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El camión se detuvo delante del edificio, Heeseung y Sunoo bajaron del taxi y el potestad pagó de este. Un hombre se bajo también del camión, pues en este llevaban las cosas que habían comprado ese día.

—Solo deje firmar aquí, le ayudaremos a subir sus cosas a su departamento.—Señaló el hombre en la hoja, Heeseung dejó su firma en el papel y el hombre le pidió ayuda a su compañeros

Heeseung también se ofreció a ayudar, mientras que Sunoo se dedicaba a observar como varios hombres y el ángel se dedicaban a llevar las cosas dentro del edificio. Por su parte, Sunoo cargó con bolsas llenas de ropa que Heeseung había comprado nuevamente, le gustaría tener también su propio dinero para regalarle cosas lindas a su cuidador.

Una vez dentro, los hombres y Heeseung dejaron algunas cosas en la sala, el comedor, los sofás, la estufa y nevera, entre otras cosas que habían decidido comprar. Sunoo dejó las bolsas en el suelo y miró el reloj de su teléfono, ¡El señor Pringles llevaba mucho tiempo solo!, el demonio se preocupó por su mascota y se acercó a Heeseung, casi arrastrándolo lejos de los humanos que se encontraban en la sala.

—¿Qué pasa?, tengo que ir por más cosas que aún están en el camión.—Se quejó el ángel, Sunoo le tomó el brazo para que esté no se fuera

—¡El señor Pringles lleva mucho tiempo solo!, tengo que ir por él...—Sunoo miró con ojos brillosos a Heeseung, este negó molesto

—Ahorita no Sunoo, estamos ocupados, mañana podremos ir por él...—Heeseung sintió un fuerte apretón en su brazo

—Voy a ir solo.—Dijo en tono serio, el ángel soltó una risa al ver la expresión neutra del demonio

—Bien, ve solo, pero hagamos algo, esto es para evitar que te pierdas o si te pasa algo, para que yo aparezca en un segundo... Solo esperemos que funcione.—Heeseung tomó los hombros de Sunoo

—Mírame a los ojos.—Ambos conectaron miradas

Los ojos de Heeseung comenzaron a brillar en dorado, mientras que los de Sunoo brillaban en fucsia, la respiración de ambos era agitada y el demonio no entendía que estaba tratando de hacer el potestad. Pasaron unos segundos y los ojos de ambos volvieron a la normalidad, Heeseung sonrió victorioso.

—Je, funcionó, perdón si te mantuve con la intriga, lo que acabamos de hacer fue enlazarnos. Cada que cierres tus ojos y pienses en mí, una luz te mostrará el camino donde me puedas encontrar, así mismo, cada que yo te necesite apareceré a tu lado. Es algo de los ángeles, los usamos indirectamente en los humanos cuando fingimos ser sus amigos para protegerlos y cosas así.—Heeseung dejó un beso en la frente de Sunoo

—Ve, es mejor que aprendas a salir tu solo, no siempre voy a querer acompañarte y además, debes socializar también, aunque no me agraden del todo los humanos, tampoco te puedes retraer a ellos o serás juzgado. Toma, un poco de dinero para que vayas en taxi y te devuelvas.—Heeseung le dió una nalgada a Sunoo y luego se fue a ayudar con sus cosas

Sunoo tenía sus mejillas rojas, negó con la cabeza y salió del departamento, bajó por el ascensor aunque le costará aún hacerlo y salió del edificio, Heeseung le había enseñado que con su teléfono se guiará para llegar a direcciones específicas. Le había mandado la del motel donde estuvieron y así, Sunoo se paró en la cera y espero que un taxi pasará, tal y como había hecho hace algunos momentos atrás cuando regreso junto con el ángel.

Un taxista le ofreció llevar a Sunoo y este aceptó, le enseño la dirección y aunque esté lo miró sospechoso, acepto llevarlo al motel. Durante el camino el demonio miraba hacía la ventana, contemplando el atardecer mientras las luces de la ciudad brillaban.

Unos minutos después llegó al motel, pagó el vehículo y se bajo, tenía la llave en sus bolsillos, así que iría a recoger las cosas que dejaron ahí junto al señor Pringles. Al entrar al lugar, Sunoo tragó en secó y se quedó estático al ver a una de sus compañeras de especie, quien iba acompañada de una chica más baja que está.

La demonio sintió la presencia de otro de su especie, así que se giro sobre sus talones y sonrió al ver al lindo e ingenuo Sunoo.

—Vaya vaya, mira lo que trae el averno, a nada más ni nada menos que al pequeño Sunoo.—Dijo la chica acomodando sus cabellos negros detrás de su oreja

—Preciosa, espérame en la habitación, en un momento subo.—Dijo, la humana aceptó con sus mejillas rojas y dejó solos a ambos demonios, el recepcionista solo dió una mirada y volvió a su teléfono

—Won-Wonyoung...—Dijo nervioso, su cuerpo temblaba ante la presencia de ella

—Riki me contó sobre el juego que hizo contigo, ¡Acepte a ayudarlo en la cacería tuya!, oh, una lastima que no pueda hacer nada aún.—La demonio jugo con uno de sus mechones de cabello, Sunoo retrocedía

—¿Ca-Cacería?—Preguntó nervioso

—Claro, dah, la cacería que se va a llevar a cabo cuando pérdidas tu tonto juego con él, una vez te llevemos de vuelta al infierno vas a ser la perrita de todos allá... Y yo estaría más que contenta de jugar contigo pequeña zorra—la chica se acercó al oído del demonio—, me gustaría meter mi puño dentro de ti.—Esta sonrió y se alejó de Sunoo guiñándole un ojo, se despidió con su mano y subió las escaleras que daban a las habitaciones

Sunoo comenzó a hiperventilar, miró a los alrededores y corrió hacia la escaleras, subió de estas y fue a la habitación en la que se habían quedado antes, abrió de esta y cerró con fuerza la puesta, apoyó su espalda sobre la madera y se dejó caer al suelo.

Comenzó a llorar al recordar el verdadero motivo por el cual se encontraba ahí, no dudaría mucho, ¿Dónde se supone que se escondería lejos de todos ellos?, no quería dejar a Heeseung, pues este era el único que lo ayudaba.

—Señor Pringles...—Sunoo miró a la piedra sobre la cama, está seguía tal y como la había dejado

—¿Le debería contar a Heeseung sobre todo esto?—Miró a su mascota, no obtuvo respuesta alguna, o no que se pudiera escuchar en voz alta

Sunoo se levantó del suelo y caminó por la habitación, en una bolsa guardo todas sus pertenencias junto a las del ángel, cargó al señor Pringles y dejó la habitación vacía, iba a extrañar estar en ese lugar. Bajó con prisa y se intentó marchar hasta que la voz del recepcionista le llamo la atención.

—Oye bonito, ¿Te vas sin pagar los días que se quedaron ahí?—

—Heeseung di-dijo que él vendría mañana a pagar.—Se excusó, quería irse de ese lugar antes de volver a toparse con la demonio

—Te voy a hacer caso porque el señor Lee es un buen cliente.—El muchacho tomó asiento en la silla nuevamente

Sunoo suspiró y se fue corriendo los más lejos posible, limpiaba de vez en cuando sus lágrimas con las mangas del suéter que llevaba puesto. Unas calles más adelante y nuevamente tomó un taxi, cerró sus ojos y se calmó un poco, intento comunicarse con Heeseung mediante el enlace que hicieron.

Los edificios que quedan al frente del parque central.Escuchó la voz de Heeseung en su cabeza, Sunoo asintió confundido y le dijo al taxista sobre dónde tenía que ir

Emprendió hacía su hogar mientras acariciaba a su piedra, intentando buscar consuelo sobre el encuentro inesperado que había tenido, sobre todo, aquellas palabras que Wonyoung le había dicho, era más que obvio que Riki quería que esté volviera si o si, y estaba haciendo un ejército para ir por un solo objetivo.

Recuerden que ustedes son libres de corregirme algún error ortográfico.

WELL, WHAT ARE WE? ; HEESUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora