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Su cuerpo no se podía mover, estaba totalmente aterrorizado ante la presencia divina.

Era bien sabido que si un demonio se encontraba con un ángel su vida acabaría en se instante, los ángeles después de la guerra con los demonios habían acordado neutralidad ante esas criaturas, era una gran blasfemia, pues aunque ellos piensan que son totalmente "correctos" disfrutaban de matar a los demonios, estos no podían hacer nada, otra guerra sería inútil, pues los ángeles son criaturas por mucho más que superiores.

Sunoo solo pudo aferrarse más a su roca mascota, mientras su cuerpo temblaba y las lágrimas se escurrían por sus mejillas como si fuera una fuente.

—Po-por favor... Piedad, no me ma-mates... Soy indefenso.—Y tenía razón, ni siquiera contaba con gran fuerza y resistencia como sus compañeros, o tan solo con un par de alas para escapar

—¿Eres un demonio, cierto terroncito?, desde metros podía oler tu rico aroma.—Los ojos de caza de Heeseung se activaron, brillaban de un color dorado bastante fuerte mientras sonreía, estaba disfrutando de jugar con el demonio

—S-si... Pe-pero no soy fuerte, ni tengo alas...—Dijo, el ángel solo pudo reír por la lastima que daba el chico debajo suyo

Heeseung solo pudo quitarse de encima, cuando se levantó comenzó a reír, ¿Ese chico si acaso sabía que no podía decirle a cualquiera que era un demonio?

—Vaya, te ves demasiado asustado... No sean idiota, no te voy a matar... O no si no me provocas.—Heeseung limpio su túnica, está era blanca, una falda que le llegaba hasta las rodillas y era atada a su hombro derecho, dejando descubierto su pectoral izquierdo y sus fuertes brazos, acompañados de unas preciosas sandalias doradas con alitas

—Me llamo Heeseung, ¿Cómo te llamas, precioso?—Preguntó ofreciendole su mano para ayudarlo a levantarse del suelo

—Sunoo... Mi nombre es Sunoo.—Dijo tímido tomando la mano del contrario

Se levantó del suelo y se acomodo un poco su croptop, el ángel solo mordía su labio mientras lo miraba de arriba hacia abajo una  y otra vez, ¿Pero como no hacerlo?, este vestía un croptop que llegaba justo por debajo de su pecho, unos shorts negros ajustados a su cintura, la cual resaltaba junto a los muslos, y por último unas botas de tacón negras que llegaban por debajo de las rodillas, la vestimenta de todo un demonio, queriendo lucir sexys siempre para llamar la atención.

—Bonito nombre, me gustaría que gimieras el mío.—Se acercó coqueto al demonio, quien solo dió pequeños pasos hacia atrás abrazando a la piedra

Heeseung se sintió molesto cuando vió la reacción del demonio.

«¿Qué mierda?, ¿Estos no son adictos al sexo?» pensó, entre más se acercaba, el demonio más retrocedía.

—Oye, estamos en confianza, no debes tener miedo, no te voy a hacer daño... Por lo menos no de matarte, ¿Te gusta que te cacheteen en el acto?—Preguntó, pues tal vez el contrario no había entendido lo que realmente quería

Heeseung estaba decidido a cometer actos ilegales, ya no era parte de los ángeles y técnicamente lo habían echado a patadas formales de su dimensión, así que, por puro rencor, cometería el acto más impuro, involucrarse sexualmente con un demonio.

—No estoy comprendiendo... Lo lamento.—Sunoo dejo de retroceder, Heeseung solo soltó una risa incrédula

—¿Cómo que no me estás comprendiendo?, eres un puto demonio, estas para darme placer.—

—Lo lamento... Nunca he cumplido correctamente con mis funciones, por eso escape de mi dimensión.—Sunoo solo se sentó en el suelo y comenzó a acariciar a su mascota falsa

Heeseung quedó impresionado y sorprendido, ¿Un demonio que no sabía que era el sexo?, vaya... Se había ganado la lotería.

—Comprendo... Cuéntame un poco de ti, terroncito.—Heeseung se sentó al lado de Sunoo, quien se sonrojo bastante pues, nunca antes lo habían querido escuchar hablar

—No fuí como los demás de mi especie, según demonios antigüos la llama que me originó no era fuerte, al contrario, era débil y muy apagada, cuando emergí de esta todos se burlaron de mí, nací sin alas, sin cuernos, sin fuerza y sin intenciones de cometer algún mal. Pocas veces se me intento involucrar en molestar a los humanos o a ustedes, nunca hacía nada de eso bien, solo me perdía a jugar con los animalitos y admirar ls belleza de estas tierras.—Dijo admirando el cielo estrellado

—Entonces... ¿No sabes nada del sexo?—Preguntó con tono sarcástico

—¿Hay algún concepto en específico que quieras saber?, a mí solo me abusaban en ese lugar... ¿Eso es sexo?, los demás demonios lo llamaban así.—Este se tiró al suelo en posición fetal

«Mierda, es mejor que cierre la boca.» Heeseung trago en seco, se quería follar al lindo demonio que tenía a su lado, pero haber escuchado su historia, vaya, él no era el único que surgió en el lugar equivocado.

—Bueno... Digamos que eso ya no importa, ¿Tu vida es muy dura?— Heeseung se recostó al lado de Sunoo, aunque no lo conocía, ambos quedaron en posición de cucharita

—Nunca he vivido tranquilo en ese lugar... Mi única compañía ha sido el señor Pringles.—Dijo mostrando su roca, Heeseung no era alguien que se sentiría mal por lo que sienta alguien más, pero vaya, ese chico daba lastima

—Oh...—Solo pudo decir eso, por inercia junto más su cuerpo con el de Sunoo

—Se siente muy cálido estar así con alguien... Me agradas Heeseung, incluso si se supone que debes eliminarme.—El cuerpo de Sunoo se sentía tan pequeño al suyo

«Mierda, quiero follarmelo.» Heeseung apretó sus labios, intento calmar sus deseos solo con escuchar las palabras anteriores, ese chico solo necesitaba afecto de alguien, y que bueno que él estaba ahí, porque si caía en manos de los humanos estos no dudarían en aprovecharse de él.

—No te elimino porque físicamente no luces como uno de tu especie, eres diferente, ¿Y sabes?, yo también lo soy, me echaron de la dimensión angelical por no ser un buen modelo, puffff, que patéticos son todos allí.—Heeseung sintió al cuerpo contrario descansar pacíficamente en sus brazos

Ninguno de ambas especies tenían que dormir, ellos siempre vivían con energías, Heeseung tal vez lo hacía por placer o simplemente porque nunca hacía nada y el dormir lo ayudaba a no pensar en nada. Sunoo siempre sufría desgastes de energía, cerrar los ojos y fingir que nada pasaba era su única escapatoria. Ambos tenían mucho en común al parecer.

«Ni siquiera sé si esto este bien, pero no voy a dejar que nada malo te pase, solo vas a ser mi pequeña presa y solo yo podré jugar contigo.» Heeseung olfateo el cabello rubio del demonio, este ni siquiera olía mal, al contrario, para ser un demonio recién salido de su dimensión tenía un olor a vainilla bastante agradable y dulce.

Heeseung se dejó llevar por el aroma y cerró sus ojos, así mismo descansando junto al demonio, quien dormía plácidamente abrazando su roca. Sus mejillas aún seguían teñidas de rojo y las lágrimas que en algún momento no dejaban de brotar ya habían cesado.

Ambos se quedaron dormido, Heeseung abrazando por la espalda al cuerpo de Sunoo, quien nunca antes en su existencia había sentido tanta comodidad al estar con otra entidad a su lado.

Ay que bonitos...

Recuerden que ustedes son libres de corregirme algún error ortográfico.

WELL, WHAT ARE WE? ; HEESUNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora