𝟷𝟿

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Escuchó a su hermana y a Bin discutir, obviamente no se había ido así por así, no era tan estúpido, no cuando desde aquella llamada su poca confianza en Bin se iba desvaneciendo aún más. Incluso quiero creer que lo que oía no era cierto, pero no tuvo el valor de afrontarlo y salió corriendo al auto.

Justamente cuando entró, el alfa venía detrás de él con una cara enfadada, pero bien que disimuló al ver a Dong Min.

-¿Estás bien, cariño? -preguntó acercándose a la ventana con la maleta del castaño en manos.

-Sí...

-Es una chica difícil, pero ya verás que entenderá nuestra relación algún día.

No hizo ningún comentario, solo trataría que esos días de descanso se hicieran largos y maravillosos. Llegaron al aeropuerto, subieron al avión y en un abrir y cerrar de ojos, ya estaban en el resort. El alfa reservó una de las más lujosas habitaciones con la vista al mar y las cristalinas aguas de la piscina.

-Bin, esto es... ¡Wow!

-¿Te gusta, bebé? -el alfa con tal de hacerlo feliz no le importaba gastar el dinero que fuera.

-Me encanta, es hermoso.

-Y solo llevamos unas horas, espera a que conozcas el lugar y todas las actividades que están organizadas.

Y hubiera sido maravilloso si Dong Min se hubiera ido a cambiar y a darse un baño en la piscina, pero desde que salió de casa algo no estaba bien. En realidad, desde el momento que se despertó, se sintió sumamente extraño. Su cuello ardía horrible y hasta el momento que fue al baño fue que miró los dientes de Bin pintados, casi y como la marca de los omegas. La noche anterior... Tampoco puede explicar que le pasó, posiblemente fue por tantos días sin sexo acumulados por aquella desesperación que había tenido por Bin, algo sumamente inusual. Pero, sabe en su interior qué no solo eso influyó. De alguna manera sintió un aroma a ámbar y pino, un aroma que lo mantenía mareado, con su piel electrizada y muy...

-¡Dong Min! -el castaño casi y se cae producto al mareo, Bin lo sostuvo en sus brazos y trató de tranquilizarse.

¡Santo cielo! No podía ser cierto, se negaba a creer en que algo así le podía pasar a él... Su cuerpo había lubricado, su cuerpo había derramado esa sustancia propia de los omegas, ¿Por qué?

-¿Te sientes bien? -el olor a ámbar lo rodeó, era suave y relajante, por lo que influenciado en el aroma, negó con un gesto.

-Solo estoy cansado, no estoy acostumbrado a salir más que a la oficina.

-Minnie, necesitas descansar por hoy.

-¿Qué? No, tonterías, necesitamos salir. Venimos a disfrutarlo, no a dormir, ya se me pasará -el alfa no convencido con su respuesta, terminó por cargarlo en sus brazos en modo princesa. -¡Bin!

-Vas a descansar y punto...

-¡Bájame, me vas a botar! -sabía que era pesado como para que el mayor se pusiera a hacer aquello.

Lo llevó a la cama, lo sentó y quitó primeramente sus zapatos, se alejó solo para buscar en las maletas algo de ropa y lo ayudó a cambiarse para que estuviera más cómodo. Finalmente, Dong Min terminó acostado.

-Iré a la recepción para ver si tienen alguna pastilla, ¿qué te sientes? -el alfa estaba sumamente preocupado.

-Solo estoy mareado y tengo ganas de vomitar.

-Está bien, ya vengo, bebé. Duérmete tranquilo y descansa todo lo que quieras.

Lo último que vio, fue a su novio salir por la puerta y a los segundos ya se había dormido.

Whispers of yesterday: Love's Drift |᯽| BinwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora