𝐄𝐧𝐳𝐨
—Amor, por favor deja llorar —toque nuevamente la puerta del baño.
Escuche a Mati sollozar —¡No entiendes nada! —grito a través de la puerta.
Suspire —Mi vida, no es para tanto.
—¡Si lo es!
Me recargue en la puerta —Mati, no se va acabar el mundo solo porque no te cierran los pantalones —suspire.
Escuche a Matías suspirar frustrada —Te voy a golpear —grito molesto.
—¿Porqué?
—Porque estoy así por tu culpa.Era ya el día que íbamos a revelar a nuestros amigos nuestro embarazo, bueno Matías se estaba alistando, hasta que vió que su pantalón favorito no le cierra.
Y cómo había dicho el doctor antes, se pueden mostrar cambios de humor repentinos debido a las hormonas.
Medite un poco mi respuesta —Mi vida, tienes en tu barriguita dos bebés, nuestros bebés —su llanto dejo de escucharse —Te comprare nueva ropa o una tienda entera de pantalones —sonreí leve al escuchar la pequeña risa de Mati —Además, luces hermoso como siempre.
Caí de espalda cuando Mati abrió la puerta del baño —¿Soy lindo? —asentí poniéndome de pie.
—Por supuesto que si —limpie su mejilla con delicadeza —Hermoso.
Sus mejillas se colorearon de rosa —Aún no puedo creer que vayamos a tener dos bebés —acarició su barriguita.
—Y en seis meses estarán con nosotros mi vida —bese su frente con delicadeza —Llamaré a Tony, para que vaya a comprar todos los pantalones de tu tienda favorita.
—Y camisetas...
Asentí riendo —Todo lo que desees, mi hermoso chico —bese sus labios.
..............
Después de consentir al futuro papá de mis hijos, los invitados comenzaron a llegar siendo el primero Juani.
—Lamento llegar tarde —entro a la casa mirando su celular —Me acaban de mandar el curriculum del nuevo modelo —me mostró su celular.
Reí bajo —Juani, no deberías estar trabajando hoy es nuestro día libre, además no llegaste tarde —mire mi reloj —Llegaste diez minutos antes.
Se encogió de hombros —Bueno, les puedo ayudar en lo que necesiten para la reunión —miro al rededor.
Negué —No hace falta, puedes ponerte cómodo, mientras llegan los demás —Juani asintió tomando asiento en el sillón.
El timbre nuevamente se escucho y fui rápidamente atender —Hola Esteban, hola Fran —saludo visualizando a mis amigos quienes tenían dos bebés en brazos —Hola bebitos lindos —tome en brazos con delicadeza al pequeño Luca.
Ambos entraron y saludaron a Juani quien rápidamente tomó entre sus brazos a la pequeña Emma —Son hermosos sus bebés —Juani miro con una sonrisa a Fran y Esteban.
El timbre nuevamente se escucho —Yo atiendo —Esteban se dirigió a la puerta.
—¡Tío Enzo! —una niña con el cabello rubio entró corriendo por toda la sala de estar saludando a todos.
Agustín rió al ver a su pequeña mirar a los bebés —Mira papi, son bebés —la pequeña miro a los bebés.
Agustín asintió —Si Sofi, son tus primitos.
—¿Y Mati?
Le entregue a Agus a el pequeño Luca ya que el aun no los conocía —Aún se esta arreglando, no se preocupen.