El Laberinto de los Recuerdos Olvidados 🎭 JK•T/N

03 🌓 No hay perdón

○ NARRA T/N ○

Las puertas del enorme circo se abrieron en cuanto los guardias me vieron llegar. Tras una reverencia dieron la bienvenida de manera respetuosa, uno de los muchos beneficios que tengo por ser líder, la cena con mis padres había terminado y tan pronto sucedió, salí inmediatamente.

Estaba agotada, pero no era momento para descansar. Todo lo contrario, debían ponerme manos a la obra.

— T/N. Que bueno que ya estés aquí. —  dijo Namjoon caminando en mi dirección.

No me detuve, seguí caminando por el sendero rumbo al área de las casas rodantes mientras el presentador del circo seguía mis pasos.

— ¿La cena con los alcaldes fué bien? — preguntó él al mirar mi semblante molesto, en realidad, sabía que en cualquier momento yo iba a explotar en cólera.

— ¿Dónde está Jackson? — dije frunciendo el ceño.

Namjoon, pese a que en un principio no tuvimos la mejor de las presentaciones, ahora todo era diferente, se había convertido en mi mano derecha y sabía que podría confiar en él, ha sido la persona que me ha ayudado últimamente.

— Por tú cara, deduzco que algo malo sucedió. — comentó Namjoon y ambos nos detuvimos en medio del camino.

El presentador me miró atentamente y metió las manos en sus bolsillos.

— Nadie lo entendería. —

— Ese es el problema. T/N, quieres hacer todo tú sola. Pero no lo estás. Especialmente por que tienes a Jungkook contigo. — enfatizó.

A mi memoria llegaron las imágenes que hace unas horas atrás había visto y de las cuales me tenia tan mal.

○ FLASHBACK ○

Cada paso resonaba en los fríos pasillos de la mansión Moon, mientras me adentraba en la oscuridad que era iluminada por tenues lámparas en busca de respuestas. La preocupación y la determinación me impulsaban a seguir y hacer aún lado mi miedo, guiándome hacia el misterio que envolvía el paradero de Joseph y Alice.Un ruido desgarrador rompió el silencio, como un eco de angustia que hizo que mí corazón se acelerara con temor.

Siguiendo a paso cauteloso el sonido hasta una habitación en penumbra, me encontré con una escena que dejaria a cualquiera sin aliento. En el centro de la estancia, Joseph y Alice, estaban siendo sometidos a un tormento inhumano. Sus gritos de dolor resonaban en mis oídos, desgarrando su alma por el dolor que estaban experimentado. Quería detener todo, entrar y decirles que se detuvieran, que ya había sido suficiente.

Mis ojos se llenaron de lágrimas mientras presenciaba la tortura impuesta a quienes me cuidaron por mucho tiempo. La impotencia me paralizaba, el horror me envolvía como una sombra, y la desesperación me  consumía desde adentro.

— Ya basta... — comencé a decir apenas en voz baja por el llanto que me estaba consumiendo.

Al dar un paso más para entrar a la habitación, alguien jaló de mí brazo con brusquedad.

— ¿Qué demonios crees que haces? — dijo mi padre entre dientes.

Me sujetaba con fuerza, sus ojos oscuros brillaban por la luz y su imponente voz me dió un escalofrío. No quería balbucear frente a él. No podía permitirme ver débil. Ya no más.

Con determinación, me arrebaté en un solo movimiento para zafarme de su brusquedad. Mi mirada se posicionó en la presencia de mi padre, sin inmutarme.