Capitulo 5.

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Al día siguiente, cuando me levanté, ya los chicos estaban en la casa de Rich.

Cuando baje a la sala, después de cambiarme (tengo una reserva de ropa en la casa de los chicos, por ocasiones como las de anoche) Rich estaba tirado en el mueble de la sala boca arriba y con cara de querer matar a alguien.

Y con toda la razón del mundo, porque Alessandro, Manuel, Eliot y Anthony, estaban tirados en el suelo jugando cartas y gritando.

Carraspeó la garganta. Ellos dejan de pelear y voltean hacia mi dirección.

–¡Morgan! Hermosa ¿Cómo estás?- pregunta Alessandro. Frunzo el ceño, no me deja responder cuando habla otra vez.- No respondas, es obvio que estás hermosa.- dice resaltando el "hermosa" y me regala una de sus sonrisas moja bragas.

Lo sé, porque le sonríe así a una chica de la clase de química, para que lo ayude en los trabajos

Yo solo lo veo con cara de "eres idiota" pero claro la quito cuando recuerdo que si lo es. Mi atención cae en Rich, que ahora me ve a mi, con cara de "eres la única normal en esta sala." Quiero reír, pero me concentró.

–Rich, ¿Podrías llevarme a la casa de mis tíos?- no estoy acostumbrada a pedirles favores. Normalmente ellos me los piden a mi, así que ellos me deben muchas.

–¿Para que?- me pregunta.

–Eh...- remuevo mis manos nerviosa.- Iré a buscar un trabajo.- digo con una sonrisa inocente.

Ellos me ven con una cara que no me gusta para nada.

–Dame cinco minutos.- susurra, levantándose de el sofá y subiendo las escaleras con toda la pereza del mundo.

–¡Espera!- exclama Aless.

Los que estamos en la sala, nos giramos hacia el. Que me ve con el ceño fruncido y la cabeza ladeada.

–¿Que pasa?- pregunto.

Veo mi ropa, en busca de algún defecto, pero no encuentro ninguno. Y es cuando me pongo más nerviosa.

–¿Que trabajo es ese?- pregunta de la nada. El ve a Manuel y luego a mi.-¿Es el de Ciencias?- vuelve a preguntar, solo que está vez sus ojos verde aceituna quedan fijos en Manuel.

El susodicho, ve las cartas evitando la mirada de Aless.

–No se de qué me hablas.- susurra después de un rato, muy largo.

–Entonces si el el de Ciencias.- afirma Aless.

Y es allí cuando lo entiendo todo. Manuel es muy inteligente, pero también es muy irresponsable. Y Aless es todo lo contrario, el no es muy inteligente (para no decir que no tiene nada de inteligente) pero si es muy responsable. A Manuel no le preocupa no llevar los trabajos que nos dejan, el con un simple argumento (uno de los buenos) resuelve, tengo que admitir que es el favorito de todos los profesores; mientras tanto a Aless le importa mucho llevar sus trabajos, ya que si no, no pasará esas materias, y quedara fuera de las convocatorias de el equipo de fútbol del instituto.

Que si me lo preguntan a mi, no es tan importante estar fuera de esas convocatorias. Pero, para el eso es su todo.

–Mira lo siento ¿Si? Se que te dije que te ayudaría a hacerlo. Pero estuve muy ocupado toda la semana.- defiende Manuel.

Aless se ríe con ironía. Se que está molesto y eso me pone un poco triste. Ver a Aless molesto es como ver al el perrito más tierno y alegre, estar triste y cansado. Es horrible.

–¿Ocupado haciendo que?- pregunto cruzandome de brazos. Ellos, los cuatro me ven.-¿Follando?¿Bebiendo? Manuel ¿Eso te parece más importante que tú mejor amigo?- pregunto con enojo.

¿Porque tienen que ser tan idiotas?¿Y que nos importa a nosotras si ellos follan o no?

–Eso, eso.- dice Aless señalándome.

–¿En serio? ¿Tu también estás en mi contra?- pregunta, mientras finge estar ofenfido.

–Si.- le dice Aless.

–No es solo con el,- digo. Sus miradas se posan en mi otra vez.- es con todos. Son unos imbéciles de primera.- hablo con enojo, frustración y cansancio.

–¿Yo?¿Imbécil de primera?¿Yo?- Aless se sañala así mismo.

–Si, tu y todos.- digo muy molesta.

En ese momento llega Rich.

–¿Que pasa?- pregunta cuando ve nuestras caras.

La mía obviamente refleja el enojo, la de Aless la confusión, la de Manuel la frustración, la de Eliot solo refleja molestia y la de Anthony, sus expresiones reflejan el cansancio.

–Nada.- habla Anthony.

Mi seño se frunce a niveles extremos. ¿Nada?¿Cómo que nada?

–El problema es que Manuel no ayudo a Aless a hacer el trabajo que tengo... tenemos que entregar hoy.- explico.

–No, el problema es que Morgan y Aless no tienen la suficiente madurez como para dejar de comportase como niños de 4 años.- explica Eliot.

Lo veo mal. Es un imbécil. Lo odio, como no le cae el techo encima y se muere.

Se nota que lo aprecias bastante.

–Eliot.- advierte Anthony.

Eliot ve a Anthony con burla. Anthony por su parte tiene una mirada fría. Lo que me sorprende, es que Eliot parece  estar retando la paciencia de Anthony

–Okey, ¿Pueden explicarme lo que pasa? Sigo sin entender nada.- habla Rich, viendo cómo Anthony y Eliot se ven entre si.

–Nada.- habla Eliot.

–Exacto, nada.- le sigue Anthony.

De la nada, los dos empiezan a reírse, solos, como dos putos esquizofrénicos.

–En serio, ustedes no son para nada normales.- susurro negando con la cabeza.

–Ey, Morgancita, tu eres parte de nuestro grupo de locos. Por ende, tampoco eres normal.- Eliot, pasa una mano por su cabello y se rie.

–Soy más normal que ustedes cinco solos en una habitación, comiendo de la misma comida.

–No te engañes, Lucerita.- susurra Eliot.

Lo veo con mala cara. Si hay algo, que odio más que a mi madre, a mi tía y a mi tío. Son esos dos estúpidos apodos. No me gusta que me digan "Morgancita" o "Lucerita".

Son apodos de niños pequeños.

Si, porque tú ya eres mayor de edad.

–Bueno, ya podemos irnos.- habla Rich negando con. La cabeza.

–¿Y como haré con el trabajo?- pregunta Aless.

–Lo resolvemos en el auto, vámonos.- vuelve a hablar Rich.

Salgo de la casa y subo al coche de Rich, pensando en como ayudar a Aless.

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Crónicas del Engaño: Susurros De Traición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora