La guerra ha acabado. Es tiempo de paz. Desde hacía varios días, la princesa Lucina se ha comportado de una manera extraña por las noches. Salía de sus aposentos y se iba a las cuadras. Allí se citaba noche tras noche con el príncipe Linfan, hijo de Gangrel y Daraen del reino vecino, Plegia. Plegia siempre fue un país que rivalizaba con Ylisse, pero los tiempos han cambiado. A pesar de ello, Chrom, el padre de Lucina seguía sin aguantar a Gangrel. Y su esposa, Sully, no era muy diferente. Chrom se quejaba de que Gangrel le había arrebatado a su mejor amiga y estratega y Sully que le había quitado a una buena compañera de batalla. Ambos, marido y mujer eran como críos respecto a este asunto. Lucina lo sabía, pero no podía hacerle nada al respecto dado que cuando aún estaban en guerra conoció a Linfan. Lucharon mucho juntos haciendo un espléndido equipo y ambos acabaron enamorados. El problema venía a continuación... ¿Cómo iban a tomarse los padres de Lucina el hecho de que Linfan y ella eran novios? No muy bien, desde luego.
Lucina iba caminando hacia las cuadras una noche más donde esperaba pacientemente Linfan. El joven príncipe esperaba a su chica leyendo un libro. El joven había salido a la madre en vez a su padre y amaba el estudiar.
-¡Linfan, ya estoy aquí! - Susurró Lucina al entrar por las cuadras. Linfan miró hacia la puerta y le dedicó una sonrisa a su novia.
-Hola. Pasa, estoy aquí. - Indicó el joven. Lucina fue hacia donde provenía la voz y se sentó al lado de Linfan. Lucina apoyó la cabeza en los hombros de su novio.
-¿Qué lees hoy, Linfan? - Preguntó, dulce.
-Un libro que narra las hazañas de héroes pasados. Entre otros, las heroicidades de Marth.
-¡Marth! Creo que yo también leeré.
-Por supuesto, ten, compartiré el libro.
-Gracias. - Respondió Lucina, feliz. Ella idolatraba a Marth, el rey heróico. Leyeron los dos del libro un ratito en silencio a la luz del candelabro que Linfan había traído consigo. Después, el joven príncipe le dirigió la palabra de nuevo a su chica:
-Marth era increíble. No me extraña nada que te guste tanto. Él no le temía a nada, Luci.
-Claro que era increíble... Y sí, no le temía a nada. Es todo un ejemplo a seguir...
-Si es un ejemplo a seguir, tendremos que seguirlo, ¿no?
-¿A dónde quieres ir a parar, Linfan?
-Quiero presentarme formalmente ante tu familia.
-Estás loco, mi padre...
-Lo sé, pero también es un hecho que no podemos seguir huyendo.
-Cierto...
-Yo te amo. Y tú también me amas a mí. Chrom deberá aceptarlo. Además, ya no hay rivalidad entre Plegia e Ylisse... No le veo el problema. ¿No crees que sería estupendo firmar un pacto de paz entre naciones mediante un casamiento real?
-Tienes razón, como siempre. De hacerlo así, sería un cambio tremendamente positivo para todo el planeta. De acuerdo, hablaré mañana sin falta con mi padre.
-Genial... Gracias, Lucina.
-No hay de qué, Linfan. - Respondió Lucina. A continuación, bostezó.
-Es tarde... Deberíamos ir a dormir ya.
-No... Quiero quedarme más ratito contigo. - Pidió Lucina, abrazando a Linfan. El chico correspondió al abrazo.
-Yo también, pero sufriré mucho si veo ojeras bajo tus hermosos ojos...
-Vale... Entonces, iré a verte mañana a la posada donde te hospedas.
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FanFic Fire Emblem: Awakening
RomantizmAquí narraré una ida de olla que he tenido esta mañana. Dado que en el juego se pueden hacer casamientos, para este fanfic los matrimonios serán así: Chrom - Sully y tienen a Lucina como hija mayor y a Kjelle como hija menor. Gangrel - Daraen (muj...