Edward es ... era ... como decirlo. En fin.
Es especial.
Más de una vez ha burlado a la misma muerte mientras su cuerpo llevaba heridas mortales, quemaduras de tercer grado e incluso descubriendo un nuevo grado de quemadura, más de una vez sus huesos fueron pulverizados por seres más grandes que el rascacielos más alto del mundo o incluso de la Torre Eiffel.
En fin. Le gustaba dar su vida en una pelea reñida donde tenía todas las de perder y sin embargo era sorprendente que era capaz de darle pelea a esos seres cuando estaba a nada de morir.
Pero, ¿Edward tenía miedo de algo?.
La respuesta es ....
"(¡¡AHHHHHHHHHHHH!!)"
Edward tenía miedo a las alturas, más de una vez por culpa de los dragones o de sus enemigos que le lanzaban de un precipicio directo a su momento de muerte le genero una fobia enorme a las alturas.
Era un miedo significativo y que no estaba orgulloso, pero hey, todos tienen miedo a algo, ¿verdad?.
Al abrir los ojos, descubrió que estaba en la fuente de agua que estaba debajo del arco de Grateway Arch y a decir verdad, la fuente sabia bien. Agua fría. Pensó mientras trago por accidente el agua. Sally le había dicho muchas veces que no tome o coma cosas extrañas que se encontrase.
¿El agua de fuente contaba como cosa extraña de las cuales no debería de tomar?. Nha.
"Shhh" una mano había alcanzando su pierna y lo jalo hacia abajo.
La oscuridad domino su vista, fue entonces que se dio cuenta de que algo andaba mal, una mujer del color de agua flotaba frente suyo y más encima en la espada de Radahn.
Un espíritu.
Fue lo que pensó Edward al admirarla, gracias a Roderika se comenzó a sentir atraído por los espíritus de cualquier tipo, tanto en el poder como en lo espiritual.
Su cabello negro era precioso, y aunque pocos visibles, sus ojos verdes eran iguales a los de Percy.
"Saludos, Protector del Mar" hablo ella, su voz era una resonancia que hacía produciendo eco en el agua. "Vengo por orden de mi señor, Lord Poseídon"
Edwardo alzo una ceja, su voz es de mujer, pero el que le salvo fue un hombre.
"Lord Poseídon fue quien te habló, su voz logro alcanzarte. Pero fui yo quien te salvo" hablo, Edward finalmente entendió. "A pesar de ser un dios extranjero, has salvado a nuestro joven príncipe. Estamos agradecidos contigo"
Ella levantó sin tocar las espadas de Radahn, admirando su diseño. Estiro su mano y las espadas terminaron en las manos de Edward quién al agarrarlas las guardo.
Miro otra vez a la mujer, esperando que le indique algo más o que le devuelva a la superficie.
"Tú misión aun no ha terminado, joven guerrero. Tu objetivo es llegar hasta las playas de Santa Mónica. Es la voluntad del señor Poseídon, al salvar a su hijo y protegerlo durante años, repelera el olor de semidiós de todos vosotros así los monstruos no os alcanzarán hasta llegar a vuestro destino"
"No puedo quedarme aquí, Edward" hablo la mujer. "Poseídon conoce tu potencial y sabe bien de lo que eres capaz, tu sola presencia es un desequilibrio a nuestra existencia. Tratará de frenar junto a Lady Hestia la furia de Zeus" la mujer solto un leve quejido de dolor, antes de siquiera Edward pueda ayudarla ella estiro su mano para que no la alcance. "Este agua, es sucia, repudia mi existencia. No puedo quedarme más tiempo" explico y un torbellino de agua comenzó a inundarla. "Recuerda Edward, no confíes en aquel hombre, no aceptes los regalos de ..."
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Percy Jackson y El Tiznado.
ActionDespués de su gran victoria contra la Bestia de Elden y coronarse como el señor de Elden, el Tiznado cayó en un profundo sueño, un sueño que muy pronto tardaría en despertar hasta que de pronto despertó en un bosque pero lo más curioso de todo es qu...