Capitulo 13.

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Sábado 28/01/2017.
10:30 am.

La mañana está nublada, la brisa congela mis extremidades.

A pesar de la hora, aún hace mucho frío.

Es insoportable.

-Si quieres, podemos dejarlo para otro día- susurra Jacob a mi lado con dos cafés.- Si quieres te llevo a tu casa,- me entrega uno de los cafés.- no tengo ningún problema en dejarlo para otro día.

Bebo un poco de café y sonrió con ternura.

Es muy lindo.

-Esta bien, en serio.- lo tranquilizó.- Además, ¿Que sería de una ciudad como Chicago si no hiciera frío en pleno mes de Enero, un sábado, a las 10:30 am?- doy media vuelta y empiezo a caminar y el me sigue.

Le doy otro sorbo al café.

-Explicame algo.

-Aja.

-¿Como conociste a Anthony?- cuestiona.

-¿Tienes mucho interés en saber cómo lo conocí?- pregunto.

-Si, pues desde que los conozco tu siempre has estado con ellos.

-Tenia diez, el tenía once.- hablo después de pensarlo.- Aless, Manu y yo cursábamos el mismo año, habíamos coincidido varias veces, pero nunca habíamos hablado.- yo nunca me atrevi a hablarles.

Tenía miedo de que se rieran de de mi o algo así.

Jacob señala una banca. Es la banca perfecta está justo enfrente del mar.

-Asi que estudiais juntos desde hace mucho.- afirma.

-Aja. Aunque la idea de hablarme fue de Aless, Anthony fue el primero que se acercó.- relato lo sucedido ese día.

Flashback.

Lo único que dijo fue un:

-Hola, ¿No te molesta?- pregunto señalando la mesa.- Es que me gusta comer en silencio y mis amigos son muy ruidosos.- susurro rascando su nunca.

Yo estaba en una guerra interna conmigo misma.

«Dile que si, dile que si» ese pensamiento se repetía una y otra vez.

Al final le que si.

El se sentó, un poco nervioso. Pero yo estaba temblando de pánico. Sentía que toda la atención de la cafetería estaba en mi.

-Me llamo Anthony Russell.- se presentó.

Extendió la mano por encima de la mesa, en su rostro había una calidad sonrisa.

Y entre en pánico. «¡Dios esto es real! El está hablando conmigo.» pensé.

-Yo soy Morgan O'connor.- respondí estrechando mi mano con la suya.

-Bonito nombre.- dijo sonriendo.

-Igualmente.- susurré con las mejillas sonrojadas.

Crónicas del Engaño: Susurros De Traición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora