IV

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Tomioka Giyuū.
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Cuando solía vivir con su hermana, le encantaba escuchar los pájaros mientras la melodiosa voz de ella cantaba junto a ellos. Eran simples murmullos con tonadas que le hacían acordar a su madre, siendo lo único que lograba que no se olvidará de ella a tan corta edad.
Cuando su hermana había muerto a manos de un demonio, nunca volvió a escuchar los pájaros de la misma manera. Ya no sonaban felices, no había murmullos y muchos menos un recuerdo placentero. Lo que una vez considero bello, ahora lo creía horrible. Horrible por el hecho de que ya no fuera su hermana quien los acompañará en sus cantos.
Odiaba admitirlo, pero envidiaba a Kanroji. Ella conserva su familia, ella lucha por los vivos que aún la acompañan. No significa que no sea válido el luchar por los muertos, la corporación de cazadores de demonios y sus integrantes son claros ejemplos de luchar por los vivos y por aquellos que ya no están.

Aún así, Tomioka no está contento con eso. El quiere ser más como Mitsuri, quiere aún tener a alguien por quién luchar y que esté vivo. No soportaba volver a su finca luego de largo día de trabajo y qué tan solo lo recibiera las frías habitaciónes y el silencio. Kocho, por tan buena amiga que sea, no era lo que él buscaba.

Una familia.
Tal como la había tenido con Sabito y su profesor; Urokodaki, la cual había sido destruida una vez más por los demonios. Él deseaba tanto una familia, porque él sabe que eso significa volver a personas que te aman, volver con personas que darían la vida por él sin cuestionar, como él lo haría por ellos. Sabia lo que era volver a un hogar caliente con comida en la mesa y seres queridos, y aunque lo haya perdido hace tantos años, deseaba poder experimentarlo al menos una vez más antes de inevitablemente morir.

Como muchos lo han hecho ya, como todos los hacen. Aun extrañaba a Sabito, como si su perdida hubiera sido apenas hace unos días, como si aún pudiera sentir su ojo vendado y cuerpo dolido, tal como estaba al enterarse. Admitía, más de una vez, haber deseado cambiar de lugares con él. Sabía que sería mejor si el hubiera muerto y Sabito hubiera sobrevivido, sería mejor pilar, mejor persona, todos lo querrían, podía apostar lo que fuera a qué hasta incluso conseguiría una familia nuevamente. No sé podia perdonar por lo que le había pasado a él, o a su hermana, pero Tomioka no podía evitar sentirse sólo, no podía evitar necesitar una familia nuevamente.

Cuando Tokito Muichiro se unió a los cazadores, a los pilares, se sintió extraño. Era solo un niño, apenas alcanzando los doce años, tal vez trece, y estaba en un trabajo tan peligroso como este. Desde el principio se lo había notado serio, tranquilo e incluso disociando casualmente mientras observaba las nubes o las rocas. Era mucha inocencia corrompida, casi que haciendo lo acordar a cuando era más pequeño. Es por eso que después de unos meses, ambos ya se llevaban bien.

Tomioka invitaba casualmente a Tokito a su finca a tomar el té, observar los peces Koi de su estanque o para practicar con las espadas. Nadie solía prestarles atención, por lo que nadie sabia de sus pequeñas juntadas, y no es como que les molestará. Tokito haba encontrado un espacio seguro en el pilar del agua, y Tomioka había logrado un vínculo de padre e hijo con el menor. Ambos estaban contentos con aquello.
Cuando el pilar de la niebla volvia de una misión, siempre tenía un lugar al que volver, sin incluir su propia finca, dónde lo esperaba un plato de comida caliente y una habitación propia que lograba sentirse como su hogar.
Tomioka, por otro lado, tenía a alguien que lo recibía cada que llegaba de una misión, alguien que realmente parecía importarle lo que le pasará, aunque ocasionalmente luciera perdido por su memoria dañada.

Himejima Gyomei había sido amable en ofrecerle la misma compasión al más joven, sin duda ambos se llevaban bien. Pero, aunque tuviese la peor memoria posible, sabía que su hogar estaba en la finca del agua.
Ambos, de carácter tranquilo, habían logrado llenar una pequeño hueco en sus vidas.

婚約|SaneGiyuu.¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora