Capitulo 16

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"(Aquel que busca la redención, aquel que hayo la salvación, proteger al príncipe del mar debe, elegir un destino, matar a quien considera su hermano o proteger a quien jura ser su amigo)"

Aún recordaba aquellas palabras con fuerza debido que estaba en su mente, impreganada en su cuerpo al rojo vivo.

Toco los botones del elevador. Percy quería venir ya que supuestamente debería ser el hijo de Poseidón quien entregue el rayo maestro a Zeus, como una ofrenda de paz. Ridículo, pensó Edward mirando el rayo en su mano y zarandeandolo desprendiendo leves destellos del arma.

Cuando el elevador llegó a su destino, lo miro todo y tuvo vibras de Nokron o de Nokstella, sonrió a gusto con esto. Ya tenía algo que hacer cuando regrese a su hogar, tal vez Márika le gustase la idea de que su antiguo hogar regrese a la superficie.

Cuando salió del ascensor, este mismo se cerró. Prosiguió su caminata mientras observaba el cielo y posteriormente la ciudad griega que se mantenía a pesar de los siglos, no estaba para nada destruida, era sin duda una reliquia bastante hermosa del pasado que se erguia hasta el día de hoy.

Sonrió ante esto, le gustaba este tipo de cosas.

Subió por los grandes escalones hasta llegar finalmente ha la sala de la cual de sala no tenia nada. Era un lugar enorme logrando que Grand Central fuese como un niño pequeño comparado con esto. El mismísimo Grand Central se vería como un armario comparado con esto.

Al subir el último escalón, varios tronos estaban vacíos exceptuando a dos. Los tronos de Artemisa, Apolo, Hermes, Ares, Hera, Hestia, Dionisio, Afrodita, Atenea, Hefesto estaban vacíos menos los dos. Poseidón y Zeus.

El rey de los dioses -si es que se le puede llamar así por perder un arma de tal calibre de peligro- vestía como un diplomático, su rostro era la de un hombre conoció las batallas más feroces pero que no le quitaba que fuese bastante apuesto.

Para los mortales, ver a un dios podría considerarse una sensación de felicidad y alegría por estar ante semejante divinidad. Si bien sintió cierta cosa al estar frente al líder del panteón griego, estaba muy alejado de la cosa realmente. Al lado de Zeus, se encontraba su hermano mayor, Poseidón dios de los mares y las tormentas marinas.

Cuando puso un pie la sala del trono, camino hasta llegar al medio de estar y ver a ambos dioses.

"Que significa..." Zeus desprendió un aire de arrogancia pero sobre todo de asco al verlo, como si su sola presencia fuese a dañar su -perfecticidad- "...esto"

"Hasta donde yo veo" Poseidón río, guiñándole el ojo a Edward. "Veo a mi hijo, queriendo entregarte tu rayo maestro"

Edward asintió lentamente, conoció no como tal a Poseidón pero gracias a la espíritu del mar que lo salvó en el Grateway Arch sintió que le debía una, y luego arrojó el rayo maestro a Zeus quien este lo atrapó como si nada.

El Tiznado se portó recto ante los dioses.

"Zeus, dios del rayo y rey de los dioses" hablo con sequedad Edward ante esto."el rayo maestro ha sido devuelto, tu estúpido hijo, Ares, fue quien lo robó en colaboración con Crono" Poseidón soltó un leve jadeo, no por lo de Ares sino por lo de Crono "Mi hermano no fue ningún ladrón, espero que esté suceso apacigue tu ira"

Zeus sujeto el rayo maestro con fuerza y miro a Edward.

"Será mejor que no pienses en una pelea, Hermano" Hablo Poseidón a su lado. "Edward tiene bastantes sorpresas bajo la manga, y no dudo que una de ellas sea darte una paliza" río por esto, bajo.

"Bien" hablo Zeus con pesadez. "Ya te puedes ir, y espero que no vuelvas a nuestro territorio, jamás"

"Oh no" Edward hizo un gesto con su rostro "Me tengo que quedar aquí en tu territorio para cuidar a mi hermano mayor. Escuchame bien Zeus y espero que se lo repartas a los demás de tus hermanos. Yo Edward Jackson, el Tiznado, si llego a enterarme que Perseo Jackson es lastimado, sufre o muere tu panteón entero sufrirá las consecuencias de sus actos"

Percy Jackson y El Tiznado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora