La dimensión oscura era donde nunca quería estar. Sunoo, un lindo demonio, se supone que debería estar cumpliendo sus extraños deberes, tan solo molestar a los ángeles y a los humanos, pero no quería hacerlo.
Su misión era robarle la energía a los humanos y tentarlos a cometer varios delitos, pero nunca le llamó la atención hacer algo así. Sunoo prefería estar rodeado de los animales del bosque y jugar con ellos, cuando subía a la tierra amaba acariciar y darle de comer a los perros y gatos de la calle, tal vez no sabía para que fue creado, pero siempre se lo estarán recordando.
Los demonios nacen gracias a las llamas de su dimensión, se dice que la llama que originó a Sunoo era débil, y eso se vió en su apariencia física y en su comportamiento, sumiso y bondadoso. Todos los demonios poseen alas mientras que él nunca las tuvo, nació sin ellas, desde que tiene conciencia propia hizo una pequeña casita alejada lo más posible de sus compañeros demonios donde vivía con la poca paz que tenía.
Porque a pesar de todo, los de su especie se dedican a hacerle la vida imposible, desde comentarios maliciosos hasta tocarlo indebidamente, Sunoo preferiría mil veces vivir en la tierra en vez de aquel lugar que le dió vida.
—Vamos zorrita, sal de tu casita.—Escuchó la voz de uno de los demonios que solía buscarlo a cada momento
—¡Vete, Riki, déjame en paz!—Gritó, acariciando una piedra con ojos falsos, no podía llevar a su dimensión a ningún animalito porque morirá por el calor de esta, así que, durante hace mucho tiempo atrás, fingió que esa piedra era su mascota
—¿Y si no se me da la gana?, oye, vamos, no me hagas rogarte, no quiero cogerme un humano hoy... ¡Quiero cogerte a ti!—Los golpes en la puerta improvisada se hacían más fuertes
De todas formas Sunoo sabía que era inútil resistirse, al final y como siempre, Riki entraría a su casa a la fuerza, lo follaria y se iría del lugar dejándolo en paz hasta el siguiente día, era como si este disfrutará fingir que Sunoo se hiciera el valiente.
«¿Qué debería hacer, señor Pringles?» Sunoo se preguntó mentalmente, viendo a su piedra.
«¿Debería escapar a la tierra y quedarme allí para siempre?, no lo creo... Si me escapó, Riki y los demás demonios me arrastrarían nuevamente a esta dimensión, nunca volveré a ser libre.» Sunoo apego su cuerpo aún más a la roca, las lágrimas brotaban por sus ojos y resbalaban por sus mejillas, intentando no escuchar lo gritos del demonio a fuera de su casa.
Sunoo tragó en secó y decidió hacer algo por su bien, decidió salir por una de las ventanas que había hecho detrás de su casa, así tal vez podría huir hacia el portal que daba con la dimensión de los humanos.
Trato de correr lo más rápido que pudo junto con su piedra mascota en brazos, pero fue inútil, Riki podía volar y era obvio que era mucho más rápido que solo correr. El demonio se abalanzó en contra de Sunoo, rápidamente lo acorraló en el suelo, Sunoo solo pudo abrazar su piedra y rogar que este no se hubiese enojado con él.
—Oye dulzura, ¿A dónde vas?, ¿Quieres irte a la dimensión de esas cosas?—Preguntó Riki con una gran sonrisa en su rostro
—L-lo lamento... Vol-volvamos y te de-dejo hacer lo que quieras.—Sunoo se acurrucó en posición fetal, a Riki solo le causaba gracia lo patético que era Sunoo
—Vamos a jugar algo divertido, ¿Te parece?—Le preguntó, sabía le que Sunoo quería hacer y lo iba a dejar, pero, no se lo dejaría tan fácil
—El juego es el siguiente, haces lo que planeas, escaparte a la dimensión de los patéticos como tú, te doy... Ummmm... Una semana de ventaja, para que te escondas y todo eso, si te escondes bien, ganas, te quedas allí toda tu patética existencia, si yo te encuentro, te arrastrare hasta aquí nuevamente y si no sirves para ser un buen demonio, entonces podrás servir para ser una buena puta para todos.—Riki acarició la mejilla de Sunoo, dejando un beso en su frente antes de levantarse
—Corre, shu, largo, antes de que me arrepienta de lo que estoy haciendo.—Dijo mirando con desprecio a Sunoo, quien limpió sus lágrimas con su brazo y salió corriendo con su piedra nuevamente
—Oye, ¡Saludos al señor Pringles!—Riki soltó una risa mientras se despedía con la mano a la distancia, ¿Sunoo era tan patético para creer que esa piedra era su mascota?
★
Sus piernas flaquearon y cayó al suelo con su piedra mascota, la cual rodó un poco debido a la inclinación de la tierra, Sunoo comenzó a llorar mientras pedía que algo bueno le pasara por primera vez.
Cuando cruzo el portal se alejó lo más lejos que pudo corriendo del lugar, tenía miedo de que Riki u otros demonios aparecieran y se lo llevarán nuevamente. No quería vivir más en ese lugar, estaba cansado, ¿De verdad merecía todo eso?
Nunca pidió nacer en esa tonta dimensión, por él, nunca hubiera existido, pero, ¿Ahora qué?, nunca antes había convivido con los humanos, tan solo vagaba por los bosques en busca de los animalitos silvestres para jugar con ellos, muy pocas veces se cruzaba con algunos cazadores, y por su bien, se alejaba de ellos sin decir absolutamente nada.
¿De verdad era un demonio?, siempre cuestionó esa pregunta, no había maldad en su corazón, los animales usualmente se alejan del mal, pero, ¿Por qué ellos no corren de él?, al contrario, siempre que ven a Sunoo se dejan acariciar por este, juegan con él e incluso le llevan algunos frutos silvestres para que los coma.
Sunoo tomó al señor Pringles en sus manos y comenzó a caminar, aunque ya podía convivir con los animales, de cierta forma se había encariñado con su mascota creada, pues fue la única que pudo abrazar en cada momento difícil.
Sus ojos pesaban demasiado, quería cerrarlos y dormir un poco, los demonios no necesitaban dormir pero al fin y al cabo, Sunoo era diferente a los demás, eso lo hacía sentirse incompetente.
«¿Por qué no fui uno igual a los demás de mi especie?, o, ¿Por qué no fui mejor un humano?» pensó mientras se acostaba en el pasto, abrazo a su piedra y cerró sus ojos lentamente, esperando que todo estuviera bien al siguiente día.
Pero, su sueño se vio interrumpido debido a unos pasos que lo acechaban en la oscuridad del bosque, ¿Eran animalitos del bosque o eran humanos que lo habían visto?
—Ho-hola, ¿Hay alguien ahí?—Preguntó con miedo, no quería que fuera algún demonio que lo encontrará
Los pasos comenzaron a intensificar su sonidos, estos eran ágiles y rápidos, tenía bastante miedo.
No fue hasta que los dejo de escuchar y por un momento se sintió aliviado, hasta que vió como una silueta grande y con alas se abalanzó en contra de él, haciendo que por inercia este chillara y comenzará a llorar.
—¡Basta Riki!, volveré, voy a volver y voy a hacer todo lo que tú me pidas.—Dijo con sus ojos cerrados, pero de sorprendió al escuchar una risa que, por su suerte, no era del antes mencionado
—¿Así de fácil te entregas?, wow, nunca pensé ver a alguien como tú.—Sunoo abrió sus ojos y se encontró con un hombre de cabellos rojizos
Al fijarse bien en él, se dió cuenta que este poseía alas, pero no eran como las de los demonios, estás eran blancas y con plumas brillantes y a simple vista se veían demasiado suaves.
Aunque, no era un demonio, era algo mucho peor para él.
Ese chico era un ángel, sus cazadores más peligrosos.
★
Voy a tomar la decisión más difícil de mi vida, voy a actualizar este fanfic constantemente así como los otros dos que he estado actualizando.
Recuerden que ustedes son libres de corregirme algún error ortográfico.
ESTÁS LEYENDO
WELL, WHAT ARE WE? ; HEESUN
Fanfictionse supone que los angeles son puros y bondadosos, mientras que los demonios son todo lo contrario a ellos, ¿podría existir un ángel imperfecto y un demonio tan puro? ★. heesun ; hs top - sn bottom. ★. fluff y +18. ★. esta obra está inspirada en "bad...