money power glory 𓂀 thomas shelby

Capítulo 6

El frío invernal le hacía estremecer el cuerpo, se aferraba al abrigo y al cigarro que Tommy le había convidado.

–Si algo sale mal, me llamas, no te comportes como una niña idiota, puedo solucionar cualquier inconveniente en un segundo.–

–Thomas ¿Qué te hace pensar que algo saldrá mal?–

–Confío en tí, pero conozco a los hombres que trabajan en las fábricas, están cegados debido a la miseria.–Él suspira y le da una escopeta a su esposa.–Tommy... no creo que haga falta una jodida arma–

Artemis se dirige a la fábrica para supervisar a los trabajadores, a su lado se encuentra Arthur... algo drogado.

–Si alguien se pasa de listo, lo mato.–El hombre dice.–Malditos sindicalistas–

–Me gustaría que no mates a nadie.–Artemis le dice, dándole otra pequeña calada al cigarrillo.

–Está bien, Dios ¿en qué estoy pensando?–Arthur suspira, con su mirada perdida en la vía de tierra.

–Promételo.–

–¿El que?–Pregunta confundido mientras camina con ligera torpeza.

–No matar a alguien.–

–Lo prometo, cariño.–Arthur le dice y observa amenamente la apariencia de la chica, vistiendo la ropa costosa que Thomas le compra en sus viajes a Londres y París,  junto a la escopeta que cuelga de su hombro con la correa pulcra.–Mírate, que tierna, una mini Shelby a punto de hacerse cargo de la fábrica, soy un papá pato orgulloso.–Artemis ríe suavemente ante la ocurrencia.

–Cuando termine la jornada te llevaré a casa y beberemos el té con Linda.–

–Suena encantador, pero Arthur, también necesito que me alimentes.–Ella intenta no reír.

–Bien, entonces hornearemos una tarta victoria ¿Es una de tus favoritas, cierto?–

–Si, aunque también amo la carrot cake, si tan solo probaras la receta de Frances...–

Una voz externa los interrumpe
–Buena suerte, Artemis.–La joven voltea y una sonrisa se instala en sus labios cuando ve al tío Charlie.

–Gracias, Charlie.–Ella le dice–¿Cómo te encuentras? Creí que estarías en la casa de apuestas.–

–Tom me mandó a custodiarte.– Artemis suspira. Jodido Thomas.

–Bien, Charlie, de todas formas estaré bien.–

Cuando se adentran a la fábrica, el olor a hollín la inunda.Puede sentir las miradas de los hombres sobre ella, algunos claramente confundidos ante una joven aparentemente distunguida en un lugar como aquél. Los trabajadores están acostumbrados a la autoridad y presencia de Thomas, no a una jovencita. Algunos incluso susurran entre ellos, expresando sus dudas sobre su presencia.

Artemis suspira con ligero nerviosismo pero no permite que la inquietud invada su mente. Agarra el listado de los trabajadores contratados y hecha un vistazo a la fábrica. Ella aclara su garganta y decide hablar en un tono alto.

–Hoy van a terminar el trabajo que fue interrumpido por las protestas y el día de hoy puedo anunciarles que el salario aumentará.–

Uno de los trabajadores mayores, un hombre corpulento con rostro canoso, da un paso adelante, mirándola de arriba abajo con expresión dudosa. Claramente no está impresionado por su juventud y apariencia femenina.

–¿Quién eres, eh? ¿Quién te dio la autoridad para darnos órdenes?–Pregunta bruscamente, su tono es algo desafiante.

Ella traga duro pero no se deja intimidar ante el semblante fuerte de aquél hombre.