07 🌒 Sombra de Culpa.

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NARRA T/N

El aire frío de Mistery Town se colaba por las rendijas de la casa de los Harrison, recordándome el peso de la responsabilidad que cargaba sobre mis hombros. La visita a Joseph y Alice era inevitable, una deuda que debía saldar con mi conciencia.

Al entrar en la habitación donde se encontraban, la imagen de sus rostros demacrados, cubiertos de cicatrices y llenos de dolor, me golpeó con la fuerza de un trueno. La culpa me envolvió como una niebla espesa, oprimiendo mi pecho y nublando mi mente.

— Gracias por salvar a nuestros padres. — dijo Brentt con una pizca de tristeza.

— No deberías agradecerme... esto es mi culpa. Si no los hubiera hecho venir, nada de esto hubiera pasado. — hablé con cierto rencor hacia mí.

— De ninguna manera, era algo inevitable, eso lo saben perfectamente nuestros padres. Así que deja de culparte.

Asentí no muy convencida, más sin encambio hoy le pondría fin a un asunto pendiente.

— Me gustaría hablar con Alec a solas. — anuncié.

El mayor de los Harrison me miró con detenimiento y asintió.

Ambos nos dirigimos hacia el despacho principal dando un último vistazo a Joseph y Alice.

Recordé el momento en que los rescaté de la casa de los Moon, su mirada llena de terror y desesperación, sus cuerpos marcados por la tortura. Había prometido protegerlos, pero ¿cuánto había logrado realmente? ¿Cómo podía vivir con la imagen de su sufrimiento grabada en mi memoria?

La sed por justicia, que antes era un fuego lento en mi interior, se transformó en una hoguera voraz. La imagen de Jackson, el payaso que había complicado las cosas en Mistery Town, se cruzó por mi mente. Su muerte no era suficiente. Necesitaba más. Necesitaba que todo esto terminara pronto.

— ¿De qué quieres hablar? — preguntó Alec cerrando la puerta.

Ambos nos sentamos un el sofá que tenía el despacho y tomé un bocado de aire antes de hablar.

— Primero quiero volver a ofrecer disculpas por causarles tantos problemas. — dije mientras colocaba mis manos sobre mis rodillas para hacer una reverencia corta.

Sabía que ellos no estaban acostumbrados a los modales asiáticos, pero lo vi necesario como muestra de mu arrendamiento. Aunque como decía Brentt, Brenna y Alec, no era momento de sentir culpa ya, más bien de solucionar los problemas.

— N-no es necesario — dijo Alec con notable inquietud. — Somos una familia, no lo olvides.

— Lo sé, es por eso que quiero poner fin a su asunto en el pueblo. Deben regresar a Londres e intentar olvidar lo que pasó en Mistery Town para retomar su vida. — mencioné con toda la seriedad del mundo, impulsando a Alec para que lo hiciera.

— ¿Pero y tú? Qué pasará contigo? Creí que nos iríamos juntos. — añadió.

— Sabes que eso no es posible, es mi batalla, ustedes ya pasaron lo suficiente por nosotros, deben olvidar. Me quedaré en Mistery Town, eso ya lo había hablado con Seokjin, ambos vamos a trabajar juntos, tiene que hacerlo.

Alec me miró con detenimiento, mis palabras lo habían dejado en silencio y en una posición que no podía apelar.

— Deben irse ahora, estoy haciendo lo posible por que mis padres no sepan todo lo que esta sucediendo, sin embargo es cuestión de tiempo para que ellos lo sepan, se que ellos me van a odiar y harán lo posible para que yo me detenga... por eso mi hermano esta aquí. — dije con frustración. — A ellos no les importará deshacerse de su hija si eso implica mantener el poder en el pueblo. Ni mucho menos lastimar a aquellos que amo. — terminé de decir y Alec se acercó lentamente para atraerme a si cuerpo en un abrazo cálido e inevitable.

— Lo sé, es por eso que me asusta dejarte sola. — dijo en voz baja. — No quiero que salgas lastimada.

— No pasará, lo prometo. Además, Jungkook está conmigo. — Sonreí levemente, sin embargo una mirada triste se formo en mi cara. — Sé que querías reunirte con Jimin... su promesa sigue en pie, así que no lo olvides, Jimin es como tú hermanito pequeño, sólo espera un poco más. Nos volveremos a ver. — le di una palmada en el hombro u Alec me regaló una sonrisa.

Al mirar a Joseph y Alice, sus ojos llenos de tristeza y resignación, sentí un cambio en mi interior. La determinación de enfrentar al oficial Kim Seokjin en Seúl se intensificó. No solo para proteger a Mistery Town, sino para asegurar que la justicia se hiciera realidad.

El peso de la culpa se transformó en un impulso inquebrantable. La sombra de la venganza se extendió sobre mi alma, alimentando mi sed de justicia y mi determinación de luchar por un futuro más brillante, no solo para Mistery Town, sino para aquellos que habían sido víctimas de la oscuridad.

Es por eso que debía desprenderme de ciertas debilidades para entrar en batalla. Solo así seria capaz de ir adelante sin miedo.

◇◇◇◇

— Mantente pendiente de mi hermano y su grupo circense. Sabes que no podemos confiar en ellos a la ligera. — dije mientras Namjoon prestaba atención.

— Lo haré no te preocupes, también las funciones continuarán con normalidad para que nadie sospeche y sobre el circo de Kang, seguramente querrán presentar un espectáculo. ¿Qué sugieres que hagamos? — preguntó él.

— Sólo una función, tienen permitido uno sólo. —

La decisión de dejar Mistery Town, aunque necesaria, me llenaba de una mezcla de inquietud y determinación. La imagen de Jungkook, listo para acompañarme en mi viaje a Seúl, me brindaba un poco de consuelo. Su presencia, siempre sólida y confiable, me recordaba que no estaba sola en esta batalla.

Antes de partir, debía asegurarme de que el circo estuviera en buenas manos. Namjoon, con su inteligencia y su capacidad de liderazgo, era la elección ideal para hacerse cargo durante mi ausencia. Sin embargo, la inquietud me carcomía por dentro. La presencia de Moon Kang, mi hermano, me llenaba de una profunda desconfianza. Su ambición y su sed de poder eran una amenaza constante para la estabilidad del circo.

Mientras le explicaba a Namjoon mis planes, tratando de transmitirle la importancia de mantener la calma y la unidad en mi ausencia, mi mente divagaba hacia Moon Kang. ¿Qué estaría tramando? ¿Aprovecharía mi ausencia para tomar el control del circo? La idea me llenaba de un miedo visceral.

La responsabilidad de proteger a Mistery Town, a mi familia y a mi gente, pesaba sobre mis hombros como una losa de piedra. La idea de dejar el pueblo me hacia sentir más inquietante que nunca. Por que era como dejar desprotegido al circo.

Habia comenzado a hacer buenos amigos. Lisa, Yoongi, Jimin, el mago e incluso Namjoon, pero sobre todo Taehyung, esto lo hacía por él, solo esperaba que no me odiara por ocultarle sobre su hermano. Con un ligero nudo en la garganta, le di las últimas instrucciones a Namjoon, confiando en su capacidad para mantener la calma y la seguridad del circo. La despedida fue breve, prometí regresar pronto. La incertidumbre me rodeaba como una niebla espesa, pero la determinación de luchar por un futuro mejor me empujaba hacia adelante.

El Laberinto de los Recuerdos Olvidados 🎭 JK•T/NDonde viven las historias. Descúbrelo ahora