La tarde se había ido demasiado rápido, Sunoo se la paso viendo algo llamado televisión mientras Heeseung solo descansaba a su lado, no entendía muy bien como los humanos podían usar esos aparatos muy fácil, ¡Le estaba costando demasiado!
Heeseung se levantó de la cama y se dirigió al baño, se tardó unos cuantos minutos ahí adentro pero cuando salió, gotas de agua caían por su cuerpo y cabello, junto a una tela blanca atada a su cintura.
—Voy a salir un momento, quedate aquí y no te vayas a ningún otro lado.—Sunoo no entendía para que servía la tela blanca que Heeseung quitó y comenzó a pasarla por su cuerpo mojado, pero aún así quería saber hacia donde iba
—¿Me vas a abandonar?—Preguntó ingenuamente, escuchó la risa del ángel
—Claro que no... Solamente necesito salir a hacer unas cosas, no quiero llevarte porque no son cosas que te vayan a gustar.—Heeseung comenzó a colocar la ropa que anteriormente traía puesta
—No me parece justo, tú sales a conocer mientras que yo y el señor Pringles nos quedamos aquí.—Sunoo hizo un mohín y abrazó a su piedra, Heeseung quiso sentirse molesto pero al contrario, le pareció adorable el gesto del demonio
—Mira, mañana podemos salir a conocer todo lo que tú quieras, pero por el momento es mejor que te quedes aquí. De veras, prometo regresar.—Heeseung tomó asiento al lado de Sunoo, quien suspiró y terminó aceptando
—Me demoró un poco, si el reloj de la pared marca el número tres y no he llegado, no te preocupes, entonces llegaré en la mañana temprano.—Heeseung se levantó de la cama, tomó las mejillas de Sunoo y plantó un beso en su frente
Sunoo se sonrojo por la acción repentina de Heeseung, el ángel se sintió avergonzado así que se dió media vuelta y comenzó a caminar hacía la puerta, incluso él no sabía porque había tomado la decisión de darle un beso al demonio, pero se sentía bien hacerlo.
—Bi-bien, nos vemos más tarde, descansa un poco.—Heeseung abrió la puerta y rápidamente salió del lugar, dejando a Sunoo observando la puerta atentamente
Se sentía extraño volver a estar solo, estaba con su mascota pero, él sabía que solo era una roca que no emitía ningún sonido, que le tuviera aprecio y amor es diferente a esperar a que está camine o haga sonidos.
Sunoo apagó el televisor y se recostó en la cama, alzó al señor Pringles y comenzó a hacer lo que realmente hacía siempre, hablar solo.
—¿Sabías que Heeseung es un ángel potestad?, son los encargados de cuidar el equilibrio entre su dimensión y la de los humanos, es... Grandioso, ¿Creo?, además es muy apuesto, la belleza de los ángeles no se puede igualar a la de un demonio.—Sunoo comenzó a mover a su piedra, imaginando que está le daba alguna respuesta
«Heeseung es muy hermoso, Sunoo, ¡Te sonrojas mucho cuando lo ves!, ¡Te gusta!» comenzó a hablar en su mente por su piedra.
—¡Señor Pringles es un descarado!, no me puedo gustar él, es un ángel y yo un demonio, aunque él diga cosas raras como cogerme o me haya chupado un pezón, no significa que él guste de mi o se sienta atraído por una especie la cual es su enemigo natural, además, no sé cómo es eso amor, no sé cómo se puede amar, aunque lo haya leído en algunos libros que habían en el Inframundo, siento que no puedo merecerlo.—Sunoo abrazó a su piedra
Esperaba seguir su propia conversación, hasta que unos golpes en la puerta lo interrumpieron, con la esperanza de que fuera Heeseung quien se arrepintió de dejarlo solo, no esperaba ver a alguien más ahí.
Este era un chico de ojos felinos, quien cuando miró a Sunoo sintió su malvada presencia y su gesto paso de ser una sonrisa a un ceño fruncido, sus ojos se habían tornado dorados, indicando que no era un humano cualquiera.
★
Heeseung no se sentía bien esa vez, hace una hora había llegado a ese club de strippers pero, Sunoo no dejaba de aparecer en su cabeza.
Incluso si tenía a un hombre montando su pene y una mujer colocando su intimidad en su cara, no se sentía cómodo, no era como otras veces que lo disfrutaba y le encantaba estar sexualem con los humanos.
El ángel bufó molesto y apartó a la mujer y al hombre de su cuerpo, estos se miraron confundidos cuando Heeseung se sentó al borde de la cama y miraba hacia al suelo, era como si algo lo estuviera consumiendo internamente y tenía miedo de que algo pudiera pasar.
—Oye cariño, algo te está pasando, ¿Acaso no lo estamos haciendo bien?—Se acercó la mujer y comenzó a acariciar la espalda de Heeseung, el cual se tenso ante el toque
—Si gustas podemos cambiar, ahora ella montará y pene y yo tu hermosa cara.—Se acercó el hombre a los otros dos, ambos strippers acariciaban los hombros y espalda de Heeseung para tentarlo a seguir
—No... Solamente hoy no traigo ganas, eso es todo.—Heeseung se levantó y comenzó a tomar sus prendas para volver a vestirse
Aunque ambos strippers quisieron evitar la ida del Heeseung, este estaba totalmente negado a volver a coger con ellos, no tenía idea de lo que estaba pasando pero algo dentro de él le aseguraba tener un mal presentimiento en ese momento.
—Tengan, gracias, lo intentaron.—Heeseung arrojo el dinero en la cama, la mujer y el hombre solo estaban confundidos por la actitud del cliente
No era la primera vez que Heeseung iba a ese lugar, algunas veces cogía con mujeres, otras veces con hombres y otras veces con los dos, habían días en los cuáles venía seguido y luego desaparecía de la nada.
El ángel se marchó del club y unas calles más adelante se adentro a un callejón y comenzó a fumar un cigarrillo, en el camino al lugar había comprado condones y cigarrillos, lo único que usaba en toda la noche, aunque claro, solo uso un condón de la caja.
Daba caladas al cigarrillo y miraba hacia el cielo, le generaba risa que los humanos creían con tanta fidelidad que allá arriba se encontraba un ser llamado Dios rodeado de ángeles. Cuando realmente, los angeles eran una especie aparte y venían de otra dimensión, ellos tenían su propio planeta y se regían bajo las mismas leyes.
—Ja, los humanos son tan patéticos.—Heeseung daba otra calada al cigarrillo y expulsaba el humo
Sunoo había vuelto a su mente, la sonrisa de este y su mirada fascinada con cada cosa humana que veía solo le daba ternura y sonreía bobamente al recordarlo. Negó con su cabeza y su expresión volvió a ser seria, él no podía enamorarse, pues aunque los ángeles tuvieran toda clase de emociones y sentimientos, nunca sentían amor hacía alguien de su misma especie o de las demás, romántica y sexualmente hablando.
Llevaba poco tiempo de hacer conocido a Sunoo pero sentía que sus destinos estaban entrelazados, ¿Qué coincidencia tan extraña?, un ángel imperfecto y un demonio perfecto.
Apagó el cigarro dejándolo caer al suelo y con sus zapatos aplastó a este. Comenzó a caminar otra vez hacia el motel donde había dejado a Sunoo. Pasaron unos minutos y llegó al motel, sintió como una punzada atravesaba su corazón y rápidamente sintió que Sunoo estaba en problemas, corrió hacia la habitación y con la llave de esta la abrió, cuando entró se encontró con algo que no esperaba ver.
Jungwon, su antigüo ángel superior y encargado de llevarlo otra vez al camino del bien, tenía amarrado y amordazado a Sunoo, quien estaba llorando mientras intentaba moverse para escapar de ahí.
No sabía que hacer en esa extraña situación, pero sea lo que sea, no iba a permitir que Jungwon le hiciera daño a Sunoo.
★
Ö
Recuerden que ustedes son libres de corregirme algún error ortográfico.
![](https://img.wattpad.com/cover/372876237-288-k283761.jpg)
ESTÁS LEYENDO
WELL, WHAT ARE WE? ; HEESUN
Fanfictionse supone que los angeles son puros y bondadosos, mientras que los demonios son todo lo contrario a ellos, ¿podría existir un ángel imperfecto y un demonio tan puro? ★. heesun ; hs top - sn bottom. ★. fluff y +18. ★. esta obra está inspirada en "bad...