defendió ante la gente. Le parecía estúpido que los juzgarán de esa manera, al final tenían la sangre del dragón. Seguían siendo familia.

Su encuentro se vió interrumpido por el sonido que se había formado, había un combate. Aemond y Sir Criston Cole estaban entrenando. Se había formado un grupo de gente a su alrededor, tanto los hermanos Velaryon como la Targaryen se unieron a los espectadores.

— Es un guerrero formidable, mi príncipe — dijo Cole al Targaryen -. Será excelente en los torneos.

— No me interesan los torneos — replicó tajante —. Sobrinos.

Ambos Velaryon sintieron un escalofrío. Aemond había crecido con un rencor enorme hacia los muchachos. Aemma sentía un poco de empatía por su hermano, pero sabía que de no haber comenzado la pelea, no habría sucedido nada.

— Hermano, ¿no deberías prepararte para la cena de hoy? — dijo la princesa tratando de ignorar la ya palpable tension en el aire.

— Claro — bufó —. Nos vemos por la noche - no despegó nunca la mirada de Lucerys.

Ambos muchachos se retiraron a sus habitaciones para prepararse, al igual que Aemma. Definitivamente sería una cena muy interesante.

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aclaraciones

1- los personajes no me pertenecen
2- la historia llevará un orden cronológico algo desordenado, lo haré de la mejor manera posible
3- los personajes están basados netamente en la serie, no he leído el libro aunque sé algunas cosas que podría incluir
4- será una historia lenta (sorry)
5- si algún personaje llega a estar mal escrito, les pido perdón de antemano

creo que no hay más que agregar:)
¡gracias por leer, disfruten!