IMPERFECT LOVE | Soonhoon #2

Capítulo 9

Jihoon estaba vistiendo una camisa azul con botones amarillos unas cuantas tallas más grandes de las que su cuerpo necesitaba.

Sus manos estaban escondidas dentro de las largas mangas, y su cabello aún estaba mojado. Grandes gotas caían en el suelo y sobre su ropa.

Recién salía de la ducha, el aroma a coco proveniente de su cabello le llenaba los orificios nasales a Soonyoung, y hacía que sus mejillas comenzarán a teñirse levemente de un tono rosado. El calor de su rostro agradecía las brisas frescas de la noche.

Había ojeras debajo de los ojos de Jihoon, y sus labios se veían bastante resecos.

Sus mejillas estaban mucho más rellenas que la última vez que lo había visto, y ese pensamiento le provocó una sensación cálida en su corazón.

Jihoon había sido siempre bastante más bajo que Soonyoung, eso había sido algo que Soonyoung había notado desde la primera vez que lo había visto.

Pero siempre había traído consigo una delgadez que no parecía natural.

Le partía el corazón a Soonyoung.

Aún recordaba una de las primeras interacciones que habían tenido.

Soonyoung había recién cumplidos quince años, y aún no tenía ningún amigo en su nuevo colegio.

Hacía poco se había mudado con Joshua, y su tía. Nadie le hablaba, y todos pasaban de largo cuando intentaba hablarles o sonreírles.

Le dolía.

El rechazo le dolía.

Ya lo había vivido bastante fuerte en Chungju, y se había prometido que nadie sabría de su secreto en este nuevo lugar.

Estaba dispuesto a comenzar una nueva vida.

Así que, sin importar que tanto la gente le hiciera caras o se rieran de él mismo frente a su cara, Soonyoung siempre mantenía una sonrisa en su rostro.

Ese día había estado nublado.

Y frío.

Soonyoung se había sentado solo en la cafetería, como ya le era costumbre. Su tía le había preparado arroz con carne y un muffin para que Soonyoung disfrutara.

Soonyoung había intentado ir al baño o quedarse en el salón de clases para evitar tener que comer solo, porque inclusive si intentaba fingir que no, se sentía humillante.

Pero sin éxito, tuvo que ir a una mesa alejada.

Sus ojos divagaron por todo el lugar, y cuando hacía contacto visual con alguien, rápidamente corría la mirada.

Todos ya parecían tener sus amigos de toda la vida y no estaban dispuestos a agregar alguien nuevo a sus círculos.

Lo cual era entendible.

Su vista se detuvo en un chico que se veía demasiado pequeño como para ir a su misma clase. Tenía el cabello tan corto que parecía que se había pintado la cabeza de color negro con una acuarela.
Su uniforme no estaba planchado, y tenía los puños cerrados fuertemente sobre la mesa.

No había ningún rastro de que había llevado algo para almorzar ese día.

Soonyoung pensó que tal vez se lo había olvidado.

Y no vio otra cosa que una oportunidad para hacer amigos.

—Hola.— Murmuró, acercándose a la mesa y tomando asiento frente al chico. El otro muchacho levantó la vista con una ceja elevada. Una expresión completamente enfurecida le había dado la bienvenida. Wow, Soonyoung pensó, que humor. —Me llamo Soonyoung, hace poco me mudé aquí.— Se presentó.